COLUMNAS
Guerra sucia contra AMLO
Veo que los adversarios políticos de Andrés Manuel ya echaron a andar la burda campaña de desprestigio para infundir miedo en la población. La también denominada 'guerra sucia' es una forma cobarde y tramposa de hacer política. Porque además de calumniar a los rivales electorales, lucra con la profunda ignorancia del pueblo mexicano.
Si fuéramos una sociedad más leída y educada, sabríamos que López Obrador no tiene nada que ver con Hugo Chávez o Fidel Castro. En primer lugar, porque AMLO siempre ha buscado el poder insistiendo en la vía pacífica y electoral, a través de nuestras instituciones; por su parte, el venezolano y el cubano fueron golpistas, guerrilleros, militares. Aunado a lo anterior, mientras que el tabasqueño se promueve y gobernaría con corbata o en guayabera, los otros lo hacían y lo hicieron portando eternamente el verde olivo.
Andrés no es ni ha sido jamás un socialista. Su discurso en materia fiscal es más parecido al de Reagan, que al de Bachelet. En cuanto a su postura en relación a temas polémicos como el aborto, la eutanasia, la legalización de las drogas, las familias homoparentales o los matrimonios homosexuales, el pronto tres veces candidato presidencial siempre se ha mostrado reticente, evasivo o en contra. Es decir, filosóficamente es un político conservador y reaccionario, y no liberal y progresista, como muchos equivocadamente creen. Por lo que hace a su nacionalismo, AMLO ha demostrado peligrosas similitudes con los políticos fascistoides y xenófobos que han proliferado en Europa últimamente. Así que no crean ni piensen que un eventual gobierno de López Obrador tendría algo que ver con el bolivarismo venezolano o la revolución cubana.
Porque Andrés Manuel no es otra cosa que un perfecto y genuino representante del PRI de los años setenta, que no es otra cosa que la cristalización de la antítesis de la izquierda latinoamericana. Es el priismo que persiguió, torturó y asesinó a jóvenes e intelectuales que justamente precedieron a los gobernantes izquierdistas de Venezuela, Brasil. Argentina, Chile, Bolivia y Ecuador, mismos gobiernos que los detractores de AMLO usan como simil para asustar a la gente. Y lo peor es que muchos mexicanos lo creen, por ignorantes.
López Obrador es un priista de la vieja guardia. Andrés Manuel no es un comunista. Así que por eso no se preocupen.
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