lunes, 30 de enero de 2017

Sobre la dignidad de nuestros presidentes...

lun 30 ene 2017 14:23
 
  
 
Así está México. Volteado al revés. Confundido.
Así está México. Volteado al revés. Confundido.
Foto propiedad de: Internet

Una buena parte del pueblo de México inducido por medios y sentimiento patriótico a pesar de la evidencia, se cree la mentira de que EPN es quien cancela la cita en Washington. Esto obvio no es verdad dado el escrito de Trump varias horas antes, donde le pide a EPN mejor no venir, si no lo iba a hacer con ánimo positivo para negociar. EPN simplemente siguió la orden del gringo loco y no fue, precisamente porque no habría oportunidad para negociar.
No obstante el claro hecho, se monta con altos vuelos un “todos unidos, gobierno y sociedad, contra Trump”, una “cruzada por la dignidad de México contra las ofensas de Trump”.
¿Cómo nosotros pueblo unirnos a un gobierno que nos ha dado migajas, que nos ha indignado?
Los gobiernos habidos, ¿a quién de nosotros pueblo ha representado?  
Pero duró muy poco la recién recuperada “dignidad” luego de la larga llamada telefónica entre mandatarios vecinos después de la cuál declara EPN: “Quedamos en ya no hablar públicamente del muro”. La presidencia de Estados Unidos no asiente a esta aseveración y lo deja solo con ella, pudo haberle jalado orejas por haberlo dicho, cómo no. Una desafortunada declaración que delata bajo grado de dignidad.  
Sorprendió-- y motivó este breve escrito—más que otra cosa, la inconcebible repetitiva falta de memoria, dado lo vivido con el régimen que nos ha oprimido, que ha actuado sin considerar las urgencias ciudadanas, que ignora a su pueblo. Tema para reflexionar con detenimiento.
¿Quedó velada de repente la imposición de la reforma energética con su gasolinazo posterior, la opresión, la corrupción a tutiplén perpetrada durante décadas por el régimen? ¿Qué ocasiona que de súbito sociedad que incluye hasta a la oposición, alabe y crea en “la dignidad” de un presidente que no ha demostrado respetar la dignidad de su pueblo?
Así está México. Volteado al revés. Confundido. Sin entender quiénes somos, dónde estamos parados.  Estoy totalmente de acuerdo con colegas que lo han mencionado: el problema de México no es Trump, somos nosotros mismos. No logramos vernos hacia dentro con sinceridad.
Al loco ese su pueblo mismo lo ajusticiará. No tarda en hacerlo.
Mientras que nuestros presidentes seguirán siendo indignos ante el pueblo si no se va el régimen. No nos han representado porque no han contado con la autoridad moral para hacerlo. La profundidad de la corrupción no les ha permitido ser honorables ni practicar la democracia.
Eso es lo que debemos cambiar para recuperar nuestra dignidad institucional colectiva, para ser una nación con liderazgo soberano respetado y digno: que el gobierno se gane la honorabilidad solucionando la conveniencia prioritaria de la población trabajando para el bien ciudadano en lugar de desangrar a su pueblo quien es el que siempre acaba pagando y ha pagado con sufrimiento las consecuencias de sus políticas impuestas.

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