viernes, 2 de octubre de 2015

COLUMNAS

“El Bronco” ataca a AMLO y Marín, en defensa de López-Dóriga, dice que Proceso es caca

@FedericoArreolavie 02 oct 2015 08:10
  
 
El Bronco contra López Obrador
Lamentables tres de los dichos de Jaime “El Bronco” Rodríguez sobre Andrés Manuel López Obrador.
1.- Que AMLO ha vivido todos estos años de dinero público. Es falso. Los que conocemos a Andrés Manuel sabemos que su movimiento, durante años, se mantuvo gracias a las aportaciones de miles de personas. “El Bronco”, en este tema, se equivoca por completo.
2.- Que AMLO no ha sabido ganar. Esta es una terrible mentira. López Obrador ya hizo lo que “El Bronco” Rodríguez apenas va a iniciar, gobernar una región importantísima de México, el Distrito Federal. Y en 2006, “El Bronco” lo sabe perfectamente, Andrés Manuel ganó las elecciones presidenciales a Felipe Calderón. Si AMLO no gobernó se debió a un enorme fraude.
3.- Que López Obrador pertenece a la mafia del poder. Como broma, esta afirmación es un muy mal chiste de “El Bronco”. Si alguien ha combatido a los poderes fácticos en México, es Andrés Manuel.
Entiendo que Jaime “El Bronco” Rodríguez esté molesto por las críticas que ha recibido de parte de Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño no ha sido del todo justo con el nuevoleonés. Pero “El Bronco” se equivoca al responder con falsedades al político que cuenta con la mayor autoridad moral en México.
Ojalá, por el bien de México, Andrés Manuel y “El Bronco” empiecen a colaborar y dejen de pelear.
Que Proceso es pura caca, dice Marín al defender a Joaquín
Como cualquier persona, Joaquín López-Dóriga merece –en sus terrible problemas actuales, sobre todo necesita– que alguien lo defienda. Es lo que ha hecho el director editorial de Milenio, Carlos Marín.
A los amigos se les conoce en la desgracia y Marín ha probado que respeta el significado de la amistad.
Esa es la parte positiva de la columna de Carlos Marín de este viernes en Milenio… Lo negativo de su escrito es el odio con el que se refiere a la revista Proceso.
Suponiendo que Proceso haya mentido o exagerado en su reportaje sobre los negocios de Joaquín López-Dóriga –no lo creo así; pienso que Jenaro Villamil hizo un excelente trabajo periodístico– a Carlos Marín, que trabajó al menos dos décadas en la revista fundada por Julio Scherer, no le queda decir que esa publicación es una mierda.
En una especie de carta pública, Marín le ha dicho a López-Dóriga: “Hoy, a 47 años de labrar tu éxito, la excrementicia revista insignia de los carroñeros te hizo blanco de una más de las infamias de que medra y sobrevive, excitando contra ti a tus demás mediocres y envidiosos malquerientes, incapaces de digerir que el mejor de los oficios te ha dado para vivir muy bien, sin que yo, como reportero también, sepa de nadie que te haya pagado por mentir, tergiversar, extorsionar o hacer lo que esos pobres diablos hacen para sembrar odios y ensalzar a falsos redentores. Muchas felicidades”.
¿Por qué felicita Marín a López-Dóriga? ¿Por el hecho de que, evidentemente, el principal periodista de Televisa pasa por el peor momento de su carrera profesional?
Lo curioso es que en Milenio se ha informado poco, y mal, acerca de la razón por la que López-Dóriga está en tantos problemas: la acusación de extorsión que le lanzó la inversionista María Asunción Aramburuzabala.
En Milenio no se publica nada que lastime al periodista de Televisa. ¿Porque son amigos Carlos Marín y Joaquín López-Dóriga? Si fuera el caso, se trataría de un abuso de la amistad.
López-Dóriga es una figura pública a la que la gente tiene derecho a cuestionar. Y, desde luego, los medios tienen la obligación de difundir lo que se diga de una persona con tanto poder.
En el caso de las acusaciones de Aramburuzabala contra López-Dóriga, Milenio guardó silencio. Ese es mal periodismo.
Por cierto, una política editorial admirable de Milenio, la de que sus colaboradores pueden criticarse entre sí e incluso a los directivos del diario, se violentó cuando uno de los columnistas fundadores, el perredista Pablo Gómez, quiso cuestionar a López-Dóriga por un lío del televiso con el PRD. Gómez fue echado del periódico.
En fin.
Si Proceso es una revista excrementicia por probablemente exagerar al informar sobre los negocios de López-Dóriga –algo que no creo haya ocurrido, lo aclaro de nuevo–, en esa lógica Marín es mierda periodística por no informar nada acerca del terrible aprieto en el que está el periodista más conocido e influyente de México.
Entre lo excrementicio de Proceso y la mierda de Marín hay una gran diferencia: la primera es una expresión que busca ser correcta; la segunda, huele bien pinche.

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