miércoles, 12 de julio de 2017

Bartlett, Barbosa, Romo, Korrodi y otros riesgos de López Obrador

@NietzscheAristomié 12 jul 2017 13:15
 
  
 
Lino Korrodi  es conocido como el “operador financiero de los Amigos de Fox
Lino Korrodi es conocido como el “operador financiero de los Amigos de Fox
Foto propiedad de: Internet
A veces se le critica por excluir, otras por incluir (pero, ¿cómo procurar alianza con el PRD, un partido entregado al oficialismo?). Y frecuentemente la crítica puede venir incluso de una misma persona. Es decir, que a los críticos de las decisiones contrapuestas les acomoda la burda frase de Peña Nieto sobre lo que gusta o no a los mexicanos. La realidad es que la posición de López Obrador pareciera ser la del equilibrista: siempre en riesgo.
Manuel Bartlett, Miguel Barbosa, Alfonso Romo, Lino Korrodi y muchos otros que han ido sumando su apoyo a López Obrador y Morena tienen un pasado no muy aceptado por gente que se dice de izquierda y que ha trabajado en la construcción del nuevo partido. No obstante, han tenido que aceptar estas incorporaciones que se plantean desde la perspectiva de la reconsideración del pasado como la consideración del futuro de los personajes. El pasado como reconocimiento de errores o fallas. El futuro como la necesidad de cambio en el país: cambio del régimen vigente.
Y hay que señalar lo absurdo que resulta que estas sumas y adhesiones se interpreten como parte de un proceso de conversión religiosa. El hecho de que López Obrador sea un tipo cristiano de seguro contribuye a su visión de la realidad política que enfrenta, de ahí se diga que otorga perdones y bendiciones cuando un personaje oscuro o acusado de corrupción aun por el propio político opositor, se pasa a su lado. No obstante, excluyendo esta maliciosa perspectiva y si se analizan los casos uno por uno, me parece que se encontrará la explicación necesaria a los hechos; y no siempre será la ambición per se lo que prevalezca. No creo que se trate de un bautismo lo que realiza el líder de la izquierda mexicana, sino de una interpretación de la realidad y la consideración de lo que se necesita para cambiarla.
¿Qué sería lo más deseable, desechar a Bartlett como supuesto responsable de “la caída del sistema” en 1988, a Barbosa por haber sido “Chucho”, a Romo por haber apoyado a Fox y Calderón, a Korrodi por haber sido el creador de los “Amigos de Fox”? ¿O acaso valga la pena evaluar los procesos de reconsideración de sus decisiones pasadas y su voluntad hacia el futuro?
Manuel Bartlett. Dos o tres elementos explican la polémica en torno a Bartlett así como sus decisiones. El primero, sobre el fraude de 1988 que benefició a Salinas de Gortari. Ha expresado que Salinas acaso no ganó la elección, pero que el fraude habría sido cometido en el Congreso en una complicidad entre el PRI y el PAN. Este evento histórico no dejará de ser cuestionado y siempre será polémico. Sin embargo, hay un elemento de total entendimiento entre Bartlett y el líder de Morena en relación a la política energética y la crítica a las reformas de Peña; y la coincidencia en relación a Pemex es anterior aun a la coincidencia política. Un tercer elemento sería la lealtad que ha mostrado el senador a la causa del político opositor; ni siquiera gente que fue cercana a él, como Alejandro Encinas, ha tenido su congruencia.
Miguel Barbosa. Durante años fue miembro férreo del corrompido grupo de los Chuchos en el PRD y ha tomado una decisión -interesada en el gobierno de Puebla, especulan algunos- de sumar su apoyo a López Obrador y Morena conforme a la convocatoria de unir voluntades hacia el 2018. No parece un acto anormal. Ha sido un acto congruente de alguien que se auto asume de izquierda electoral y que además lo hace desde la posición de senador, lo que implica una responsabilidad importante.
Alfonso Romo. Ha sido quizá la persona que más y más inteligentemente ha explicado su adhesión al grupo de apoyo de López Obrador desde 2011. Hay varias entrevistas para confirmarlo. Para seguir su trayectoria desde sus ligas con Fox y Calderón hasta llegar a conocer al político opositor y saber del porqué de su cambio radical. Ha dicho que no quiso participar de la campaña del “Peligro para México”, no obstante que fue invitado, porque cree en la democracia. Que antes de apoyar a López Obrador hacia el 2012, encargó una estricta evaluación del gobierno desempeñado por éste en la Ciudad de México haciendo un cotejo con el de Marcelo Ebrard y el Enrique Peña en Edomex. Finanzas, endeudamiento, seguridad. Resultado: López Obrador fue el mejor evaluado. Quedó en primer lugar y por mucho. Segundo lugar, Ebrard. Perdedor y por mucho, Peña. A partir de ese examen estricto es que decidió participar desde 2011 con el opositor.
Lino Korrodi. Conocido como el “operador financiero de los Amigos de Fox”, es hasta ahora la sorpresa mayor de las adhesiones. Una vez que el PAN fue castigado por el IFE tras una denuncia del PRI por dinero procedente del extranjero en la campaña panista, Korrodi fue acusado como responsable y desde allí rompería con Fox. Se convertiría en crítico de su gobierno y señalaría su corrupción y la de su familia. La ruptura definitiva viene desde 2003. Ahora se suma a López Obrador argumentando que éste “es una gente que en primer lugar genera esperanza, tiene un contacto muy fuerte de empatía, solidaridad con todas esas gentes pobres, humildes, totalmente abandonadas que sufren”.
Creo válida la posición expresada por López Obrador no sólo en términos de su interés, también en casi todos los ámbitos de la existencia. “No es posible que el que cometa un error ya está condenado a la marginación, a estar estigmatizado de por vida, creo que se vale rectificar en la vida y que hay que aceptar a todos, mujeres y hombres de buena voluntad que quieren luchar por un verdadero cambio”.
Algunos críticos consideran que el camino de López Obrador y de Morena estará lleno de Evas Cadenas. Es posible. Pero tampoco todos serán Evas Cadenas. Y no por ciertas Evas Cadenas pueden cerrarse las puertas del nuevo partido a la adhesión, la suma, la construcción de un verdadero frente opositor, no la farsa que realizan el PAN y el PRD, los partidos que hoy gobiernan con el PRI a través del “Pacto por México”. Siempre y cuando se actúe en consecuencia y con congruencia, como en el caso de la diputada veracruzana, las traiciones podrán ser superadas.
Otra perspectiva de la problemática es que estos y otros participantes de la política, cuando lo hicieron de manera preponderante con otros grupos y otras causas, acaso no lograron sus propósitos de modificar la política del país de acuerdo a sus particulares visiones. El común denominador es que creen que ha habido un fracaso en la manera en que se han desempeñado los gobiernos y personajes que en su momento apoyaron. Hoy consideran que López Obrador es la respuesta. Así lo creen también millones hastiados de la corrupción y la violencia.
López Obrador ha decido ser un equilibrista, tomar riesgos. Caminar sobre la cuerda. Cree que aunque el grupo de personas que apoye su proyecto sea heterogéneo, la guía que él y el programa que lo respalda representan, tendrían el peso necesario para hacerlo exitoso para al país.
Y si acaso todo fuera un complot de los políticos diversos y perversos, si todo fuera una mala jugada de la política y la vida y él y los suyos resultaran engañados, tendrá la justificación de haberlo intentado. Y el caso se convertiría en materia para la interpretación de una tragedia política shakesperiana a la mexicana.

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