lunes, 26 de febrero de 2018

Astillero
 Trump, irascible ante Peña
 ¿Consecuencias para Meade?
 Inocentes: Anaya, Diego, Creel
 Candidato panista sigue entrampado
Julio Hernández López
Foto
DECOMISAN OTROS CUATRO RANCHOS A DUARTE JÁQUEZ. Mediante sus redes sociales, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, dio a conocer que le fueron decomisados a su predecesor, César Duarte Jáquez, cuatro ranchos que adquirió directamente durante su gestión (2010-2016), y cuya superficie es de 2 mil 344 hectáreas. En ellos se localizaron 450 reses, algunas con aretes de exportación similares a los provenientes de Nueva Zelanda que se importaron para pequeños ganaderos, y animales exóticos como 30 bisontes americanos, cinco llamas y manadas de jabalíesFoto La Jornada
N
o es una buena noticia para José Antonio Meade que se haya cancelado (o pospuesto) el encuentro de Donald Trump y Enrique Peña Nieto, considerado para realizarse en la Casa Blanca en las próximas semanas, justamente antes de las elecciones que desde ahora tan difíciles se presentan para el Partido Revolucionario Institucional.
Según The Washington Post, Trump habría perdido los estribosdurante una conversación telefónica con Peña, a causa de que éste habría reiterado su postura de no aceptar que México pagará por la construcción de un muro fronterizo. Peña no habría querido exponerse, en su primera visita oficial a Washington bajo la presidencia de Trump, a un episodio vergonzoso en que el rubio chivo en cristalería imperial pretendiera imponer públicamente su criterio de que México debe cubrir el costo de esa edificación. Esa negativa peñista habría llevado a Trump a ser irascible.
Con este intercambio telefónico no tan rápido (habrían hablado unos 50 minutos, el martes de la semana recién pasada) pero sí furioso, y la consecuente cancelación o posposición de la reunión cumbre entre los representantes institucionales de México y Estados Unidos, quedan maltrechas las gestiones y entendimientos que largamente han sostenido Luis Videgaray Caso, el secretario mexicano de relaciones exteriores, y Jared Kushner, el yerno de Trump y virtual comisionado de éste para los asuntos mexicanos.
El desenlace político y diplomático tiene consecuencias prácticas en el terreno de las elecciones mexicanas porque, hasta ahora, Videgaray Caso sigue siendo el virtual jefe intelectual del proyecto de continuidad que tiene como candidato presidencial a José Antonio Meade. En el proyecto de reposicionamiento a marchas forzadas que se pretende hacer de esa candidatura tecnopriísta, habría tenido un efecto importante el colocar el peso de la presidencia imperial vecina, en aparente acuerdo a favor de esa continuidad Peña-Meade, con Videgaray como garante y operador.
El manejo circunstancial de ciertos temas, como los derivados del rediseño del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (para dar a los gestores gubernamentales mexicanos alguna apariencia de triunfo, aunque fuera efímera o luego replegable), y alguna palmada con sentido propagandístico al propio Peña y su equipo, podrían sugerir que el siempre influenciador peso de la Casa Blanca estaría por cerrar filas en favor de la opción del cuasipriísmo ciudadano, tecnocrático y moderno de Meade.
Por sí misma, la postura de Peña es positiva, al negarse a aceptar la presión y acaso los previsibles desfiguros de Trump, quien está dispuesto a hacer lo que sea necesario con tal de no dejarse ver como descalabrado en su promesa electoral de hacer que México pague el famoso muro de las discordias. La decisión de Los Pinos también tiene un cálculo electoral: si Peña se permitiese un nuevo ridículo en el escenario binacional, o si fuese forzado a aceptar eventuales desplantes triunfales de Trump, ello añadiría descrédito y vergüenza al equipo encabezado por el mexiquense, y eso sería transferido en términos electorales al abanderado Meade. Gravísimo habría sido para éste que sus superiores políticos, Peña y Videgaray, apechugaran con un numerito más de Trump contra el interés nacional. Ah, pero nada asegura que la pretendida reunión cumbre no llegue a realizarse antes de las elecciones mexicanas (los intereses en juego están por encima de veleidades personales y caprichos en rubio). En todo caso, las partes tendrán que afinar con máximo cuidado las piezas, para evitar sorpresas y terminar mal paradas.

No hay comentarios: