El sexenio acaba, pero no las historias de enriquecimientos inexplicables desde la administración y son las de los gobernadores, pero también las de funcionarios menores como la de Roberto Gómez Morales, que siendo chofer en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se compró un rancho de 42 hectáreas en Chiapas con ayuda de notarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario