El daño que @enriquekrauze y @antoniosola_ han hecho a #AMLO y Mx; #TheEconomist
Con la frivolidad propia de un ignorante, quien haya firmado el 24-01-15 el artículo “The mexican morass”, en la sección “Bello” del semanario The Economist (nombrada con el apellido del escritor venezolano Andrés Bello para ocuparse de asuntos de la región latinoamericana) escribe, en el párrafo final de una crítica más o menos certera a EPN, que el beneficiario de la debacle peñista pudiera ser un “messianic populist”:
“His bold economic reforms may yet bring political reward (habla la revista de su ex ídolo, Peña). The opposition’s splits may help him win a congressional election in June. But the past few months have undermined the authority he used to secure the reforms. And with polls suggesting that turnout in the election will be dismal, the main beneficiary of the cynicism the president is engendering may be Andrés Manuel López Obrador, a messianic populist who has twice almost won the presidency. Mexico deserves better.”
Que traducido por Inving Huerta en Aristegui Noticias, queda así:
“Sus audaces reformas económicas aún pueden traer recompensas políticas. La división de la oposición puede ayudarle en las elecciones del Congreso que se realizarán en junio. Pero los meses pasados han socavado la autoridad que él usó para asegurar las reformas. Y con las encuestas sugiriendo que la participación en las elecciones será decepcionante, el mayor beneficiado del escepticismo que está engendrando el presidente podría ser Andrés Manuel López Obrador, un populista mesiánico, quien ha estado a punto de ganar la presidencia en dos ocasiones. México se merece algo mejor.”. (“El pantano mexicano”).
Y si bien “Bello” ha planteado un diagnóstico más o menos certero sobre el país: la ineptitud frente a Ayotzinapa; la corrupción que entraña la relación Peña-Rivera-Videgaray-Higa; y el tener un gobernante que no entiende que no ha entendido; la mezquindad, la ignorancia, la frivolidad o la ruindad ideológica del semanario le llevan a señalar que la crisis mexicana actual tiene como beneficiario a un “populista mesiánico”; a López Obrador.
Y así como enlista elementos del mal gobierno de Peña (atribuyéndole en compensación una autoridad previa a la crisis que nunca tuvo correlación con una legitimidad social), evita considerar elementos cuantitativos o cualitativos sobre López Obrador (su tesón como opositor, su honestidad, su exitosa gestión como jefe de gobierno de la ciudad, los programas sociales impulsados en ese tiempo, las condiciones en que sus adversarios, Calderón y Peña, accedieron al poder, etc.) y se limita a descalificarlo siguiendo una fórmula muy conocida: la del populista mesiánico; es decir, la del peligro para México.
Debemos en México esta descalificación a dos personas: A Enrique Krauze, la de López Obrador como un “Mesías tropical”; a Antonio Solá, la de López Obrador como “Un peligro para México”. Ambas complementarias, contribuyeron de manera importante a impedir que el candidato de oposición llegara al poder en 2006 y se impusiera mediante el fraude electoral e institucional a Felipe Calderón. Hacia el 2012, aunque hubieron otras condiciones de venta y compra del y por el candidato del PRI, las frases mantuvieron (y aún tienen) su veneno.
De Solá se puede entender, pues se trata de un mercenario encargado de esparcir sus excrementos a alto costo por aquí y por allá.
De Krauze, es más complejo, pues pretendiendo ser un historiador serio, en su discurso y en sus textos predominan sobre todo dos elementos que los demeritan: la ideología (conservadora, de derecha aunque él la califique de “liberal”) y el psicologismo (muchas veces freudiano).
Pues estos dos señores, un mercenario mercadotécnico y un historiador, han dañado tanto al objeto de sus ataques, como a México. Al primero, por obvias razones (la frase de Krauze, que comprende la de Solá, permite la frivolidad de The Economist). Al segundo, porque al legitimar a los dos últimos encargados del poder ejecutivo, han legitimado asimismo sus políticas: la guerra contra el narcotráfico y sus decenas de miles de muertos, desaparecidos, desplazados; el casi nulo crecimiento económico; la carencia de empleo; la pérdida de la esperanza de un futuro mejor a través del estudio y de una sociedad democrática; la poca credulidad en el proceso electoral; la desconfianza casi absoluta en las instituciones en las condiciones actuales; la desconfianza en el ejército, la marina, las fuerzas policiacas de todos los órdenes; la burla de los congresistas y magistrados; la imposición de reformas constitucionales; etc.
Han validado a los dos últimos gobiernos y han dañado a México pues por su alta difusión mediática, han contribuido a impedir un cambio en el país. Un cambio que ha propuesto un camino distinto (aunque no radicalmente distinto, para tranquilidad de Krauze y The Economist). El sistema neoliberal tal como se ha practicado en México y por quienes se ha aplicado, no funciona; nunca lo ha hecho. Tendrán que asumirlo y aceptar el cambio alguna vez. De otra manera, tragedias como Ayotzinapa y Tlatlaya, la corrupción abierta, la impunidad y la injusticia continuarán prevaleciendo en el país. Hasta que estalle.
P.d. Comenté ayer al pie del artículo de “Bello”: “‘Mesiánico populista’, mis güevos… No tienes una p… idea de lo que escribes. No sólo sigas la manipulación de la información y las psico-interpretaciones de Krauze. Tus lectores merecen algo mejor”. Claro, en inglés. Poco después, recibí notificación del semanario de que había procedido a eliminar mi comentario.
La cuestión Héctor es que me parece, obvio que como todos me puedo equivocar, que la lectura que debemos darle a la columna de “The Economist”, es como “un jaloncito de orejas a Peña”; es como si le estuvieran diciendo: “No cometas más estupideces porque pones en riesgo las reformas con las cuales nos apropiaremos de los recursos de México, y el partido de López Obrador puede llegar al poder y echarnos para atrás nuestros (malévolos) planes”.
Y como bien das a entender, los enemigos no sólo de López Obrador, sino los enemigos de México están dentro de nuestro país, no sólo fuera. Ahí tenemos a Krauze, que queriendo aparentar una intelectualidad imparcial, muestra que él está a favor de que los grandes capitales sigan dominando a México. O tenemos también a @FedericoArreola que aprovecha cualquier cosa para denostar a López Obrador y a MORENA, y favorecer al gobierno peñista (e.g. en su última columna que es, en parte, una respuesta a esta columna).
Y tienes razón, se le ha hecho mucho daño a México, y uno de los principales daños, creo, es por manipular a su gente para que vote con ignorancia y miedo, no con el razonamiento y el conocimiento de la realidad.
Y como bien das a entender, los enemigos no sólo de López Obrador, sino los enemigos de México están dentro de nuestro país, no sólo fuera. Ahí tenemos a Krauze, que queriendo aparentar una intelectualidad imparcial, muestra que él está a favor de que los grandes capitales sigan dominando a México. O tenemos también a @FedericoArreola que aprovecha cualquier cosa para denostar a López Obrador y a MORENA, y favorecer al gobierno peñista (e.g. en su última columna que es, en parte, una respuesta a esta columna).
Y tienes razón, se le ha hecho mucho daño a México, y uno de los principales daños, creo, es por manipular a su gente para que vote con ignorancia y miedo, no con el razonamiento y el conocimiento de la realidad.
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