domingo, 28 de septiembre de 2014

El despertar
 Elección de 2015: a media distancia
José Agustín Ortiz Pinchetti
E
scenario. A ocho meses de las elecciones para renovar la Cámara de Diputados (las llamadas de mitad del término), y a sabiendas de que pueden pasar muchas cosas en 252 días, valdría la pena especular sobre el resultado probable. En las circunstancias actuales, estos procesos que antes despertaban muy poco interés ciudadano (muchas veces ni siquiera se lograba alcanzar la mitad de votantes empadronados) podrían hoy tener efectos distintos, al menos por tres razones: 1) existe una propuesta de que se celebren por primera vez diversos referendos, aunque el único realmente importante es el relativo a la reforma energética (los demás son iniciativas oportunistas para crear confusión); 2) además, la elección de legisladores es concurrente con la de presidentes municipales, jefes delegacionales y gobernadores en estados clave; 3) el descontento popular es mayor que nunca y se manifiesta en una muy baja aprobación del Presidente de la República (entre 40 y 45 por ciento), el nivel más bajo en 30 años. La fortaleza de esa figura permitía, en el pasado, que el partido en el poder tomara ventaja. Hoy que el rechazo supera claramente la mitad de la población, podría generarse un voto de castigo.
Los contendientes. Una gran novedad es la restauración virtual del PRI-gobierno. Pese a su bajísimo desempeño, ejerce hegemonía. El sistema se ha cristalizado y muestra una formidable incapacidad de autorreformarse. La presidencia imperial ha vuelto por sus fueros, y esto no se debe a una legitimidad de origen, mucho menos a un buen desempeño (no hay crecimiento económico y el combate a la corrupción es un fiasco). La explicación pudiera ser el control sobre la opinión pública, gracias al magnífico instrumento que son los medios electrónicos. Otro factor decisivo es el debilitamiento de los partidos que alguna vez fueron de oposición. Éstos firmaron un pacto que implicaba el sometimiento al proyecto del Poder Ejecutivo. Ejemplo: 95 por ciento de las iniciativas de ley aprobadas vinieron del Presidente. Esto no se veía desde la época de oro de la dictadura perfecta. Vean ustedes: las propuestas de Peña, lejos de ser revisadas críticamente por las dirigencias de esos partidos, parecen suscitarles entusiasmo y aplauso que, por cierto, no comparten los posibles electores.
Desenlaces. En esas circunstancias los pronósticos son difíciles, y por desgracia pudieran ser favorables al aparato o al abstencionismo; como sea, una tragedia para México. Morena ha levantado cabeza y quizá tenga avances claros, pero su aparición en la escena es muy reciente. El gobierno y sus aliados no van hacia una apertura democrática, sino a cooptar, marginar y, si se puede, aniquilar a los opositores y a sus verdaderos críticos. Es evidente que hoy la única oposición eficaz, al menos al mediano plazo, es el nuevo partido que encabeza AM

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