#Microcolumna. El plan sexenal de Peña en el mundo feliz
El discurso de Peña Nieto en el CEN del PRI tiene que revisarse con sumo cuidado porque expuso el escenario ideal de su proyecto político y de gobierno, el cual habrá de irse concretando mientras defina a quién pondría al frente de su partido y los cambios de su gabinete que habrán de registrarse en septiembre próximo, durante o posterior a su tercer informe. Para muchos quedó claro que el ideal de líder para el PRI estaba encarnado en sólo un puñado de cercanos: su primo Alfredo del Mazo Maza o su alter ego, su “tapa ojos”, Aurelio Nuño. Cualquiera de los dos sería consolidar el proyecto transexenal iniciado con las más profundas reformas constitucionales promovidas en este gobierno, porque ambos están en el eje de Videgaray para la sucesión 2018 y alguno de los dos podría ser el proyecto 2024. Del mundo ideal al mundo real hay un gran trecho y puede equivocarse, considerando que varios presidentes se han equivocado en sus afanes transexenales: Salinas abortó su plan haciendo bolas y sangre a la clase política; Fox perdió la brújula con Creel; y Calderón pensó siempre en Mouriño, cuya muerte lo dejó fuera pero quien se había ganado a pulso la animadversión de muchos panistas y de otros dirigentes partidistas y no auguraba nada bueno para su partido; por eso era llamado “Iván, el terrible”
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