miércoles, 4 de octubre de 2017

+Dona mil pesotes; quiere que damnificados paguen
“Lo que ignorábamos sobre Mancera es su profunda ruindad como persona”. Foto: Adolfo Vladimir, Cuartoscuro
Ya sabemos, a estas alturas, la clase de político que es Miguel Ángel Mancera: un híbrido sin ideología propia, improvisado, de escasas luces, traidor hacia quien le debe el cargo – Marcelo Ebrard-; vulgar ambicioso de poder que es manipulado por los hermanitos Serna y por Héctor Serrano, y que se gasta el presupuesto capitalino en busca de una candidatura presidencial de humo. Mancera, a grandes rasgos, ha sido una desgracia para la CdMx.
Pero lo que ignorábamos sobre Mancera es su profunda ruindad como persona. Su insensibilidad ante el dolor de los capitalinos que perdieron sus inmuebles – en gran parte por la corrupción y la complicidad que impera entre el Gobierno que encabeza y el pulpo constructor -inmobiliario al autorizarse edificaciones débiles-, así como sus ofensivas propuestas para “ayudar al dolor” de los ciudadanos afectados.
Más allá de su torpe declaración en entrevista con Ricardo Rocha y Sergio Sarmiento, de que vivir el terremoto del 19 de septiembre había sido “como una película de Hollywood”, Mancera, en unos cuántos días, cometió 3 canalladas que ni pueden pasarse por alto ni, mucho menos, debemos perdonar, seamos o no damnificados.
Aquí, esas 3 canalladas de Mancera:
La primera fue permitir y avalar la caída del Sistema de Información Geográfica de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), hecho que informó la propia dependencia el pasado viernes. ¡Qué conveniente y oportuna esta caída del sistema! ¿Porqué? Significa, nada menos, que los datos, nombres, identificaciones, permisos, fechas, metodologías y compañías responsables de los edificios e inmuebles que se derrumbaron o resultaron dañados por el sismo no se conocerán públicamente ni muchos serán castigados, en un abierto acto de impunidad y protección a los constructores que, amafiados con el Gobierno de la CdMx, son responsables de la muerte de cientos de personas. Se les protege. Se les cubre.
“Presumimos que la caída del Sistema de la SEDUVI no es otra cosa que una forma de obtener tiempo para tapar todos los hoyos de la corrupción que existe donde se han privilegiado el compadrazgo y tal vez los negocios oscuros”, acusó el presidente del Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles, Florencio Hernández del Ángel, quien reveló que “curiosamente toda la información de la secretaría se cayó o la tiraron a propósito, y que hoy podría poner a la vista una probable colusión de las autoridades en la responsabilidad por la caída de uno o varios edificios”.
En política no existen coincidencias, y que esta información clave para deslindar responsabilidades desaparezca porque “se nos cayó el sistema” es algo ruin y perverso.
Hasta hoy, Mancera no ha movido un dedo para exigir una investigación a fondo ni, mucho menos, ordenar que se recupere esa información clave. Su silencio es la mejor prueba de su complicidad. Es la impunidad dentro de la tragedia.
La segunda canallada de Mancera:
“He hablado con la Asociación Mexicana de Bancos para acceder a créditos y garantizar a las personas los procesos de reconstrucción…”
“La #CDMX suma esfuerzos con el @Infonavit para apoyar a trabajadores afectados por los sismos, podrán acceder a créditos y apoyos…” (Tuits de la cuenta personal de Miguel Ángel Mancera).
Es decir: ¡el bondadoso Mancera pretende que los ciudadanos a quienes se les cayeron sus departamentos y casas por el sismo vuelvan a pagar por ellos! Vaya tipo: es tan generoso que ya hasta intercedió ante la usura bancaria para que vuelvan a agarrar del cuello a los damnificados, les presten dinero con tasas de interés desorbitadas y los vuelvan a esclavizar durante 15 o 20 años más.
Va un ejemplo: quienes recién terminaron de pagar su departamento después de muchos sacrificios económicos, y lo perdieron con el temblor, deben estar de fiesta porque Mancera ya les consiguió créditos para que vuelvan a pagar su propiedad perdida. Sí, otra vez. A repetir la pesadilla. Como la roca de Sísifo. ¡Conmueve tanta misericordia hacia los damnificados!
A esta acción, es inevitable la pregunta: entonces, ¿a qué se destinarán los cientos de millones de pesos derivados de lo que dejará de darse a los partidos políticos y que se destinará a la reconstrucción, o a dónde irán los recursos del Fonden y los apoyos financieros en dólares y euros de particulares y asociaciones (Google, Facebook, Cristiano Ronaldo, etc)? Sumados, se acercan a los 3 mil 800 millones de pesos que dice Peña Nieto que costará la reconstrucción.
Pero la infinita nobleza de Mancera pone de rodillas a los damnificados y los entrega a los brazos del agio bancario, o del Infonavit, para que vuelvan a saldar lo que ya hicieron en algún momento de su vida. Es una canallada suprema.
La tercera,es que, como si se tratara de la salvación de México, Mancera se ufanó al presentar la Plataforma Reconstrucción CdMx, donde se podrá donar dinero. Y como es el ejemplo vivo del altruismo, el Jefe de Gobierno donó la fabulosa cantidad de…¡mil pesotes para los damnificados! A punto de la lágrima por su inmensa generosidad, agradecemos a Mancera que se haya desprendido del 1 por ciento de su salario, que casi llega a los 100 mil pesos mensuales. Es una burla. Es un agravio. Es una farsa. Vaya tipo el tal Mancera.
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La información para detectar a los responsables de las malas y mortales construcciones en la CdMx, tanto de parte de constructoras como de autoridades, debe rescatarse de SEDUVI y castigar a los culpables. Su irresponsabilidad costó cientos de vidas. Nada menos.
Los dineros destinados para la reconstrucción deben priorizar el devolver, sin costo alguno, sus inmuebles a los damnificados, y no utilizarse para camellones o palmeras, o peor: para campañas políticas en 2018. Que los afectados no paguen un quinto por sus casas derrumbadas.
El micro donativo de Mancera, de mi parte, puede hacerlo rollito y ya sabe qué hacer con él.
Y cuando en 2018 el tal Mancera nos pida un voto de confianza, recordemos sus canalladas tras el temblor.
Eso sí está en nuestras manos.

TW: @_martinmoreno

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