COLUMNAS
El PRI de la sucesión presidencial: Osorio, Nuño, Calzada, Ramírez Marín, Fernando Aportela
Dice la regla no escrita de la sucesión presidencial que el presidente del PRI que conduzca el proceso debe tener tres atributos:
a) Debe tener una lealtad incuestionable al Presidente.
b)Debe tener amarres con grupos políticos, sociales y económicos en todo el país.
c) Y preferentemente NO SER PRESIDENCIABLE.
Así lo consignan las sucesiones pasadas ortodoxas.
Las heterodoxas han terminado con asesinatos políticos como en los lamentables casos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.
Jorge de la Vega, Pedro Ojeda Paullada, Ignacio Pichardo Pagaza, son ejemplos de los militantes que desde la presidencia del CEN nunca dieron problemas al presidente ni antes ni después del destape.
Muy diferentes casos fueron en su momento Manuel Camacho, que se como secretario general se brincó al presidente, Fernando Ortiz Arana, Roberto Madrazo y el más reciente Manlio Fabio Beltrones.
El presidente Peña Nieto, que gusta de oficiar solo estos menesteres, trabaja la recomposición del su zarandeado partido con una baraja que se empieza a abrir.
Si la recomposición del PRI conlleva para Peña Nieto la reconfiguración de su gabinete, los nombres que han empezado a analizarse seriamente para llegar a la dirigencia del Institucional son los de Miguel Ángel Osorio, Aurelio Nuño, José Calzada, José Carlos Ramírez Marín y Fernando Aportela.
Con cualquiera de ellos puede cumplir su objetivo de crear un dirigente partidista completamente leal y tener una caballada más bien alimentada que la que tiene hasta ahora.
De ese grupo hay dos que no son presidenciables: José Carlos Ramírez Marín y Fernando Aportela. Ambos en su momento buscarán las gubernaturas de sus estados, Yucatán y Veracruz respectivamente, pero no maniobrarán nunca buscando posicionarse como aspirantes a la silla mayor desde la presidencia del partido en el poder.
Aportela sería una señal muy clara de que, efectivamente el favorito de la cátedra Luis Videgaray es el candidato in péctore del mandatario.
Aunque en este juego nada está escrito y tampoco nadie está muerto.
Ramírez Marín es el que cumple con mayor satisfacción los requisitos mencionados para ser presidente del PRI en la etapa de la sucesión presidencial.
Es leal, tiene amarres suficientes y no es presidenciable.
Pero hay evidentes movimientos de que el presidente quiere engordar su caballada.
Hasta ahora el más avanzado es el titular de SAGARPA, José Calzada Rovirosa, quien en un movimiento estratégico de EPN pudiera llegar a gobernación, en caso de no ser el nuevo dirigente nacional del PRI.
Osorio y Nuño, sacudidos por la vorágine magisterial últimamente, pueden sustituir a los titulares de SEDATU o de SEDSOL.
Quienes ocupan esos cargos serían los encargados de suplir a los ya muy prescindibles de Virgilio Andrade o José Narro o Reyes Baeza, que están dejando solo a Mikel Arriola en la pesada carga de mandar un mensaje de control y eficiencia en el sector salud.
Lo cierto es poco tendremos que vivir para ver realizados los cambios en el ajedrez de la sucesión presidencial de Enrique Peña Nieto.
Una sucesión que, contra lo que muchos piensan instalados en el inmediatismo o en el reduccionismo, no está completamente perdida para el PRI.
EN TIEMPO REAL
1.- Un acierto del presidente Enrique Peña Nieto haber designado como titular de la INAFED al experimentado Alejandro Nieto Enríquez. El arquitecto Nieto conoce perfectamente el tema de los municipios en México. Y además su institucionalidad y disciplina le incorporan un valioso elemento al equipo del titular de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
2.- De verdad que trae la mira muy mal calibrada el gobernador electo de Veracruz Miguel Ángel Yunes. Trata de que, invadiendo soberanías, el presidente de la república impida al congreso veracruzano realizar las propuestas, como la creación de la fiscalía, que viene trabajando desde mucho antes de las pasadas elecciones del 5 de junio. Le urge un asesor político a Miguel Ángel Yunes. O en su caso lo que le urge es un psiquiatra.
3.- En Tamaulipas, sin hacer mucho ruido, prepara una transición transparente el mandatario electo Francisco Javier García Cabeza de Vaca. En Tamaulipas la sociedad está pidiendo gobernabilidad. Y por lo que se ha visto desde que resultó triunfador en las elecciones, García Cabeza de Vaca, ha sido muy receptivo a ese sentir social y en ese eje fundamental trabaja la formación de su equipo de transición.
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