miércoles, 28 de diciembre de 2016

Desobediencia civil: el único camino

@fernandeznoronamié 28 dic 2016 16:45
 
  
 

La realidad es que lo que debe llevarse a cabo es una rebelión del pueblo no violenta .
La realidad es que lo que debe llevarse a cabo es una rebelión del pueblo no violenta .
Foto propiedad de: Internet


Es horrible decir se los dijimos, pero se los dijimos: que la reforma energética era una traición al pueblo de México y que el ofrecimiento de bajar la gasolina era cambiar migajas por la panadería y que, ni eso cumplirían.
Entregar la riqueza natural más importante que tenemos, como lo es el petróleo, era una decisión irresponsable y suicida. A la gente que decía que Pemex no le daba nada, le reiteramos que el 38% del presupuesto nacional salía de Pemex y que al ya no poder pagar PEMEX estos ingresos, por entregarse el petróleo a las trasnacionales, quien acabaría pagando esos impuestos sería el pueblo de México.
Manifestamos también que la entrega del petróleo implicaría el desmantelamiento de la  educación pública, de la Seguridad Social y de todos los derechos sociales que tenía el pueblo de México. Insistimos en que, una de cada tres carreteras, uno de cada tres hospitales y una de cada tres escuelas, habían sido construidos con dinero del petróleo. Pero no se nos quiso oír. Ya se sentían de primer mundo con gasolineras que en lugar de Pemex dijeran Chevron, Texaco, MOBIL, Shell. 
Ahora resulta que la gasolina no aumentará cada mes sino diariamente. Resulta además que los impuestos ocultos (IEPS) de alrededor de 30% se mantienen, dando una contribución de cerca del 36% por cada litro de gasolina.
El impacto que tendrá en los costos de vida serán brutales. La inmensa mayoría de las mercaderías se trasladan por carretera, con vehículos movidos por combustibles derivados del petróleo. 
La indignación frente a la obvia y necia realidad es enorme. Se promueve una manifestación el mismísimo 1 de enero, al mediodía, en el ángel de la Independencia. Otros, más ingenuos, plantean no cargar gasolina los primeros tres días de enero. Tendrán que cargar el cuarto día, así que no veo como presionaría esa protesta.
La realidad es que lo que debe llevarse a cabo es una rebelión del pueblo no violenta para remover al actual gobierno corrupto y contrario a los intereses nacionales. Una vez lograda la renuncia de Enrique Peña Nieto, convocar a elecciones extraordinarias de presidente y convocar un congreso constituyente. Ese es el camino que se debe tomar, sin duda. 
Habrá quien me diga que no es posible ni necesario tomar estas medidas. Lo es. Esperar que este gobierno dé marcha atrás a las políticas contrarias al pueblo es de una ingenuidad monumental. Esperar a 2018 sería un error de enormes consecuencias.
Así que volvemos a proponer en lo que tanto hemos insistido y que hemos, en los hechos, llevado a cabo: la desobediencia civil.
Acudir el día 14 de enero al medio día a todas las gasolineras del país, cargar gasolina y no pagar el 36% de los impuestos. Les recuerdo que la desobediencia civil es: ilegal, pública, consciente y no violenta. No pagar los impuestos es una medida ilegal. Al hacerlo de manera pública, consciente y sin violencia, se convierte en un acto de desobediencia civil.
Los que acudamos el 14 de enero al mediodía a realizar este acto de desobediencia, debemos estar dispuestos a perder la libertad por llevar a cabo esta protesta no violenta. Si millones respondemos a esta iniciativa, no les alcanzarán las cárceles del país. Si millones nos decidimos a ejercer por fin nuestro poder, barreremos las estructuras políticas, económicas y sociales caducas y corruptas y, abriremos un nuevo camino para nuestra patria.
Quienes esperan que las soluciones vengan de los otros, podrán seguir esperando sentados. Vivirán en carne propia cada vez más engaños, cada vez más atropellos y cada vez más injusticias. Llegó el momento de actuar. Reitero, no veo más camino que la desobediencia civil.

"El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz.

Gerardo Fernández Noroña

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