El poder del veto en la Constituyente

Gabriela Rodríguez

L

a vida en el recinto de la Asamblea Constituyente no es aburrida; está llena de sorpresas, algunas alentadoras. A los periodistas llamó mucho la atención que la semana pasada me quejé ante el presidente para que se pidiera a la compañía de edecanes que dejaran de exigirles venir escotadas y con pantalones apretados, toda vez que los derechos de las mujeres son parte sustancial de la constitución que estamos construyendo. El presidente nos hizo saber que es el Senado el que las contrata, y que pasaría mi queja. El tema dio pie a múltiples notas impresas y en radio y televisión. Me entrevistaron para saber si lo que me ofendía era ver los escotes o si, como tuve que explicarles, lo que agravia es que las obliguen a mostrarse. Pero en Twitter el tema estuvo denso. Algunos señores me tacharon de mojigata y floja: “Es usted constituyente, abra la mente y deje de ofenderse por los escotes… Póngase a trabajar”. Es retrógrada lo que pide a las edecanes; lástima de mi voto x ud. Eso no es importante frente a la gran labor que tiene usted en la mesa; sea noticia por algo más importante. Póngase a chambear, luego por qué de burros no los bajan. Al rato pedirá que las vacas usen brassiere, cuando hay cosas más importantes que resolver en la CDMX. “El comentario de la diputada esta motivado por la envidia… habría que ver su foto”. Otros les replican: No entiendes nada, eso es como trata. No más eso faltaba, vejetes influyentes, libidinosos y acosadores. Obvio, dices toda la verdad sobre nosotras y el trato para edecanes, ojalá se tome en cuenta ese comentario. La reacción de las compañeras edecanes de la sala de Xicoténcatl fue de agradecimiento por defender sus derechos. Estamos esperando la respuesta formal del Senado.

Esta semana la cosa empezó mejor. Entre muchas otras iniciativas de diputados y ciudadanos, Clara Brugada planteó garantizar que el derecho humano al agua potable y al saneamiento es esencial para la vida; hay que garantizar una distribución equitativa y eliminar el intento de privatizar el servicio: toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. La ciudad garantizará este derecho y la ley las bases, apoyo y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos híbridos, estableciendo la participación de los distintos ámbitos de gobierno, así como la de los ciudadanos para la consecución de dichos fines.

Un tema que movilizó a toda la Asamblea tiene que ver con la designación de los órganos técnicos y administrativos, mientras se liberan los recursos que hubo que gestionar por no haberse previsto. Esta vez, frente a las más obvias maniobras de mayoriteo y simulación, el veto resultó ser un instrumento para impedir imposiciones de los partidos del llamado Pacto por México, así como para romper la continuidad de prácticas como el reparto de cuotas y la malversación de recursos públicos. Algo es algo. Tocaba a la mesa de consulta proponer al pleno la designación de los titulares de los órganos técnicos y administrativos que darán apoyo a los trabajos de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México: una secretaría parlamentaria, una de servicios administrativos, una de coordinación de comunicación social y una coordinación de transparencia y parlamento abierto. El reglamento interno exige que los titulares sean designados por mayoría calificada de los integrantes de la Asamblea, a propuesta de la mesa de consulta, donde había dos posiciones: una que con nombres y apellidos ya tenía armado el equipo de los encargados de tales organismos por cuotas partidarias, como ha venido ocurriendo en casi todos los organismos autónomos de este país: nombramientos a personas afines a PAN, PRI y PRD para vulnerar la imparcialidad y autonomía de las estructuras de la Asamblea Constituyente, y la de Morena, que fue que se eligiera a tales titulares de manera transparente, una licitación técnica y de trayectoria con base en los perfiles técnicos y profesionales requeridos, y asignar a una organización de la sociedad civil la titularidad de la coordinación de transparencia y parlamento abierto. Después de acalorados argumentos en favor de las designaciones por cuota (arguyeron falta de tiempo) o licitación, votaron en favor de las cuotas 66 diputados, y 19 en contra; así que como la mayoría calificada exige 67 sufragios, los 19 fueron un veto. Decisivos fueron la abstención de Miguel Ángel Velázquez y el voto en contra de Clara Jusidman, conocida líder defensora de derechos humanos desde la sociedad civil. Así que la decisión sobre la designación se regresó a la mesa de consulta; veamos en qué acaba.

Otro tema pendiente es el presupuesto para esos organismos. Con base en criterios de austeridad, transparencia y sin usos discrecionales, Morena preparó un presupuesto de 10 millones de pesos (incluye sueldos de estructura, apoyo de servicios, papelería y comunicación social); las otras fracciones presentaron un presupuesto por 87 y medio millones de pesos. Una diferencia de más de 70 millones, el tema no está decidido. ¡Ya basta de malgastar el dinero del pueblo!

Twitter: @Gabrielarodr108

grodriguez@afluentes.org

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