domingo, 25 de junio de 2017

El Despertar
La tormenta que viene
José Agustín Ortiz Pinchetti
J
osé López Portillo dijo ante la crisis del final de su sexenio: soy responsable del timón no de la tormenta. El Estado mexicano tuvo que afrontar el fenómeno mundial de la caída de los precios del petróleo. Enrique Peña Nieto está empeñado en llevar a México hacia la tormenta, es una tendencia que viene agravándose. La crisis de final de sexenio de Peña ha durado más de tres años: emplea las viejas fórmulas y abusos del sistema como si no hubiera transcurrido el tiempo y México viviera aún en los años 60 ¿Por qué esa reiteración? Simple ineptitud.
Tomemos como ejemplo el desastre de los comicios en Coahuila y el estado de México, se cometió un fraude múltiple, una maquinación tan cruda que no le queda duda de los abusos al 70 por ciento de la población. El gobierno arrastró en su caída al Instituto Nacional Electoral, la gente no cree que esta institución esté preparada para organizar las elecciones en 2018. El presidente se va a salir con la suya a costa de su legitimidad.
¿Cómo es posible que no puedan ver que el debilitamiento de la credibilidad afecta a todo el conjunto institucional? Y en la víspera del 18 llegamos a una cifra récord en homicidios dolosos (mayo pasado); 21 gobernadores priístas (el núcleo del nuevo PRI) tienen cuentas pendientes por desvió de recursos, cuando menos 258 mil millones de pesos; se hizo público que México adquirió el sistema informático Pegasus con un costo de 80 millones de dólares: lo está usando para espiar y extorsionar a activistas de derechos humanos, comunicadores y a sus familiares. Lo asombroso es la respuesta del gobierno. Niega un hecho bien acreditado y encarga una investigación al procurador, hombre de confianza y subordinado del presidente, así son sus reacciones, mezcla de hipocresía y cinismo.
El desafío mayor para el timonel está en la ruptura interna que se avecina en el PRI. El presidente es muy débil y no podrá imponer a su tapado. Los grupos resentidos empezarán a pelear entre ellos, ignorando a EPN como el máximo árbitro. El menosprecio de Peña a los partidos políticos, incluido el PRI, va a provocar un deterioro en la política nacional.
La tormenta puede ser catastrófica y el timonel un irresponsable pero todos nosotros vamos en el mismo barco.
Twitter: @ortizpinchetti


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