Construye Dahnos megaestacionamiento frente a la Plaza Delta
Encuentran y destruyen vestigios prehispánicos en lo que fue la octava
La orden es tirar todo, señalan especialistas contratados por el INAH
Entramos tarde; hay un desinterés brutal por falta de recursos, dicen
Durante los trabajos de excavación para construir un megaestacionamiento frente a la Plaza Delta, en lo que fue la octava delegación de policía, fueron encontrados vestigios prehispánicos y del claustro del convento dominico de La PiedadFoto Víctor Camacho
Rocío González Alvarado y Ángel Bolaños Sánchez
Periódico La Jornada
Jueves 25 de septiembre de 2014, p. 39
Jueves 25 de septiembre de 2014, p. 39
La ampliación del centro comercial Plaza Delta arrasará con vestigios arqueológicos que datan de la época prehispánica y cimientos arquitectónicos del siglo XVI, los cuales fueron descubiertos al comenzar ese proyecto, pero que ahora se pretenden sepultar nuevamente, para levantar sobre ellos comercios y un estacionamiento para mil vehículos.
Arqueólogos y antropólogos contratados por el INAH que ingresaron desde mayo pasado al predio ubicado en avenida Cuauhtémoc y Obrero Mundial, a petición de los vecinos de la colonia Narvarte, en la delegación Benito Juárez, explicaron que se encontraron fragmentos de vasijas, incensarios, aplicaciones de incensarios, cajetes, vasos y una diversidad de elementos de los periodos Xolalpan tardío y Metepec.
En una plática con este diario, detallaron que se realizó una excavación de cinco metros y 50 centímetros de profundidad en la parte frontal del terreno, en la que también se encontraron las primeras fases constructivas de la iglesia y el convento de La Piedad, que después fue cuartel militar y a últimas fechas sede de la octava delegación de policía.
Zona de entierros
En este hallazgo, además de los elementos arquitectónicos, se encontraron cistas (fosas hechas de adobe) con diversos entierros.
Uno perteneciente a un personaje, al parecer de gran importancia, estuvo en la sección sur, que corresponde a la antisacristía, la cual funcionó del siglo XVI al XVII, cuando su entrada fue clausurada y se hizo un reajuste para utilizarla como sistema mortuorio, explicaron algunos de los investigadores, que solicitaron el anonimato para evitar represalias.
En total se ubicaron alrededor de 20 cistas y en algunas se encontraron hasta 20 entierros.
A finales del siglo XVIII comenzaron a hacerse estas estructuras; exhumaron a la gente y después las colocaron en estos espacios. ¿Cómo lo sabemos? Porque no estaban en posición, sino que tomaron los huesos y los depositaron.
Los especialistas indicaron que se obtuvo información arquitectónica del convento y la iglesia desde el siglo XVI hasta finales del siglo XVIII, en su diferentes modificaciones.
Según la cronología del sistema ocupacional, subían el nivel del piso por las constantes inundaciones. Algunos muros los tiraban y los volvían a utilizar, apuntaron.
A finales del siglo XVII se hizo la última nivelación como iglesia, con dos o tres modernizaciones.
Un dato fidedigno son los azulejos muy característicos de esa época. Y ya posteriormente tenemos vestigios de lo que fue el cuartel militar, cuando se comenzó a utilizar el cemento. Todo se ve como una cápsula del tiempo, expresaron.
Sin embargo, advirtieron, una vez concluida la exploración de campo, el análisis y el registro del material recuperado, la orden es
tirar todo. Hay dos muros, por ejemplo, que forman un pasillo con escalinatas; se planteaba desprender el aplanado y montarlo después en alguna pared. Otra idea es hacer una maqueta para que la gente sepa cómo estaba antes.
Aseguraron que ya una parte de estos vestigios fue destruida al comenzar la obra, porque
entramos tarde. Hay un desinterés brutal. El INAH no está cumpliendo como autoridad para preservar este tipo de monumentos y el argumento es que no hay recursos, lamentaron.
Nos contrataron para registrar y dibujar, afirmaron. Incluso solicitaron ampliar las excavaciones, pero
nos dijeron: No, nos tenemos que atener a los tiempos fijados.
Sobre el tema, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF, Dinorah Pizano Osorio, adelantó que la próxima semana realizará una mesa de trabajo entre autoridades del gobierno central, la delegación Benito Juárez y la desarrolladora Grupo Danhos con vecinos de la colonia Narvarte, para resolver quejas y dudas sobre la obra que se realiza en el predio.
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