sábado, 27 de enero de 2018

COLUMNAS

Sobre Beltrones: contrarréplica a Frida Gómez, periodista digital, feminista y justiciera

@maloguzmanverojue 25 ene 2018 16:50
 
  
 
No deja de ser increíble cómo Manlio Fabio ha soportado desaires, ingratitudes, deslealtades y sigue estando al pie del cañón
No deja de ser increíble cómo Manlio Fabio ha soportado desaires, ingratitudes, deslealtades y sigue estando al pie del cañón
Foto propiedad de: Internet

Frida Angélica lee mal La epopeya de Gilgamesh. Si utilizamos la analogía, Enkidu sería Colosio, pues es quien muere en el poema y, supongo, Manlio Fabio Beltrones sería el rey Gilgamesh. Pero eso no es lo único que la periodista ha interpretado mal.
Mi columna "El Peje contra otro caballito de Troya; o, ¿qué, se tratará del famoso percherón de Sonora?", si se lee con cuidado, no habla de deslealtad. En un ejercicio de ficción, se describe una situación en que los partidos políticos hacen todo, incluyendo sacrificar a quien sea, en aras de construir una estrategia para ganar, como lo hacen los héroes con dicho artilugio en Troya. Bajo esas circunstancias, no hay sentido de deslealtad ni falta de escrúpulos, todo lo contrario. Los héroes son capaces de asumir el sacrificio máximo, ser el caballo de Troya del priísmo por el bien y por la fortaleza del partido y, la otra parte —AMLO y Morena—, lo desean, lo codician, por lo mucho que dicho súper humano vale. De ahí la ironía del texto: en el fondo, Andrés Manuel no sería engañado.
Al inicio de mi artículo menciono dos hipótesis, dos suposiciones y advierto que se elucubrará al respecto. En pocas palabras, realizo un ejercicio libre de análisis político. (Esta misma semana lo hizo alguien que hace a Ricardo Anaya Presidente y, hoy mismo, otro periodista de talla se refiere a un personaje del priísmo como la “mano negra del PRI”).
El título de mi texto se sustentó en los comentarios en los medios al respecto de si Gabriela Cuevas es un caballo de Troya, al abandonar el PAN y pasarse a Morena. Versión negada por ella. Y, en señal de respeto y admiración se aclara desde la apertura del texto que MFB es percherón, ningún simple caballito.
Morena es el partido donde mayor número de “fuereños” han ingresado en los últimos meses. Algunos por mutuo propio y otros buscados por AMLO. Pareciera que está construyendo certeza para una buena parte de la ciudadanía, más allá de sus ideologías. En el mismo sentido, la creación de una red de apoyos en todos los partidos y estructuras que emigran con ciertos personajes. Ejemplos sobran: Alfonso Romo y Esteban Moctezuma, por mencionar un par. El 24/1, Andrés Manuel invitó a Gil Zuarth a ir a Morena. Por ello, está permitido suponer que también invitaría a un importante priista como es MFB.
Considerar —como supuesto— que MFB pudiera ingresar a MORENA, conlleva lo siguiente:
•El poder de convocatoria de AMLO es tal (por ende, su certeza de triunfo), que hasta el “último gran priista” iría con él.
•El único priista “digno” de abandonar ese barco, y ser invitado a MORENA es MFB. Ojo, una cosa es ser invitado y otra el “perdón” que ya está otorgando AMLO a EPN y a CSG —su némesis—.
AMLO ha abandonado la pureza de ideología —como han hecho todos— y se inclina por un pragmatismo a ultranza. Empezando con la adhesión que ha hecho del PES. Siguiendo dicho razonamiento, López Obrador ha observado a MFB y cómo éste se ha desenvuelto recientemente.
Al hablar de MFB como un guerrero que “ha enfrentado más batallas que cualquier otro político… [y que] ahora sufre agravios que no merece”, Frida Angélica no hace más que confirmar lo que establecí al respecto de la valía de Manlio Fabio en mi contribución pasada. Ahora lo ahondo y enumero otras gestas más:
1) Fue muy cercano a Colosio. Con su asesinato, se unió a EZPL y su lealtad al partido y nuevo candidato resistió toda prueba. Máxime cuando él también resultó lastimado por el asesinato de su amigo.
2) Para las elecciones del 2012, viendo que el PRI podía dividirse si él continuaba con sus intenciones de ser Presidente, decidió declinar sus aspiraciones y apoyar en todo a EPN.
3) Siendo el líder de la bancada priista en San Lázaro, logró conjuntar y coaligar a todas las fracciones para que las reformas pasaran de forma fácil, rápida, casi sin modificaciones y, cada una, votada por todos. Es un gran operador político. Nadie ponderó su labor.
4) Le nombraron presidente nacional del PRI y, aunque no estaba de acuerdo con la gran mayoría de los candidatos a gobernador, operó para ellos. Se dice que hizo ver a EPN cuáles eran las debilidades de los que perdieron y por qué se tenía que poner a candidatos más cercanos al electorado. No fue escuchado, se perdió y el único que asumió toda la culpa de la debacle priista fue él. En ningún momento señaló a las políticas desarrolladas, ni a quien eligió a los candidatos, ni al Gobierno Federal.
5) La última: el desaguisado de Chihuahua. Si bien MFB se amparó, no ha enlodado a nadie de la administración federal, en Hacienda o en el partido. Otra vez, todo el problema lo ha enfrentado solo, sin recibir apoyo ni del partido y menos del gobierno.
Por cuanto al supuesto carácter vulgar e irrespetuoso de mi texto, y la aparente ausencia de “lectura de la personalidad de Manlio Fabio”, respondo que se trata de todo lo contrario. Para los que conocen bien de hazañas históricas, la columna consistió a una oda —sútil, sí— al personaje. Y, como toda apología, se conforma de elementos de alabanza, pero también de drama, crítica y exaltación para generar y subrayar el carácter mítico, superdotado de ciertas figuras.
De Beltrones se ha hablado pestes desde hace mucho tiempo. Iniciando por la malintencionada idea de que algo tuvo que ver con el asesinato de su amigo o nociones —esas sí vulgares e irrespetuosas— de que es narco y socio de narcos, que manejó los desvíos de dinero en las últimas campañas, y un largo etcétera. Al respecto, MFB nunca pierde la compostura, pues le asiste la razón.
Pero mi columna no es una más de esas execraciones. Me pregunto, entonces, ¿por qué duele tanto una simple reflexión de política-ficción? De allí que sugiera dos nuevas hipótesis (y que conste que se trata de teorías que buscan provocar el análisis y despertar razonamientos —serios; sí, serios—: o está harto de tanto barullo y mi columna fue la gota que derramó el vaso. O, bien, el coqueteo —real o troyano— de Morena se dio, y con esta columna, los amores morenos terminaron.
Ya la historia le dará la razón —o no— a la columnista Frida Angélica, a la cual le agradezco el debate dentro de un ejercicio de absoluta libertad de expresión, cuyo manto a ambas afortunadamente nos cobija, pero lo cierto es que en estos momentos MFB efectivamente se encuentra perseguido, como bien afirma Frida Angélica, o contra el precipicio, como diría yo. Manlio Fabio anda cuesta abajo y nadie, durante las últimas semanas, salvo quien esto escribe, lo ha dibujado en público con la fuerza que Manlio Fabio tiene, el poder que representa y la lealtad que le confiere a su partido.
No deja de ser increíble cómo ha soportado desaires, ingratitudes, deslealtades y sigue estando al pie del cañón. Tal vez, no sólo sea el último priista, sino también el último político mexicano que defiende la ideología de su instituto político. Al respecto, creo que ello más bien es una teoría que se ha venido comprobando, que una elucubración.

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