miércoles, 31 de enero de 2018

Calumniadora Mariana Gómez del Campo (@MarianaGC) y fotografía de Felipe Calderón (@FelipeCalderon) con Hugo Chávez

@NietzscheAristomié 31 ene 2018 16:12
 
  
 
Hay variedad de fotos y videos con abrazos, sonrisas y sacudidas entre Felipe Calderón y el fallecido presidente de Venezuela.
Hay variedad de fotos y videos con abrazos, sonrisas y sacudidas entre Felipe Calderón y el fallecido presidente de Venezuela.
Foto propiedad de: Internet

No sé si exista en algún lado, pero debiera, una ley a través de la cual los políticos, funcionarios, legisladores (¡sobre todo!) y burócratas en general que mintieran y calumniaran fueran penados. Incluso en tres tiempos: advertidos, penados, cesados; dos oportunidades para dejar de mentir y la última, el despido, para que no queden impunes y continúen sus fechorías.
Me llama la atención, dentro de los muchísimos que hay -al ver al personaje en acción en el programa de El Financiero Bloomberg, La nota dura, que conduce Javier Risco-, el caso de Mariana Gómez del Campo Gurza, voraz miembro de dicha familia insaciable, prima de Margarita, la esposa de Felipe Calderón, de Virginia, la esposa de Luis Videgaray, y de Marcia Matilde, socia fundadora y responsable de la guardería ABC de Sonora. Además, senadora panista por representación proporcional.
Supongo que, como político, Mariana Gómez tiene “derecho” a actuar y hablar sin ética con tal de preservar el poder a que está habituada; ya que la política en México se ha convertido en materia execrable. Pero, mentir, calumniar, acusar sin pruebas para fortalecer una campaña de lodo contra un opositor, ¿se vale? No lo creo. Por eso es que tiene que existir una ley para sancionar a los políticos mentirosos y calumniadores como la senadora plurinominal del PAN. Como parte de la inmoral guerra sucia de los panistas, este personaje parasitario (porque el erario paga su altísimo e indebido sueldo así como su corrupción; como esa de llevar al hermano a vender bicicletas de su empresa al Senado) estableció en el referido programa sin el menor rubor:
“Andrés Manuel (se le cebó esta, porque ya se había cansado de decir Sr. López) se siente muy cómodo en Venezuela y ha ido trabajando muy de la mano en su momento con Chávez y ahora con Maduro. Yo he denunciado en varias ocasiones el que le financien parte de su movimiento la gente de Venezuela… donde la gente hoy está muerta de hambre por políticas, las mismitas que impulsa aquí López Obrador”.
Bueno, si tuviera pruebas de las relaciones y del financiamiento, ya se le habría hecho tarde para presentarlas. Se puede entender, aunque no tolerar, que un mercenario cloaca como el venezolano de Miami, Juan José Rendón, se atragante de estiércol al mentir, rumorar y calumniar, pero, ¿se debe permitir la mentira y la calumnia de un empleado del Estado, de un legislador que está obligado a actuar con honorabilidad y verdad, como es el caso de Mariana Gómez del Campo Gurza? Escuchar, ver a esta persona no puede causar más que indignación y cierta frustración porque no hay ley que la castigue; que viva en impunidad.
Afortunadamente, Yeidckol Polevnsky, la presidenta y vocera de Morena le contestó muy bien. No sólo probando la corrupción personal del personaje en cuestión y exigiendo pruebas, sobre todo, exhibiendo una verdad que todos conocemos: quienes han tenido relación con Hugo Chávez son los prianistas. Hay variedad de fotos y videos con abrazos, sonrisas y sacudidas entre Felipe Calderón y el fallecido presidente de Venezuela, a quien no dejan los prianistas descansar en paz; sin olvidar las imágenes del mequetrefe loco, Vicente Fox. (Por su parte, la representante del PRI, Vanessa Rubio, mintió sin ton ni son, con ignorancia a pesar de argumentar que el “pacífico” Meade habla de datos duros; sólo por calumniar también cuando dijo que “en las marchas de López se vandalizaban los comercios” y habían dejado un saldo de ¡“tres mil millones de desempleados”!).
Aparte de que la mentira y la calumnia debieran de ser castigadas en la política mexicana, muy buena contribución sería si los conductores de programas políticos como Javier Risco fueran más incisivos y cuestionaran a fondo sobre las afirmaciones a todas luces falsas de sus entrevistados.
Difícilmente se encontrará alguna fotografía o video que relacione a López Obrador con Venezuela (y no porque fuera una vergüenza, simplemente porque se trata de procesos políticos distintos y porque de haber existido incluso una relación llanamente cordial, la embestida sería peor aún). Chávez mismo dijo públicamente que jamás había conocido a López Obrador. Pero eso sí, desde de los archivos de su celular, Polevnsky tuvo el acierto y el tiempo, hacia el final del programa, de exhibir una de las tantas fotografías entre Calderón y Chávez, para parar en seco a la calumniadora y dejarla con el pico cerrado.

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