domingo, 7 de mayo de 2017

Bajo la Lupa
 La tercera llamada de Trump y Putin culmina en zonas de desescalada en Siria
Alfredo Jalife-Rahme
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En apariencia Donald Trump consiguió tensar las relaciones entre China y NorcoreaFoto Afp
S
i durante todo el mes caótico de abril Trump mantuvo en angustia al planeta entero –con su triple sacudida telúrica en Siria (lanzamiento poco exitoso de 59 misiles crucero contra una base aérea del gobierno); la detonación de la madre de todas las bombas en Afganistán, con resultados contraproducentes, y la escalada de tensión en la península coreana, donde los geoestrategas de Rusia y China advierten que está tramposamente dirigida en su contra (https://goo.gl/qbm6bj)–, pues el mes de mayo ha iniciado con mejores augurios con la tercera llamada, como si fuera obra teatral, de Trump y su homólogo ruso Vlady Putin, justamente cuando se encontraba de visita en Sochi la canciller alemana Angela Merkel.
Así como Mar–a-Lago es la capital veraniega de Trump, Sochi lo es para el zar Vlady Putin donde invirtió 50 mil millones de dólares para los Juegos Olímpicos de invierno y su desarrollo turístico.
Y es justamente en Sochi donde el zar Vlady recibió, un día después de la salida de la canciller alemana, al sultán Erdogán, quien cada día se acerca más a Rusia y se aleja de Estados Unidos (https://goo.gl/PQVbKA), en especial después del grave error de la CIA de haber intentado su derrocamiento –de lo que se lamentó Zbigniew Brzezinski (https://goo.gl/1c9vl3).
La tercera llamada distendió la ríspida relación bilateral de Estados Unidos y Rusia cuando Putin urgió a Trump a mostrar control hacia Norcorea conforme crecen las tensiones, así como las maneras para finiquitar el conflicto sirio, mientras se ponían de acuerdo en combatir a los yihadistas (https://goo.gl/tsXYRq).
El veterano diplomático indio M.K. Bhadrakumar considera que la tercera llamada ha mejorado sustancialmente la relación bilateral cuando la Casa Blanca la juzga muy (sic) buena y el Kremlin la catalogó de constructiva y de corte empresarial en la que Siria fue el principal tópico donde se ha reanudado la colaboración (https://goo.gl/mpdo8M).
La propuesta de las cuatro zonas de desescalada en Siria refleja la distensión entre Estados Unidos y Rusia. A mi juicio, el malestar de la prensa israelí sobre la desescalada de Trump y Putin en Siria denota el éxito de la “tercera llamada (https://goo.gl/SnlE6e)”.
Las zonas desescaladas ayudan a los civiles y contrastan con las zonas de exclusión aéreas que prácticamente concretan la balcanización, como las aplicadas en Libia por la OTAN, que han creado un verdadero cataclismo entre los civiles, lo cual estuvo en la génesis de la crisis de los migrantes a Europa.
Donde Estados Unidos goza de libre albedrío bélico es en sus bombardeos aéreos a los yihadistas desde su capital Raqqa hasta la frontera de Irak.
Algunos miembros de la delegación de la oposición democrática de Siria se retiraron como protesta a la participación ineludible de Irán, como lo es la de Turquía, si es que se quiere llegar a un acuerdo.
En forma destacada, el portal chino Global Times concede relevancia a las zonas de desescalada y cita en forma juiciosa a los analistas (sic), quienes aducen que la implementación es probable que suceda si Turquía, el principal apoyador de los rebeldes, respeta su firma, ya que “los rebeldes no pueden sobrevivir sin el apoyo crucial de Turquía y las petromonarquías árabes del golfo (https://goo.gl/It3BSR)”.
Las cuatro zonas de desescalada son: 1. la provincia de Idlib (frontera con Turquía); 2. Homs (zona central que conecta a Alepo con la capital Damasco), 3. Ghouta oriental (periferia de la capital) y 4. Áreas en Daraa (cercana a la frontera de Jordania donde estalló la revuelta juvenil por el agua y el cambio climático (https://goo.gl/6CQWBx) y Quneitra (en las Alturas del Golán anexadas por Israel en forma unilateral).
Vale la pena un paréntesis ominoso cuando Israel ha formalizado que la destrucción de Siria legitima la captura de territorios por Israel, ya que, según el viceministro diplomático de la oficina del premier Netanyahu, Michael Oren, no existe nadie (¡súper sic!) en Siria para negociar, por lo que su ocupación debe ser reconocida (https://goo.gl/34COSn). Ni más ni menos que la técnica de destrucción/ balcanización/caos fomentada por Israel, que ha implementado desde hace 69 años para despojar los territorios de sus vecinos (https://goo.gl/sHlWha).
El analista Patrick Henningsen reporta en Russia Today que el memorando de Astana (capital de Kazajstán), firmado por Rusia, Irán y Turquía mueve el centro de gravedad geopolítico del Occidente de Estados Unidos/OTAN a Oriente y de Ginebra (centro de las anteriores platicas de pacificación sobre Siria) a Astana (https://goo.gl/JT3yLA).
Llamó la atención que Trump hubiera enviado al diplomático Stuart Jones (actuante asistente del secretario de Estado) a la reunión de Astana (https://goo.gl/U0rmaF). No faltan quienes aleguen que las cuatro zonas desescaladas anuncien la balcanización de Siria: el sueño de Israel. El diablo estará en los detalles de la tercera llamada de Trump y Putin y de lo que se trata ante todo es prevenir un accidente aéreo de Rusia y Estados Unidos.
El anterior funcionario del Pentágono, Michael Maloof (MM), diluye el entusiasmo y considera que las fuerzas especiales de Estados Unidos en Siria están destinadas a ayudar a los kurdos y que no hay que eliminar la probabilidad de que la fuerza aérea de Estados Unidos conduzca bombardeos en las zonas desescaladas cuando Rusia, Turquía e Irán se han comprometido a respetarlas.
Michael Maloof juzga que Turquía estuvo feliz (sic) en firmar el memorándum de Astana que impide la colaboración de Estados Unidos con los kurdos. No seria la primera vez que Occidente, en sus diferentes fases históricas, venda de nuevo a los kurdos.
¿Se adelantó el zar Vlady Putin al presidente Trump?
Un día después de haber recibido en la Casa Blanca al presidente palestino Mahmoud Abbas, Trump anunció un triple viaje espectacular a Arabia Saudita, Israel y el Vaticano en la penúltima semana de mayo, antes de que acuda a la cumbre de la OTAN en Bruselas el 25 de mayo y a la cumbre del G-7 en Sicilia el día siguiente.
De todas las cumbres, la más importante será la primera reunión bilateral, al margen de la Cumbre del G-20 en Hamburgo el 7 y el 8 de julio, donde por primera vez se verán cara a cara Trump y el zar Vlady Putin, pese a todo el ambiente tóxico de rusofobia que promueve el Deep State de Estados Unidos.
Como que parece reactivamente precipitada la decisión de Trump de realizar su triple periplo, una semana antes de la trascendental cumbre en Pekín de la Nueva Ruta de la Seda, donde destaca la presencia del zar Vlady Putin entre 27 mandatarios convocados por el mandarín Xi.
Si el objetivo primordial de Trump consiste en resquebrajar la alianza estratégica de Rusia y China (https://goo.gl/MimN0b), su decisión intempestiva de visitar el Medio Oriente y El Vaticano, como preámbulo a las cumbres de la OTAN y del G-7, denotaría la inefectividad de los bombardeos alocados de Estados Unidos contra Siria y Afganistán.
Sin contar el factor ruso que ha irrumpido en la ecuación de la península coreana, Trump ha conseguido en apariencia haber tensado las relaciones entre China y su aliado Norcorea. Pero más vale esperar el resultado de la elección presidencial en Sudcorea el 9 de mayo.

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