Ciro Gómez Leyva, el pudor, el terror y el pelapapas |DESFILADERO
Por: Jaime Avilés (@desfiladero132)
24 de agosto 2015.- Ciro Gómez Leyva no nació de vientre humano. Es innecesario argumentarlo. Llamarlo “hijo de puta” sería enaltecerlo (y su mamá no tiene nada que ver aquí). Ciro Gómez Leyva carga con la muerte de Galo Gómez Ogalde, el periodista chileno refugiado en México, a quien en plena depresión aguda orilló al suicidio (y después sacó su cuerpo de la Cruz Roja y quedó monísimo con sus padres).
Ciro Gómez Leyva “atacaba” (los periodistas no atacamos, nuestra labor es criticar) un día sí y otro también al ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz (URO). Un día URO lo invitó a pasar una semana de vacaciones con todo pagado en Huatulco. Ciro Gómez Leyva fue con su esposa y sus hijos. A la mañana siguiente recibió una visita celestial:URO descendió en helicóptero y se lo llevó a volar sobre las bahías.
Ciro Gómez Leyva no volvió a meterse con URO. Al contrario, se convirtió en su más osado defensor. Entre colegas se sabe que, durante el vuelo en helicóptero, URO le dio seis millones de pesos. Así aprendió a lidiar con gobernadores indeseables. El pasado 10 de agosto en El Universal escribió:
“Esta mañana, muy temprano, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, ofrecerá una esperada conferencia de prensa. A pesar de que hay una línea de opinión que lo liga con el trágico final del fotógrafo Rubén Espinosa, Duarte no ha dicho nada desde el homicidio múltiple en la colonia Narvarte hace 10 días. Tendría nueve preguntas para él…
“[…] Seis. ¿Aceptaría tocar en vivo en un medio nacional el tema de Rubén y los periodistas veracruzanos muertos y agredidos y que estuvieran presentes los directivos de los medios y ONGs que lo ligan con esos hechos? ¿Cuándo?”.
El mismo 10 de agosto, el asesino serial de periodistas, Duarte de 8A, fue entrevistado por Ciro Gómez Leyva en una estación de radio. No acudimos ni los directivos de los medios que lo ligamos con esos hechos, ni representantes de ninguna ONG. Duarte de 8A, en vivo y en directo, convenció a Ciro Gómez Leyva de que es el gobernador más respetuoso de la libertad de expresión que ha existido en México.
“El único incidente que efectivamente se tiene conocimiento que tuvo (Rubén Espinosa) en dos años fue el hecho del acontecimiento que se llevó a cabo por la cobertura fotográfica el 8 de junio de 2015 (¿qué dijo?). Ahí Rubén recibió agresiones verbales y físicas por parte de manifestantes encapuchados que arremetieron contra él y otros reporteros. Al día siguiente decidió irse a radicar al Distrito Federal”, le dijo Duarte de 8A a Ciro Gómez Leyva, quien desde el principio de la amena charla lo trató de tú.
La revista Proceso ha documentado que el 20 de noviembre de 2012, Rubén Espinosa cubrió en Xalapa una protesta de estudiantes contra Duarte de 8A por el asesinato de la corresponsal de ese semanario, Regina Martínez. En medio de la trifulca un agente del gobierno estatal le dijo: “Deja de tomar fotos si no quieres terminar como Regina”.
El 14 de septiembre de 2013, mientras fotografiaba una protesta de maestros y alumnos de la Universidad Veracruzana, Rubén y otros periodistas fueron golpeados por las fuerzas de “seguridad” del estado, que los despojaron de sus equipos de trabajo. Ese día presentó una denuncia contra los granaderos de Duarte de 8A y empezó a ser hostigado por los matones del secretario de Inseguridad Pública, Arturo Bermúdez.
¡Flash! El 8 de junio no pasó nada
Al platicar en vivo con su alma gemela, Ciro Gómez Leyva no le preguntó a Duarte de 8A qué sucedió el lunes 8 de junio en Xalapa. Lástima. Habría descubierto que no pasó nada. Pero repasemos las palabras del adalid de la libertad de prensa: “[El 8 de junio] Rubén recibió agresiones verbales y físicas por parte de manifestantes encapuchados… Al día siguiente decidió irse a radicar al DF”.
La historia verdadera es muy distinta. El lunes 1 de junio, “encapuchados” a las órdenes del secretario de GobernaChong detonaron petardos en oficinas de gobierno en Xalapa, iniciando la operación “junio negro” para sabotear las elecciones del domingo 7. La noche del viernes 5, matones a las órdenes de Duarte de 8A desfiguraron a golpes a 8 jóvenes que celebraban un cumpleaños en una casita de Xalapa y que eran muy amigos de Rubén.
No los mataron de milagro, pero todos los activistas veracruzanos recibieron el mensaje de Duarte de 8A: esto es el principio, muchachitos. El martes 9 de junio Rubén se mudó al DF. El viernes 31 de julio, quizá los mismos sicarios que habían allanado la casita de los estudiantes en Xalapa, irrumpieron en el departamento de Narvarte, torturaron a Rubén Espinosa, a Nadia Vera, a Yesenia Quiroz y a Mile Martín, y les dieron el tiro de gracia, igual que a Alejandra Negrete Avilés, la señora de la limpieza.
¿Ahora qué creen que acaba de descubrir Ciro Gómez Leyva? ¡El departamento de Narvarte era una casa de citas! “Es lo primero que se desprende de la declaración ministerial de Daniel Pacheco Gutiérrez, el único detenido hasta el momento”, escribió el mejor amigo de Duarte de 8A en su columna de El Universal el pasado 21 de agosto:
“Pacheco Gutiérrez le preguntó a Nicole [“la colombiana”, en realidad, Mile Virginia Martín Gordillo] que si por los mil 800 pesos acordados se `iba a realizar la machaca, si íbamos a tener relaciones sexuales´. No me detengo en los detalles”, se excusa el pudibundo Ciro Gómez Leyva para a renglón seguido darlos. “Una vez que la señora de la limpieza terminó de asear la recámara, él entró con una de las mujeres, de unos 20 años de edad, tuvieron el encuentro sexual (narrado con crudeza, paso a paso)”.
Ciro Gómez Leyva defendió como un gato bocarriba a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el ex líder del PRI en el DF que manejaba una red de prostitución (sexual) en la Cámara de Diputados. Ahora, echando todo el puritanismo por delante condena, con su enorme autoridad moral, la “casa de citas” en Narvarte, pero yo le pregunto: ¿y el pelapapas?
Ciro Gómez Leyva, tú que tienes acceso al expediente –o mejor dicho, al guión de la telenovela escrita por el regente del DF, Miguel Ángel Mancera, y su “procurador de justicia” (jojojo), Rodolfo Ríos Garza–, para criminalizar a las víctimas de Narvarte, exonerar de toda sospecha a Duarte de 8A y encubrir a los verdaderos asesinos, ¿por qué pasaste por alto que a Nadia, a Yesenia, a Mile y a Rubén, les arrancaron la piel con un pelalapas? No es necesario que me contestes, Ciro Gómez Leyva, la respuesta es obvia: tú no eres un ser humano, tú eres un monstruo idéntico a los asesinos del pelapapas, tus congéneres.
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