martes, 27 de junio de 2017

Silvano Aureoles, el normalismo y los ángeles
Luis Hernández Navarro
F
ue un viaje directo al paraíso de 2018. Silvano Aureoles echó la espalda hacia atrás, miró al cielo, apretó sus manos una contra otra –como no dando crédito a su suerte– y rio a pulmón batiente. Claudio X González Laporte le agarró cariñosamente el antebrazo, lo miró con sonrisa pícara y siguió ­halagándolo.
Las palabras del presidente de Kimberly-Clark México al anunciar una importante inversión en la tierra del gobernador, sonaron en los oídos del mandatario como música de los mismísimos ángeles. Ya sabemos que el señor gobernador ya trae otras ideas que está considerando, pero sabemos que si va a empezar a actuar en otras posibilidades, dejará a un grupo que garantiza la perdurabilidad de inversiones. Michoacán nos ha prometido y nos ha dado, dijo el magnate el pasado 13 de junio.
Y en entrevista, después de vetar a uno de los candidatos que lo único que ofrece es ir hacia el pasado, agregó: Silvano es muy buen gobernador y sería muy interesante ver su actuación. Esta inversión es un espaldarazo al gobierno en su totalidad y al señor gobernador.
Las lisonjas del ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial a Silvano Aureoles en la casa de gobierno dieron en el blanco. Una tras otra, las fotos del acto muestran a un hombre que no cabe de gozo, desbordando alegría, casi levitando.
Bromista, el mandatario estatal explicó a los empresarios que esperaba que estudiantes de la Normal Rural Vasco de Quiroga de Tiripetío agredidos por la policía de Aguascalientes días antes, cuando estaban solidarizándose con sus compañeras de Cañada Honda, hubieran aprendido la lección luego de la garrotiza.
Enfatuado ante los hombres del dinero, deseoso de seguir sumando puntos ante ellos, añadió: “Vamos avanzando en la regularización de los normalistas, que hacían a cada rato desórdenes […] eso también va encausándose”.
Y, para demostrar que tan encausado está ese conflicto, y que no es un político al que le tiemble la mano a la hora de poner orden, ocho días después su policía golpeó salvajemente a los normalistas y disparó armas de fuego contra ellos. Uno de ellos, Gael Solorio Cruz, estudiante de tercer grado, está herido de gravedad por una bala en la cara y en estado de coma inducido.
El inocente comentario de Aureoles sobre el normalismo a Claudio X González Laporte no fue causualidad. Hasta hace unas cuantas semanas, su hijo Claudio X. González Guajardo era presidente de Mexicanos Primero. Y, desde el pasado 25 de abril, otro de sus hijos, Pablo, será el nuevo vicepresidente de la organización. Al frente del grupo de presión empresarial en cuestiones educativas quedará ahora, un viejo amigo de la familia, Alejandro Ramírez Magaña, director de Cinépolis, presidente del Consejo Mexicano de Negocios y uno de los hombres más acaudalados y poderosos de Michoacán.
Mexicanos Primero ha sido uno los organismos que con mayor beligerancia ha atacado a las normales rurales. En junio de 2011, Claudio X González hijo exigió cerrar las escuelas normales, porque hay muchas muy mediocres y unas que son un hervidero de política y de grilla... ¿Cuándo nos vamos a atrever a cerrar y a meter la lana a las que van a preparar a los maestros del futuro de nuestro país? Y advirtió: Se va a requerir de mucha voluntad y de mucho valor y de que nos aguantemos la turbulencia, porque sin turbulencia no hay cambio. Y, en febrero de 2016, insistió nuevamente en cerrar todas las normales que no sirven para nada según él, la mayoría. Para este año, entre los objetivos para este año de su grupo se encuentra el de la transformación de las normales.
La salida de Claudio X. González Guajardo de la presidencia de Mexicanos Primero se produjo en medio de una sórdida confrontación con el gobierno federal. En una conferencia que impartió a la Canaco el 3 de febrero del año pasado dijo que no hay que temer a llevarse mal con el gobierno. Finalmente añadió: Es más, con el tipo de gobierno que tenemos nos deberíamos de llevar de la fregada. No hay que temer a la confrontación (https://goo.gl/Hmgbs).
El alcance de este pleito pudo verse con mayor precisión un año después. El 1º de febrero de este año, en una conferencia en la Universidad Iberoamericana, González Guajardo aseguró que el presidente Enrique Peña Nieto se ha hecho merecedor a figurar en un hipotético museo de la corrupción. Merece –dijo– estar en un salón de la infamia (https://goo.gl/okk8gf).
El enojo gubernamental con las declaraciones del júnior fue de antología. Empresarios ligados a Mexicanos Primero se asustaron con las palabras del presidente de la institución. Algunos, incluso, llegaron a ofrecer la cabeza de su dirigente para tratar de apaciguar las aguas. Finalmente, casi tres meses después de la tormenta, Claudio X González hijo dejó de estar al frente de la organización que fue su caballo de batalla a lo largo de 10 años. Se trasladó entonces de tiempo completo a manejar su nuevo juguete: Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad. Curiosamente, varios periodistas que actualmente colaboran con él, y personalidades cercanas a su círculo, están en la lista de las figuras que, según reporta The New York Times, fueron espiadas.
La sonrisa de Silvano Aureoles ante el espaldarazo patronal no le dará mucho. Más temprano que tarde encontrará que, como si fuera un ratoncito con el que juega el gato antes de engullirlo, los señores del dinero lo desecharán. Cargará entonces en su conciencia, entre otras muchas otras cosas, con la represión a los estudiantes de Tiripetío y contra los indígenas de Arantepacua y Caltzontzin.
Twitter: @lhan55


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