viernes, 1 de diciembre de 2017

Economía Moral
Se cumplen 150 años de la publicación del volumen I de El capital, de Marx/ IV
Continúo con la visión de Ernest Mandel de la Crítica de la economía política
Julio Boltvinik
C
ontinúo analizando la introducción escrita por Ernest Mandel (EM) para el vol. 1 de El capital (EC) en la edición inglesa de Penguin Books (1976; en español: El capital. Cien años de controversias en torno a la obra de Karl Marx, Siglo XXI editores, que incluye también las introducciones a los otros volúmenes). Conservo la enumeración de los puntos abordados por EM. Empiezo así por el nº 7.
7. Considera a Marx como un innovador revolucionario en la ciencia económica.
8. La esencia básica del capitalismo es la ley del valor, pero dice que no basta: es necesario integrar esencia con apariencia, lo que, al parecer EM considera que Marx logra en el Libro Tercero, mediante la transformación de valores en precios de producción.
9. En el vol. I, dice EM, Marx provee una visión del capitalismo purificada de todas las formas secundarias y combinadas. Lo que no dice EM, porque no se percató de ello, es que las formas que analiza ahí Marx suponen procesos de trabajo continuos a lo largo de todo el año, lo que en los términos del vol. II supone la coincidencia entre el tiempo de trabajo y el tiempo de producción. Es decir, la teoría del valor trabajo y los esquemas de reproducción, son sólo válidos para procesos de trabajo-producción continuos. Sobre esto he escrito lo siguiente:
“Marx vio con toda claridad el carácter estacional del trabajo en la agricultura, pero esta percepción la expresó en El capital sólo en los vol. II y III, pero no en el I, donde desarrolla la teoría del valor de la fuerza de trabajo, a pesar de que al redactar éste ya estaba conciente del problema, como lo muestra la siguiente cita de los Grundrisse(redactado en 1857-1858, antes de EC): “Hasta aquí hemos supuesto que el tiempo de producción coincide con el tiempo de trabajo. Pero nos encontramos ahora, por ejemplo en la agricultura, con interrupciones del trabajo que tienen lugar dentro de la producción misma, antes que el producto esté terminado… aquí el capital fijo actúa solo, sin trabajo humano, como por ejemplo la semilla entregada al seno de la tierra... El tiempo de no trabajo constituye una condición para el tiempo de trabajo, para que este último se convierta realmente en tiempo de producción… La rotación más lenta –esto es lo esencial– no deriva en este caso del tiempo de circulación, sino de las condiciones mismas bajo las cuales el trabajo se vuelve productivo; forma parte de las condiciones tecnológicas del proceso de producción... El valor, por tanto, también el plusvalor, no es igual al tiempo que dura la fase de producción sino al tiempo de trabajo –tanto el objetivado como el vivo– empleado durante esa fase productiva. (vol. II, p.189, edición de Siglo XXI). Al exponer, en los primeros cinco capítulos del vol. 1 de EC los rasgos esenciales de su teoría del valor, supone siempre un proceso de trabajo continuo y la igualdad entre tiempo de trabajo y tiempo de producción, supuestos ambos que Marx analiza en los vols. II y III encontrando que no se cumplen en algunos procesos productivos, particularmente en la agricultura… ¿Qué pasa cuando en esta teoría sobre el valor de la FT se introduce la realidad de trabajo discontinuo en la agricultura?... [Examinando el esquema de reproducción simple, ERS, en el vol. II vemos que] en principio, si la fuerza de trabajo se paga por su valor y si el trabajo es continuo (se trabaja todo el año… la reproducción del capital conlleva también la de la fuerza de trabajo. Pero si el trabajo es discontinuo, como ocurre en la agricultura, la reproducción del capital no conlleva la de la fuerza de trabajo. Si la agricultura es capitalista, como tiene que ser en el ERS (que es un esquema en el cual el capitalismo es la única forma de producción), el valor de la fuerza de trabajo en el sector II (medios de consumo), donde se ubica la agricultura, no será suficiente para la reproducción de la fuerza de trabajo. No se podrá cumplir con lo que dice Marx: Si el propietario de la fuerza de trabajo ha trabajado hoy, es necesario que mañana pueda repetir el mismo proceso bajo condiciones iguales de vigor y salud. Cambie el lector hoy por en la siembra, y mañana por en la cosecha y verá que en el trabajo estacional no se cumple esta condición, pues al término de la siembra carecerá de medios para subsistir hasta la cosecha. No habrá, por tanto, fuerza de trabajo disponible para tal tarea: la FT que sembró, habrá fallecido. (Pobreza y persistencia del campesinado. Teoría, revisión bibliográfica y debate internacionalMundo Siglo XXI, nº 28, 2012, pp. 29-32).
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10. EM cita, con aprobación, la lectura de EC que lleva a cabo David I. Rosenberg (Comentarios a los tres tomos de El capital, 3 volúmenes, México, Ediciones Quinto Sol, 1985). El autor escribe una introducción a cada volumen y luego va explicando cada sección y cada capítulo, empezando siempre por el objeto y el orden de la investigación. Se trata de una lectura que habría que revisar en detalle y valorar.
11. EM sostiene que en el vol. I se combinan, formando una unidad, lógica e historia, embriología y filogenética. También señala que EC no es un manual para administrar el capitalismo.
12. EM cita un notable texto de Vassily Leontieff (el creador de la matriz de insumo-producto) sobre las contribuciones de EC:
“Independientemente de la importancia de estas contribuciones técnicas al progreso de la teoría económica, en la comprensión actual de los logros marxianos aquéllas quedan superadas por su brillante análisis de las tendencias de largo plazo del sistema capitalista. La marca es impresionante: concentración creciente de riqueza, rápida eliminación de la empresa pequeña y mediana, limitación progresiva de la competencia, incesante progreso tecnológico con creciente importancia del capital fijo y, por último, pero no menos importante, la amplitud incesante de los ciclos económicos recurrentes –una serie de predicciones insuperadas que se han cumplido, y contra la cual la teoría económica moderna, con todos sus refinamientos, tiene poco que agregar” (The Significance of Marxian Economics for Present Day Economic Theory, en I.L. Horowitz, Marx and modern economics, Londres, 1968, p.95, citado en EM1985, p.21).
13. Ante algunas críticas a Marx porque sus planteamientos no se pueden probar (o rechazar) empíricamente, EM plantea, citando a Lenin que se prueban en la práctica, pero la práctica es siempre local, particular, específica, y las leyes de Marx son multi-macro-sociales (mundiales).
14. EM sostiene que el descubrimiento básico (central) de Marx es haber develado el secreto de la plusvalía. Lo explica así: existe una mercancía, a saber, la fuerza de trabajo, cuyo valor de uso para el capitalista consiste en su capacidad para producir un nuevo valor mayor que su propio valor de cambio (p.31). Para alcanzar este descubrimiento, Marx tuvo que distinguir trabajo de fuerza de trabajo y considerar ésta como una mercancía (lo cual es debatible, porque no se ‘produce’ para venderse), y lo obligó a determinar su valor, lo cual es muy problemático porque requiere contabilizar el tiempo de cuidado familiar que no es trabajo asalariado y que, como sabemos bien, no tiene una jornada laboral definida.

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