Entender el juicio por traición a la patria en contra
de Calderón requiere de un simple análisis de
las leyes que han sido violentadas en la intentona
privatizadora.
En los incisos I y XIII del artículo 127 explica que es
traidor a la patria aquel que: “REALICE ACTOS CONTRA
LA INDEPENDENCIA, SOBERANIA O INTEGRIDAD
DE LA NACIÓN MEXICANA CON LA FINALIDAD
DE SOMETERLA A PERSONA, GRUPO O GOBIERNO
EXTRANJERO” y “RECIBA CUALQUIER BENEFICIO, O
ACEPTE PROMESA DE RECIBIRLO, CON EL FIN DE
REALIZAR ALGUNO DE LOS ACTOS SEÑALADOS EN
ESTE ARTÍCULO”.
De esta forma serían, no sólo Calderón, sino todos
los promotores de la privatización de Pemex
los presuntos traidores a la patria. Todos sabemos
quiénes son, son aquellos que dicen: “Apoyemos las
reformas del presidente”. Y no es necesario que el
presunto traidor se apersone ante un gobierno extranjero,
tan sólo es necesario que lo haga ante una
sola persona extranjera.
Y quizás alguien podría preguntar: ¿qué tiene que
ver Pemex con esto de la soberanía y la traición a la
patria? Pues bien, el artículo 27 constitucional dice
que el Petróleo es estratégico, y aquello que sea
estratégico en el ámbito nacional es para la subsistencia
del país como una nación independiente y
soberana.
De tal forma que si alguien promueve la entrega
de Petróleos Mexicanos a una persona extranjera
de facto incurre en traición a la patria. Tan sencillo
como la ley lo dice.
Ya bien dicen que Calderón no será procesado
por tales delitos (ni todos los panistas y priístas en
favor de la privatización) pero sienta un precedente
jurídico muy valioso para todos los ciudadanos
mexicanos para que sus instituciones se vean fortalecidas
mediante la democratización de la justicia
y ciudadanización de la toma de decisiones en
temas importantes como la administración de sus
energéticos e infraestructura.
Podría parecer un paso ilusorio al principio pero
todo este proceso judicial sienta las bases necesarias
para que por fin exista la figura de la revocación
de mandato, término que los políticos dinosáuricos
evitan siquiera mencionar pues eso significa el fin de
la imperante perpetuidad de las viejas estructuras
de estado.
No tardarán en decir que tales cosas son antidemocráticas
y demás contrasentidos de los que la
verborrea política se vale cuando sus intereses se
ven afectados.
Estamos, pues, sumidos en la ingobernabilidad, ya
que si en un país donde sus ciudadanos se organizan
para la destitución de uno de sus supuestos
representantes es que la situación debe estar muy
mal, bastante deteriorada.
Pero más malestar se demuestra cuando dicho
representante amenaza abiertamente con matar
de hambre a la población mediante la eliminación
de subsidios y mostrándoles un panorama sin futuro.
Y me refiero a las últimas declaraciones de
Carstens, quien amenaza con crisis y más crisis,
claro, de no aprobarse la privatización de Pemex.
¿A quienes si les dicen que les va a ir bien más
adelante?
Morfemas por Morfo
www.senderodelpeje.com México DF, miércoles 10 de septiembre de 2008 SENDERISTAS 7
bi t
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