jueves, 6 de julio de 2017

Ninguna fiscalía asume el caso y la indagatoria está detenida
Militar ultrajada en Arco Norte pide a la Sedena que investiguen su caso
Jesús Aranda
 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de julio de 2017, p. 11
La saña con la que fui golpeada y violada no la entiendo; quizá fue porque mis atacantes se dieron cuenta que soy militar, afirma María del Rocío. Aún con huellas de golpes en el rostro y fuertes dolores en una pierna que le impiden moverse con normalidad, revive las horas que estuvo privada de la libertad, junto a su hermano, cuando fueron asaltados sobre la carretera Arco Norte y ultrajada por un tipo al que llamaban el comandante y otros sujetos el pasado 23 de mayo.
Tras un descuido de sus captores, lograron escapar con vida.
María del Rocío presentó una denuncia en la Fiscalía para la Atención de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (FDS-2); ésta la turnó a la Fiscalía General del Estado de Hidalgo, y hasta la fecha la investigación está detenida y ni siquiera le han entregado copia de la carpeta de investigación.
La militar del Servicio de Sanidad hizo un llamado al secretario de la Defensa Nacional (Sedena), general Salvador Cienfuegos Zepeda, para que la apoye y exija a las autoridades que investiguen el caso hasta las últimas consecuencias.
Al reconstruir los hechos y luego de hablar con las personas que la apoyaron, la militar llegó a la conclusión de que sus atacantes forman parte de una banda delictiva que opera en la zona donde fue atacada. Explicó que los delincuentes, aprovechando la falta de vigilancia, ponchan las llantas de los automóviles para sorprender a los viajeros y asaltarlos.
La noche en que fue agredida, María del Rocío supo que otro automovilista también fue asaltado y que a un tráiler le poncharon varias llantas en la misma zona, cerca de los poblados Emiliano Zapata, Santa Clara y San José.
En entrevista con La Jornada, la militar, de 37 años de edad, narra la pesadilla que vivió cuando transitaba, cerca de las 10:30 de la noche, sobre en la autopista de cuota Ciudad Sahagún-Tlaxcala.
Antes de llegar a la caseta de Calpulalpan, en un paraje solitario, se poncharon dos llantas del vehículo en que viajaba, lo que los obligó a detenerse. Luego, de las sombras salieron cuatro sujetos armados, quienes los sometieron, los bajaron del vehículo y los arrojaron sobre la cuneta, a un lado de la carretera.
A continuación, los golpearon y los amenazaron. Los golpes aumentaron contra María del Rocío cuando los sujetos abrieron su bolsa y se percataron de que era militar. A su hermano no lo golpearon tanto como a ella. Con gritos y groserías, le decían que si no les daba las claves de su teléfono Iphone la iban a matar.
Luego de someterla y ultrajarla, María del Rocío fue llevada junto a su hermano y los maniataron, espalda con espalda. En un descuido de sus captores, escaparon. Le decía a mi hermano que corriera, que de todas maneras nos iban a matar. En la oscuridad, sentía que las balas silbaban cerca de mí, hasta que llegamos a la carretera. Luego caminamos como 2 kilómetros hasta que llegamos a un teléfono de emergencia y pedimos ayuda.
Ahí recibieron apoyo y a las 8 de la mañana del 24 de mayo ingresó al Hospital Central Militar, de donde la canalizaron a la Fiscalía de Delitos Sexuales capitalina para que la atendiera un médico legista, le tomaran muestras y abrieran la carpeta de investigación CI-FDS-/FDS-2/UI-FDS-2-02/370/05-2017.
Sin embargo, ninguna fiscalía se ha hecho responsable del caso y la investigación está detenida.
Ninguna fiscalía asume el caso y la indagatoria está detenida Militar ultrajada en Arco Norte pide a la Sedena que investiguen su caso Jesús Aranda   Periódico La Jornada Jueves 6 de julio de 2017, p. 11 La saña con la que fui golpeada y violada no la entiendo; quizá fue porque mis atacantes se dieron cuenta que soy militar, afirma María del Rocío. Aún con huellas de golpes en el rostro y fuertes dolores en una pierna que le impiden moverse con normalidad, revive las horas que estuvo privada de la libertad, junto a su hermano, cuando fueron asaltados sobre la carretera Arco Norte y ultrajada por un tipo al que llamaban el comandante y otros sujetos el pasado 23 de mayo. Tras un descuido de sus captores, lograron escapar con vida. María del Rocío presentó una denuncia en la Fiscalía para la Atención de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (FDS-2); ésta la turnó a la Fiscalía General del Estado de Hidalgo, y hasta la fecha la investigación está detenida y ni siquiera le han entregado copia de la carpeta de investigación. La militar del Servicio de Sanidad hizo un llamado al secretario de la Defensa Nacional (Sedena), general Salvador Cienfuegos Zepeda, para que la apoye y exija a las autoridades que investiguen el caso hasta las últimas consecuencias. Al reconstruir los hechos y luego de hablar con las personas que la apoyaron, la militar llegó a la conclusión de que sus atacantes forman parte de una banda delictiva que opera en la zona donde fue atacada. Explicó que los delincuentes, aprovechando la falta de vigilancia, ponchan las llantas de los automóviles para sorprender a los viajeros y asaltarlos. La noche en que fue agredida, María del Rocío supo que otro automovilista también fue asaltado y que a un tráiler le poncharon varias llantas en la misma zona, cerca de los poblados Emiliano Zapata, Santa Clara y San José. En entrevista con La Jornada, la militar, de 37 años de edad, narra la pesadilla que vivió cuando transitaba, cerca de las 10:30 de la noche, sobre en la autopista de cuota Ciudad Sahagún-Tlaxcala. Antes de llegar a la caseta de Calpulalpan, en un paraje solitario, se poncharon dos llantas del vehículo en que viajaba, lo que los obligó a detenerse. Luego, de las sombras salieron cuatro sujetos armados, quienes los sometieron, los bajaron del vehículo y los arrojaron sobre la cuneta, a un lado de la carretera. A continuación, los golpearon y los amenazaron. Los golpes aumentaron contra María del Rocío cuando los sujetos abrieron su bolsa y se percataron de que era militar. A su hermano no lo golpearon tanto como a ella. Con gritos y groserías, le decían que si no les daba las claves de su teléfono Iphone la iban a matar. Luego de someterla y ultrajarla, María del Rocío fue llevada junto a su hermano y los maniataron, espalda con espalda. En un descuido de sus captores, escaparon. Le decía a mi hermano que corriera, que de todas maneras nos iban a matar. En la oscuridad, sentía que las balas silbaban cerca de mí, hasta que llegamos a la carretera. Luego caminamos como 2 kilómetros hasta que llegamos a un teléfono de emergencia y pedimos ayuda. Ahí recibieron apoyo y a las 8 de la mañana del 24 de mayo ingresó al Hospital Central Militar, de donde la canalizaron a la Fiscalía de Delitos Sexuales capitalina para que la atendiera un médico legista, le tomaran muestras y abrieran la carpeta de investigación CI-FDS-/FDS-2/UI-FDS-2-02/370/05-2017. Sin embargo, ninguna fiscalía se ha hecho responsable del caso y la investigación está detenida. AnteriorSiguiente Subir al inicio del texto

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