miércoles, 24 de marzo de 2010

Mi rechazo por las universidades privadas -- Víctor Hernández

Estudié en escuelas públicas toda mi vida. Tanto en México como en Estados Unidos. He dado clases también en una universidad pública y en una privada en California.

En el sistema público mi gran queja fue que cada facultad permite que sus intereses políticos a veces interfieran con el desarrollo del trabajo de los estudiantes. Hay dineros que manejar, cargos a los cuales se aspira, etc. Grilla, pues, pero es manejable.

En el sistema privado es peor. Me horroricé de ver como se desprecia a los alumnos y se les da trato ya nisiquiera de clientes, sino practicamente de enemigos a los cuales hay que sacarles la mayor cantidad posible de dinero ofreciendo la menor cantidad de comprensión.

Eso es en Estados Unidos. Fue suficiente para que me quedara un enorme rechazo hacia las escuelas privadas.

Así que si me quieren llamar “resentido social” por eso, hágan lo que se les pegue su chingada gana. Me vale madre.

Ayer el rector del TEC de Monterrey, Rafael Rangel Sostmann, pidió a los alumnos de esa escuela privada que no protestaran por el asesinato de dos alumnos de postgrado. Pidió “dejar el pasado atrás”, dijo que no espera que Felipe Calderón ni Rodrigo Medina “vengan a resolver los problemas” y que “este evento que nos sucedió con estos dos alumnos, nos sirva a todos, y no para estar culpando a todo mundo.”

Llámenme nuevamente “resentido social”, pero educar a los alumnos de una escuela para ser sumisos, callarse, no protestar, no culpar a los responsables de la situación (¿quiénes tienen al ejército en la calle?) y simplemente ser agachones ante una el asesinato de dos estudiantes, no es lo correcto ni por asomo en un país que se está hundiendo por la ineptitud y corrupción de sus gobernantes ¡educados en escuelas privadas!

Ironicamente, los familiares de uno de los estudiantes asesinados denunciaron que sus rostros estaban tan desfigurados que les resultó difícil reconocerlos, por lo que consideran que pudieron haber sido torturados.

Si yo tuviera un hijo en el TEC, en este momento lo sacaba de esa escuela y lo mandaba a una escuela pública hasta que el TEC cambie de manera radical. “El que obdece no se equivoca” es una máxima del Yunque. También lo asesinan, al parecer, y luego quieren que no se proteste.



PD: Andrés Manuel López Obrador recordó en su mensaje semanal por YouTube que desde el sexenio de Salinas, siendo Ernesto Zedillo secretario de educación, se modificó la constitución para que el estado no estuviera obligado a garantizar la educación gratuita a nivel medio-superior (es decir, preparatoria y universidades.) A raíz de eso, el gobierno federal tanto del PRI como del PAN dejó de invertir en preparatorias y universidades. El resultado es que ahora millones de estudiantes son rechazados de universidades públicas “por falta de cupo”, mientras que las ganancias de las universidades privadas han ido en aumento. Yo lo que digo es que si tan chingonas fueran las universidades privadas, Calderón y demás funcionarios educados en escuelas privadas no serían tan ineptos.

PD2: Aclaro que a mi me da igual si la gente quiere estudiar en una ecuela pública o en una privada. Yo en lo personal rechazo a las universidades privadas, pero el lugar de estudio es decisión de cada quien. Al final, lo que hace al alumno no es la escuela sino las ganas que tenga el alumno de aprender. El mejor estudiante es el estudiante auto-didacta que encuentra la manera de aprender al margen de la escuela. Y eso puede ser en la escuela que sea. Pero para lograr eso, el alumno debe tener un sentido de independencia personal—y ser contestatario además—que claramente muchas escuelas privadas no le van a permitir. Dijo una vez un profesor de una escuela de California que estudió en la UNAM: “si sabes aprovecharla, la UNAM te puede dar una educación igual o mejor que en Harvard.”

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