Acerca de encuestas, cucharas y El Financiero
Lo que ha hecho el periódico referido en su encuesta nacional fue repetir la receta local.
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Desde un aeropuerto europeo en tránsito a Nueva York leo la columna de Federico Arreola, “Misión de El Financiero: mentir para matar a @lopezobrador_ con encuestas cuchareadas”. Y sólo puedo pensar en el hecho de haber anticipado en mi texto de antier para SDPnoticias, sobre la condición histórica sin parangón y la posición inmejorable para que Delfina Gómez gane las elecciones que se aproximan en Edomex, la función de la encuesta de El Financiero al respecto. Sobre todo si se sabe que en él participa un personaje con tan poco prestigio como Pablo Hiriart. Esto dije al contrastarla con la de SDP, que ubica a Gómez en primer lugar con 6.5% de ventaja sobre Del Mazo Maza:
“Si bien la encuesta de El Financiero de hoy invierte los papeles… da 6% de ventaja al candidato del PRI sobre la de Morena (en segundo lugar junto con la candidata del pan 32% contra 26%), hay que recordar tres cosas: 1. Las encuestas más confiables de los últimos tiempos han sido las de Facebook; 2) Ha habido una tendencia histórica a “cucharear” encuestas en contra de todo lo que signifique López Obrador; 3. Nunca las condiciones para el triunfo de la verdadera oposición en Edomex habían sido mejores como las de hoy.”.
Lo que ha hecho el periódico referido en su encuesta nacional fue repetir la receta local. Si su encuesta en Edomex beneficia un día al PRI, al día siguiente la presidencial beneficia al PAN; encuestas a la carta.
La función de El Financiero es la de la cuchara o el cuchareador o ambas a la vez. No hay evidencias ni razones para justificar una ventaja de la señora Zavala sobre López Obrador de un 32% contra 29%; y menos para ubicar a Osorio Chong con un 27%. La esposa de Calderón Hinojosa antes que al alza se encuentra a la baja. Para empezar, dentro de su propio partido, que es de donde tendría que ganar primero. Y con el estorbo de su marido (que muchos panistas rancios ven no obstante como ventaja), la limitada capacidad argumentativa que ha mostrado y su escasa experiencia política (o desperdiciada la que pudo haber tenido), quién sabe cómo le hará para vencer la ambición y el control partidista de Anaya.
Ya se sabe, si en el pasado la saña y el odio para combatir y derrotar a López Obrador han sido abiertas, ahora el sistema simbolizado por el PRIAN recurrirá a todo lo peor que políticamente se pueda especular y aun imaginar. Sin duda. Las encuestas “cuchareadas” serán un instrumento; nada nuevo. Nos corresponde a todos los interesados y conscientes de ello ventilarlo, explicarlo y repelerlo. Todos, significa los que demandan, necesitan, urgen un cambio: un ya basta a la vergüenza y/o desvergüenza que se vive en México.
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