Desabasto y aumento de precio de las gasolinas dispara hartazgo
Una escena digna de una película apocalíptica, es ver filas interminables de autos esperando surtir gasolina
Foto propiedad de: Internet
Basta ya, es suficiente, estamos hartos… es una de las frases recurrentes entre las decenas de ciudadanos afectados por el desabasto de gasolina en al menos 15 estados, pero cuatro son los más afectados: San Luis Potosí, Zacatecas, Michoacán y Guanajuato.
Una escena digna de una película apocalíptica, es ver filas interminables de autos esperando surtir gasolina, en donde al llegar los despachadores les advierten a los clientes que sólo pueden venderles 300 pesos y pagando en efectivo.
Resultaba aún más dramático observar estas filas de personas a pie con varias garrafas para llenar, la noche del 24 de diciembre, ¿te imaginas pasar la fría noche previa a navidad en la fila de una gasolinera?, Así la pasaron miles de personas. Y no es justo, lo peor es que nadie podía responder las razones del desabasto.
La baja en la producción de gasolina de Pemex provocó el desabasto en estados del centro del país, explicó Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros.
Por su parte, el director general de Pemex Transformación Industrial, Carlos Murrieta Cummings, negó que en el país haya una crisis por falta de combustible, y llamó a evitar compras de pánico en entidades donde se han reportado tomas clandestinas, como San Luis Potosí.
Esa es la palabra que desató el desabasto: pánico, pero además enojo, frustración, decepción, molestia… por varias razones.
Una de ellas es la falta de información, la gente no sabía que habría un desabasto, la crisis comenzó cuando la gente no encontraba donde surtirse del combustible, entonces al no saber las razones o cuando volverían a surtirse las gasolineras inició el pánico.
Una buena campaña de información alertando que esto sucedería, hubiera sido ideal para evitar largas filas y que la gente tomará sus precauciones.
En segundo lugar está el anunciado aumento de precio de las gasolinas, programado para el primer día de enero, el cual se ha dicho podría alcanzar hasta el 20 por ciento. Este hecho genera desconfianza entre los consumidores, quienes piensan que las razones del acaparamiento es la codicia de los empresarios del ramo, ya que quieren guardar el combustible para cuando este aumente de precio.
Y finalmente la última y la más desconcertante, desde que comenzó la actual administración nos dijeron que el precio de la gasolina no se dispararía, al contrario nos aseguraron que los hidrocarburos, el gas natural y la energía eléctrica bajarían de precio.
Cosa que no sólo no ha sucedido, si no que ahora en plenas fiestas decembrinas, una parte significativa de la población padece de desabasto de gasolina, ante un incremento importante de precio, que podría ser de hasta 20 pesos el litro. Claro que es perfectamente entendible que la gente diga, ya basta, es suficiente, estoy harto.
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