miércoles, 29 de abril de 2015


a vas a salir con tus mamadas –respondió con impaciencia.
Calculé que nos deslizábamos por temas peligrosos y, ante la perspectiva de que alguien pudiera resultar lastimado en sus convicciones, comuniqué a mis interlocutores que tenía algo urgente que escribir, que me había dado un gustazo verlos, que los quería mil y que ojalá pudiéramos reencontrarnos muy pronto.
De esto hace como seis años y no he vuelto a saber de ellos. No sé si dejé de buscarlos porque he andado con muchas cosas encima, por culpa de las tripas, del subconsciente o de un cosmos que busca mantener el equilibrio de sus energías. O será que todo forma parte del Todo.

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