miércoles, 28 de junio de 2017

El titular de Hacienda anuncia que habrá necesidad de otro recorte de empleados públicos
Meade: más austeridad en 2018 por déficit para pago de pensiones
El nivel de ajuste se definirá hasta saber cómo evolucionan los ingresos y el crecimiento, dice
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Los secretarios de Turismo, Enrique de la Madrid, y de Hacienda, José Antonio Meade, en el contexto de la presentación del Programa de financiamiento para el turismo rural, ayer en el Antiguo Palacio del Arzobispado, en Ciudad de MéxicoFoto Cristina Rodríguez
Roberto González Amador
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de junio de 2017, p. 18
La presión que ejerce sobre el gasto público la necesidad de financiar el creciente déficit para el pago de pensiones es uno de los factores que determinarán la magnitud del recorte en el gasto público para el próximo año, anunció este martes José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito Público.
Seguramente, dijo, el próximo año habrá necesidad de un nuevo recorte del número de empleados del sector público federal, medida que, junto con la reducción del gasto público respecto del monto ejercido en 2017 contribuirá a la reducción del déficit fiscal al nivel comprometido por el gobierno, de 2.5 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Los rubros específicos en que el gobierno federal espera reducir el gasto público en 2018, respecto del nivel ejercido en 2017, no han sido determinados, expuso Meade, en declaraciones tras presentar, junto con Enrique de la Madrid, secretario de Turismo, el Programa de financiamiento para el turismo rural.
Sin embargo, una de las razones que determinarán la magnitud del ajuste del gasto es el creciente déficit en el financiamiento de las pensiones, el rubro del presupuesto que –según datos oficiales– tuvo el mayor crecimiento dentro del gasto federal en los años recientes y que, en 2017, requerirá casi 700 mil millones de pesos.
En términos generales, las finanzas del sector público federal tendrán este año un déficit, conforme al paquete económico autorizado, de 2.9 por ciento del PIB, dijo Meade. En 2018, ese desequilibrio debe disminuir a 2.5 por ciento del PIB, que es la meta comprometida para el final de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto.
Eso va a implicar dos tipos de presiones. Por un lado, un menor nivel de gasto, no lo sabemos todavía, será probablemente menor a 0.4 por ciento del PIB (proporción que equivale a unos 80 mil millones de pesos), pero no lo podemos calcular todavía hasta saber cómo evolucionan los ingresos y el crecimiento. Y las presiones que tenemos, por ejemplo, del crecimiento de las pensiones dentro del paquete. Pero este ajuste será menor que el que tuvimos que hacer de 2016 para 2017 y de 2015 para 2016, cuando nos fuimos moviendo de déficits de 4.6 a 2.5 del PIB, que es el que habremos de lograr en 2018, expuso.
Así, en 2018 habrá otro esfuer­zo presupuestal, que se suma a los que ya ha hecho el gobierno, pero de menor magnitud que en 2015 y 2016, dijo. Todavía no sabemos dónde serán los recortes, explicó.
En 2017 el gasto público para pensiones sumará 720 mil 128 millones de pesos, de acuerdo con datos oficiales. Esa cantidad supera en 9.3 por ciento a la del año previo, uno de los porcentajes de mayor incremento del gasto público. Los recursos para atender este renglón son más del doble de los destinados en 2010, cuando llegaron a 305 mil 871 millones de pesos, según información de la Secretaría de ­Hacienda.
–¿Habrá más recortes a la burocracia de los que ya se habían estimado? –se le preguntó a Meade este martes.
–Seguramente habrá que hacer un esfuerzo adicional. Implica de todas maneras esfuerzos, si bien menores, tanto en términos absolutos como relativos, a los de los años anteriores. Pero implicará un esfuerzo de austeridad, de contención de gasto, para alcanzar este menor déficit, para tener un superávit primario –ingresos menos gastos antes del pago de intereses de la deuda– para seguir llevando la relación de deuda respecto del PIB a una trayectoria decreciente.
–¿Seguirá apretado el cinturón o se aflojará un poquito?
–Seguirá apretado, tendremos que seguir haciendo esfuerzos. La consolidación fiscal (reducción de la deuda pública respecto del PIB) va a requerir de ajustes, insisto, de menor grado de los que hemos hecho en el pasado, pero que se acumulan a los que ya hemos venido haciendo. Eso permitirá que México se ubique dentro de las naciones latinoamericanas, como un país que va adelante en su curva en materia de consolidación fiscal, y eso ayudará a tener más certeza en nuestras finanzas públicas, en su sustentabilidad y nos dará una ventaja competitiva en un entorno global que seguramente seguirá siendo volátil y complicado.

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