jueves, 28 de marzo de 2019

Javier Sicilia a AMLO: si no pueden cumplirle a las víctimas, háganse a un lado

CUERNAVACA, Mor. (apro).- Ocho años después, “nada ha cambiado”. El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, conmemoró los ocho años de su nacimiento con una demanda fundamental: “si no están dispuestos a cumplirle a las víctimas, porque no quieren o no pueden, háganse a un lado, para que construyamos mecanismos no oficiales de búsqueda de la verdad y pidamos la justicia a la comunidad internacional”.
El poeta Javier Sicilia leyó un manifiesto a ocho años del asesinato de su hijo, quien junto otras seis personas fue masacrado y abandonado en las inmediaciones de un fraccionamiento en Morelos, el 28 de marzo de 2011. Al mismo tiempo, activistas del movimiento colocaron una placa en las columnas de Palacio de Gobierno, para recordar que está pendiente la justicia en el caso del asesinato de Samir Flores, opositor a la termoeléctrica de Huexca, asesinado el 20 de febrero pasado.
Al evento acudieron representantes de los principales colectivos de víctimas en Morelos, así como de familiares de Samir, de integrantes de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos, así como de personajes solidarios con el movimiento como el académico Sergio Aguayo y el consultor en derechos humanos Jacobo Dayán, entre otros.
Sicilia pide de entrada guardar un minuto de silencio por las víctimas. Luego recuerda el origen del movimiento “que dio voz a las víctimas de un país enmudecido por el miedo y destrozado por la violencia de la guerra de Felipe Calderón, continuada por Enrique Peña Nieto”. Reconoce algunos logros de las organizaciones: la ley de víctimas, la de búsqueda, aquella contra la tortura.
Sin embargo, “los resultados son escasos: justicias selectivas, reparaciones asistenciales y un grave aumento de la violencia, la desaparición, los homicidios, los feminicidios, la violación a los derechos humanos y la impunidad”.
Recuerda que hace un año Andrés Manuel López Obrador creó altas expectativas “de que por fin el país encontraría una verdadera política de Estado y una ruta clara hacia la paz y la justicia perdidas”.
Recuerda que el entonces candidato y luego presidente electo se comprometió a pedir perdón a nombre del Estado mexicano sino a hacer justicia “en lo que humanamente” le correspondía.
Y aunque hubo un trabajo incipiente, la verdad “nos pusimos a trabajar; no lo hemos dejado de hacer desde hace años. Por desgracia, la respuesta del Presidente ha sido la traición”, remachó Sicilia.
Dijo que la traición se materializó con la decisión de militarizar: “Militarizó de forma más brutal al país, disfrazando la permanencia de las Fuerzas Armadas en la calle, con un eufemismo: Guardia Nacional, y amparando su tarea de guerra bajo una reforma constitucional sumamente cuestionable”.
Le reclama también que como presidente no se haya referido nunca a la tragedia que vive el país. Peor aún, dice que durante los primeros 60 días de su gobierno los números de la violencia se acrecentaron.
“No hemos escuchado de sus labios el perdón que prometió pedir a nombre del Estado durante el Segundo Diálogo por la Paz, la Verdad y la Justicia”, le reclama. Tampoco, dice, “se ha articulado ningún programa serio de Estado en relación con la Justicia Transicional y la Paz. Los diagnósticos y las propuestas entregadas han caído en el vacío del archivo burocrático y en el desdén de la Presidencia de la República”.
Dice además que la traición no sólo ha sido a las víctimas, “también se ha hecho con los pueblos indios al imponer, con consultas anticonstitucionales y amañadas, proyectos de naturaleza neoliberal disfrazados de populismo, como el Tren Maya o el Proyecto Integral Morelos”, que incluye el gasoducto y la termoeléctrica de Huexca.
Estos proyectos, sigue el poeta, “están destruyendo de manera considerable el tejido social de los pueblos y generado violencia y crimen”.
Le recuerda a López Obrador que en 2014 despotricó contra la termoeléctrica y que luego “no sólo tomó partido en favor de ella, sino que, con un lenguaje indigno, descalificó la protesta y los argumentos de los pueblos indígenas” llamándolos “radicales de izquierda” y “conservadores”. Señala entonces que la cuarta transformación es “idéntica” a la política de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, o tal vez, “peor, por su traición”.
Luego lanza una serie de demandas que van de crear una política integral de Estado, la aplicación del modelo integral de atención a víctimas, hasta atacar las causas de raíz del problema de la tragedia humanitaria, combatir las redes de corrupción e impunidad, transformar las comisiones ejecutivas de víctimas y de búsqueda en “nacionales”, para que obliguen a los gobernadores y alcaldes a asumir su responsabilidad.
También le demanda pedir perdón a las víctimas en nombre del Estado, poner límite a los proyectos neoliberales como el Tren Maya y el PIM, entre otras.
Finalmente le advierte a López Obrador: “Si usted no está dispuesto a asumir responsable e integralmente la verdad, la justicia y la paz, como lo prometió, dígalo con claridad para que nosotros –como lo han hecho las madres de los desaparecidos identificando con sus propios métodos las fosas clandestinas– construyamos mecanismos no oficiales de búsqueda de la verdad y pidamos la justicia a la comunidad internacional”.
Luego, los activistas colocaron la placa para recordar a Samir Flores y a algún funcionario menor del gobierno que vio lo que ocurría se le ocurrió amenazar a uno de ellos de que lo que hacían era un delito, “daño al patrimonio”; pero el respaldo de los presentes hizo que no pasara a mayores la amenaza.

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