COLUMNAS
Miranda Nava y la nueva cultura de la disculpa política
El titular de la Sedesol, Luis Enrique Miranda, después de que una diputada de Morena le “recomendara”, en una actitud por demás irónica, lo que casi es una burla, que se pusiera a estudiar para no equivocarse al dar cifras sobre pobreza, le respondió atropelladamente. Le dijo a la legisladora que necesitaba ser psiquiatra para poder entenderla.
La pequeña discusión se dio en la comparecencia de Miranda ante la Cámara de Diputados, cuando la legisladora Araceli Damián González le dijo: “Lo que usted llama pobreza alimentaria, no es pobreza alimentaria”.
Pese a que casi inmediatamente Miranda Nava ofreció disculpas a lo que llamó una respuesta “impensada”, algunos legisladores, que son conocidos militantes del profesionalismo de la protesta, tomaron la tribuna y exigieron su remoción.
Nuevamente Miranda dijo: “Pido una amplia disculpa que hago por escrito, que hago públicamente, y que créanme que en mis próximas visitas con ella no lo repetiré. Pediré disculpas personalmente. Si no es ahora, el día mañana”.
El secretario se está disculpando por dos motivos: primero por haberse dejado llevar por un impulso al referirse a la legisladora; y segundo porque reconoce que la morenista no es ninguna improvisada, ya que es Doctora en Planeación con especialidad en Economía Urbana por la Universidad de Londres, y pertenece al Sistema Nacional de Investigadores.
No cabe duda de que Luis Miranda está fomentando, de manera por demás seria, esa cultura de la disculpa que tantas veces Federico Arreola ha aconsejado a diferentes actores de nuestra vida pública que en sus hechos o en sus dichos, rebasan los límites de la civilidad.
Luis Miranda, en forma por demás humilde y sin ningún tipo de falso orgullo o lleno de soberbia por ocupar un alto cargo en la administración pública, supo reconocer su error y la prueba de ello es que reaccionó rápidamente.
Algo que por cierto, asumir la cultura de la disculpa, no han hecho y seguramente no harán quienes viven al amparo de la protesta. Uno de ellos es el propio líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien en 2006 instaló un megaplantón en la avenida Reforma, afectando la economía de miles de personas, ya que esta acción provocó el cierre de negocios y con ello la pérdida de muchos trabajos. La disculpa necesaria por parte de AMLO nunca llegó y sigue brillando por su ausencia.
La misma actitud es la que asumen los jefes de los padres de los normalistas desaparecidos en Iguala en tiempos del perredista José Luis Abarca: Vidulfo Rosales y Felipe de la Cruz, quienes aparentemente se han aprovechado de un movimiento legítimo de lucha para obtener beneficios personales.
Y por ese camino de desorden social transitan la CNTE, Antorcha Campesina y lo que resta de los disidentes petroleros y electricistas.
Sin duda que Luis Miranda reaccionó a tiempo y evitó que se tensarán más las relaciones entre el gobierno y la oposición en los tiempos en que el acuerdo nacional es algo prioritario.
EN TIEMPO REAL
1.- En Veracruz los empresarios ya están tan molestos que ayer, en compañía de otros grupos inconformes con Javier Duarte, hasta un auto incendiaron a modo de protesta, porque no les ha pagado por servicios y/o productos que entregaron como proveedores. Los maestros y los empleados de la famosa Casa Veracruz, anuncian plantones, marchas y cierres de carreteras. Dentro de 6 días Miguel Ángel Yunes Linares será ya el nuevo gobernador constitucional de ese convulsivo estado. Y como tal tendrá que enfrentar la problemática que le heredó Javier Duarte. Así pues, Yunes Linares, ¡Bienvenido a la realidad!
2.- Ya comenzaron los especuladores a soltar versiones sobre el asalto a las oficinas de Carmen Aristegui:
Una de ellas dice que se trató de un auto robo, porque los asaltantes se dejaron grabar todo el tiempo, además sólo se llevaron una laptop, pudiendo haber extraído decenas de computadoras. Además dicen que el equipo que se llevaron contiene los detalles de una nueva investigación, pero seamos realistas, ¿qué más le puede decir Aristegui al presidente Enrique Peña Nieto que no le haya dicho ya?
La segunda versión dice que el robo se debió a que la familia Vargas pudo haber temido que Aristegui tuviera en su poder documentos que probaran el contubernio de MVS con el gobierno de Vicente Fox.
Y la última que los autores del robo, se hayan confundido y asaltaron una oficina distinta a la que querían robar en un primer momento, esta es supuestamente una línea de investigación que se está siguiendo en la procuraduría capitalina.
3.- El chisme propalado por la columna Bajo Reserva que publica El Universal, en el sentido de que Luis Videgaray podría ser el representante del gobierno de México ante el equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se quedó en sólo eso, en un chisme. El propio presidente Peña Nieto aclaró que el exsecretario de Hacienda no cumplirá esa función.
Como bien dijo ayer en su columna Federico Arreola, últimamente se está presentando el problema de que se pasan de frívolos los redactores de este tipo columnas políticas semi-anónimas, que disfrazan así a sus autores acreditándolas a un colectivo cuando en muchos casos se conocen nombres y apellidos de quienes las manufacturan.
Rumores sin fuente y sin forma de ser comprobados, lejos de informar a sus lectores, caen en la perjudicial ruta de la desinformación.
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