domingo, 27 de marzo de 2016

COLUMNAS

Agreden sexualmente a colaboradora de El Universal ¿y no hay seguimiento a la nota de Elisa Alanís?

@FedericoArreolasáb 26 mar 2016 10:06
  
 
Los hechos deben ser denunciados, para ver si Eruviel 
Ávila se pone las pilas
Los hechos deben ser denunciados, para ver si Eruviel Ávila se pone las pilas
Foto propiedad de: internet
La robaron y, además, le bajaron los pantalones, le levantaron la blusa y la obligaron a sentarse en las piernas de los agresores
En su columna de El Universal, la señora Elisa Alanís denunció la agresión sexual que sufrió alguna compañera suya, no identificada, en una combi de las usadas en el servicio de transporte de pasajeros tanto en la Ciudad de México como en el Estado de México.
Veamos los hechos narrados por Elisa Alanís, de acuerdo a la nota publicada porSDPnoticias:
1.- Durante 40 minutos la colaboradora de El Universal TV sufrió ataques sexuales y el robo de sus pertenencias al trasladarse del Estado a la Ciudad de México.
2.- En la unidad de la ruta Ixtapaluca-Aeropuerto viajaban dos tipos que al parecer ya se encontraban en la combi antes de que todos abordaran.
3.- El conductor, aparentemente cómplice, desvió la camioneta hacia un baldío.
4.- En el baldío, los dos hombres, no mayores de 30 años, pidieron a los pasajeros que desbloquearan y resetearan sus teléfonos celulares.
5.- Dijo la agredida: “Éramos casi puras mujeres, unas seis o siete. Atrás, escoltando a la combi, iba un taxi capitalino, por lo menos traía los logotipos color rosa con blanco”.
6.- A la colaboradora de El Universal TV la robaron y, además, le bajaron los pantalones, le levantaron la blusa y la obligaron a sentarse en las piernas de los agresores.
7.- Entre risas y burlas, la víctima escuchó que le decían: “Qué rica, ¿te gusta cómo te toco?”.
8.- También le pegaron en el pómulo y en el estómago y la amenazaron con una navaja.
9.- Tras 40 minutos de terror, la colaboradora de El Universal y las otras personas atacadas fueron liberadas.
10.- Después de la agresión, las víctimas intentaron pedir ayuda a una patrulla que circulaba por el lugar, pero los policías las ignoraron.
11.- El balance que hizo de los hechos la colaboradora de El Univeral TV es el siguiente: “Me despojaron de todo, de mi cartera, teléfono, identificación, llaves, privacidad, seguridad”.
Ojalá que pronto la mujer agredida denuncie lo que pasó ante el ministerio público del Estado de México. Entiendo la desconfianza en las autoridades que nunca resuelven casos como el que se ha contado aquí, pero algo podrá investigar la policía de ese lugar.
Entiendo también que la colaboradora de El Universal haya pedido a su compañera Elisa Alanís, por el temor de sufrir nuevas agresiones, no mencionar su nombre.
Pero creo que los periodistas, o en general las personas que trabajamos en los medios de comunicación, estamos obligados a dar la cara si decidimos denunciar en términos periodísticos las agresiones que sufrimos.
Los que atacaron a la compañera de Elisa Alanís conocen su nombre puesto que le robaron la cartera con sus identificaciones; entonces, debe enfrentarlos abiertamente.
Sobrará gente que la apoye, como la propia Elisa y el resto de las personas que trabajan en El Universal.
Desgraciadamente, el gobierno del Estado de México, encabezado por Eruviel Ávila, solo actuará si hay una fuerte presión mediática.
Elisa Alanís ya preguntó, en su columna, lo siguiente: “¿Qué hacer después de la agresión sexual y el robo? ¿Qué sigue? Se lo pregunto en esta columna a las autoridades mexiquenses”.
Cualquier cosa que siga, será más favorable para la agredida en la medida en que El Universal le dé seguimiento al caso.
Pero en El Universal de hoy sábado no se publica nada sobre el asunto, o nada destacado.
En el Facebook de ese periódico llama la atención que ya dos veces, esta mañana, se ha difundido el video de Andrea Noel, la periodista que se va de México por haber sufrido agresiones y amenazas en la Colonia Condesa.
Es correcto apoyar con notas informativas a la señora Noel –que, por cierto, no trabaja en El Universal–, pero el mismo respaldo merece en esa empresa una de sus empleadas que fue tan vilmente atacada en el Estado de México.

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