Iniciativas de protesta por todos lados: la gasolina incendia a México
Iniciativas de protesta por todos lados: la gasolina incendia a México
Lo correcto, quizá. Pero la nación no lo acepta
No dudo que sea lo adecuado. En términos de administración pública puede ser lo más prudente. Pero en los hechos el alza en los precios de la gasolina está resultando un verdadero desastre político.
Nunca en toda mi vida vi más inconformidad entre la gente de todas las clases sociales y de todas las ideologías.
Las iniciativas de protesta en WhatsApp, Twitter y Facebook
Mi WhatsApp esté lleno de mensajes de ciudadanos inconformes. Cito uno de tantos:
“Hola Federico. Buenas noches o quizá buenos días. A continuación te comparto esta iniciativa familiar. Ojalá podamos contar con tu presencia física. Quiero verte allí. Asiste este domingo 1 de enero a las 12 pm con playera blanca al Ángel de la Independencia. De manera organizada y pacífica exijamos no al incremento a la gasolina, para que millones logremos estar ahí y juntos recordarnos que en México estamos unidos y sí existe la esperanza de un mejor país. Demostremos nuestro interés de mejorar nuestro país, asistiendo e invitando a 60 conocidos. Es muy fácil criticar, pero el hacer acciones positivas es lo que en verdad cuenta”.
Twitter y Facebook también están llenos de comentarios de ese tipo. La gente quiere organizarse para protestar. Lo hará, claro que sí.
¿Qué pasó? Lo explica un experto
Luis Miguel González, director de El Economista, ve las cosas de esta manera:
1.- “La indignación popular por el alza de la gasolina añade riesgos a un año que ya estaba cargado de nubes negras. El coraje es generalizado”.
2.- El gobierno deberá pagar el costo de una difícil decisión que, siendo cara en condiciones normales, se encareció por obra y gracia de una pésima campaña de propaganda para impulsar la reforma energética”.
3.- “En el 2013 se repitió miles de veces: con la reforma se acabarán los gasolinazos y bajarán los precios de la gasolina y la electricidad. La campaña fue pésima, pero memorable. Todo mexicano la recuerda”.
4.- “Difícil decisión, sin duda. Forzada por un hecho que a veces olvidamos: el gobierno no tiene recursos suficientes para cumplir con todos sus compromisos y, además, garantizar un superávit fiscal. Por eso sube los precios de las gasolinas y el diesel en una proporción que es 4 o 5 veces mayor que la inflación. Esta alza le proporciona ingresos adicionales muy importantes, sin subir impuestos. Si 40% del precio de la gasolina son impuestos y se venden 130 millones de litros diarios... un aumento de dos pesos por litro traerá ingresos adicionales de 104 millones de pesos diarios”.
5.- “La decisión es difícil porque implica riesgos. El menor de ellos es el impacto que este incremento tendrá en la popularidad del presidente Peña Nieto”.
6.- “La instrumentación del alza es una operación dolorosa, sin anestesia”.
7.- “Los mayores riesgos son, en el corto plazo, una espiral inflacionaria y que la indignación pase de los memes a algo más serio”.
8.- “En el mediano y largo plazos los mayores riesgos están en la sustentabilidad de la reforma energética. Vendrá un periodo de enorme rechazo a la reforma y de molestia con sus impulsores”.
9.- “Las inversiones en gasolineras, ductos, almacenes de combustible y refinerías empezarán pronto, pero sus resultados tardarán años en reflejarse en los bolsillos. ¿Cuántos años? No menos de tres”.
10.- “En retrospectiva, hay mucho que reprochar en lo que se refiere a la carencia de inversiones en refinerías e infraestructura. Eso nos ha colocado en una posición muy precaria: los precios de la gasolina que consumimos reflejarán el costo de no haber hecho esas inversiones en todos esos años que el petróleo valía 80 o 100 dólares”.
11.- El que el gobierno haya decidido ir por un incremento tan alto nos da una idea de la difícil situación de las finanzas públicas, así como de la seriedad del compromiso de la gente de Hacienda por mejorar el balance fiscal, aunque nos dejan dudas sobre la sensibilidad político-social”.
12.- “¿No sería mejor hacer un mayor esfuerzo para reducir el gasto público, de manera más drástica?”.
“¡No somos uno, no somos 100, prensa vendida cuéntanos bien!”
Eso lo leí en Twitter. La gente pide que su protesta llegue a los medios de comunicación. Llegará, sin duda, si es que no ha llegado ya. No estamos en 1968 y no habrá empresa de comunicación que se niegue a dar voz a tantas personas indignadas. Empezaremos el 2017 con la televisión dando cobertura a tanta rabia ciuadana.
Frases que animan a usuarios de Twitter y Facebook
En sus iniciativas de protesta la gente ha recurrido a ciertas expresiones de personajes conocidos:
1.- De José Saramago: “Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos”.
2.- De Arturo Schopenhauer: “La rebeldía es la virtud original del hombre”.
3.- De Albert Camus: “¿Qué es un rebelde? Un hombre que dice no”.
4.- De Martin Luther King: “Quien acepta pasivamente el mal es tan responsable como el que lo comete. Quien ve el mal y no protesta, ayuda a hacer el mal”.
5.- De las protestas de hace unos años en España: “No somos antisistema, el sistema es antinosotros”.
El presidente EPN y la oposición
La situación es compleja y tiene que ser analizada y enfrentada con toda seriedad. El cirujano que opera sin anestesia, como ha dicho Luis Miguel González, es el presidente Enrique Peña Nieto. Tendrá que explicar con mayor claridad por qué ha tenido que actuar de esa manera.
Y los líderes de oposición –Andrés Manuel López Obrador, Rafael Moreno Valle, Ricardo Anaya y Margarita Zavala– tendrán que ser prudentes en sus críticas.
A nadie le deben ganar las ganas de sacar beneficios electorales. Quizá es la hora de que la oposición se siente con EPN para diagnosticar juntos el problema y diseñar soluciones. El presidente de la República debe convocar a sus rivales, antes que a nadie a AMLO. Y este debe aceptar ir al diálogo.
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