COLUMNAS
Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de AMLO, canta y lo hace muy bien (Video)
La crítica no se ha hecho esperar tanto de parte de los detractores de siempre
Foto propiedad de: Youtube
Una sorpresa apareció en las redes sociales y el youtube el 26 de noviembre de 2017, López Obrador presentó o lanzó a su Beatriz, Gutiérrez Müller, cantando “El necio” (1991-92), famosa canción de Silvio Rodríguez: “Les comparto un segundo adelanto del documental ‘Esto soy’ realizado por Verónica Velasco y Epigmenio Ibarra. Se presentará el 15 de diciembre.”. Natural que la curiosidad no hizo esperar al oído.
Y la primera impresión tras escuchar la canción es simple: Sorpresa; agradable. La señora Gutiérrez Müller la hace muy bien. Canta afinada, con naturalidad, fácil -es decir, sin forzar la voz, que es muy importante-, con musicalidad y de manera sentida la canción de Silvio. Y además, lo hace con una voz agradable. Quizá si la interpreta en vivo podría “soltarse un poco más el pelo” y hacerla más vívida. Pero, de verdad, su versión es estupenda y la edición del video es elocuente.
La crítica no se ha hecho esperar tanto de parte de los detractores de siempre que ni siquiera tienen que escucharla para atacarla -cual si fuera apéndice del marido-, como de quienes les parece que esta versión no es mejor que la del trovador cubano.
Y claro que no puede serlo. Nadie interpreta las canciones de Silvio mejor que él mismo, fenómeno no tan común pero que sucede asimismo con otros cantautores populares célebres como José Alfredo Jiménez o Carlos Gardel. No obstante, la versión de Gutiérrez Müller es correctísima, además de sorprendente por las razones mencionadas y, sobre todo, porque la señora se ha dado a conocer como académica, investigadora, escritora y esposa del político opositor más destacado en el país; en ciertos momentos, su interpretación alcanza la excelencia en su capacidad vocal para ese género y estilo.
El primer avance del documental de Ibarra y Velasco fue tanto valorado como atacado, algún columnista llegó a decir que el ego de López Obrador es tan grande que su esposa casi ni aparece y cuando lo hace, es de espalda. Pues bien, en este segundo avance ella es la protagonista. Y mientras algunos dicen que se trata de un acto de mal gusto, patético, deprimente y hasta desesperado, a otr@s les parece no sólo auténtico, incluso muy romántico.
Ante tanta efervescencia y ambición política como la que se vive hoy en México, no cae nada mal una sorpresa como esta:
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