lunes, 26 de junio de 2017

Frente Amplio Democrático o Pacto por México II

@fernandeznoronalun 26 jun 2017 13:28
 
  
 
Considero que el Frente Amplio Democrático es una reedición del Pacto por México .
Considero que el Frente Amplio Democrático es una reedición del Pacto por México .
Foto propiedad de: Internet

Llegó a mi poder un libro del que ya me habían comentado su existencia: Pacto por México. De la reforma política de 1977 a la construcción de acuerdos, de José Murat, editado por Miguel Ángel Porrúa, sí, el mismísimo editor que publicó el pseudo libro de Rafael Moreno Valle, gran éxito literario de la temporada con 14 ejemplares vendidos.
Mientras que el libro de fotografías del ex gobernador de Puebla se halla en todas las librerías, aunque nadie lo compre, el de José Murat no se encuentra en ninguna. El propio autor regala el libro de mano en mano. Cómo llego a mí el texto es una larga historia que no vale la pena hoy relatar, sólo precisaré que no conozco al autor personalmente y que, no me fue obsequiado por él el ejemplar que tengo en mi poder.
La historia viene a cuento porque en el libro, Murat establece la importancia de los cuatro pilares de la Constitución de 1917: El artículo tercero constitucional del educación pública, laica y gratuita; el artículo 27 constitucional de la riqueza del subsuelo para el pueblo de México; el artículo 123 de los derechos de los trabajadores y, el 130 del Estado laico; cuatro pilares hechos pedazos por el Pacto contra México. Al leer la introducción de los acuerdos que derivaron el Pacto por México, uno pensaría que el propósito que llevó a los acuerdos de la cúpula del PRI, PAN y PRD fue el de mejorar las condiciones de vida de los mexicanos y fortalecer el marco constitucional. Sin embargo, los resultados están a la vista y no permiten la menor especulación: se rompió el marco constitucional y se deterioró aún más los niveles de vida del pueblo de México.
En realidad, el citado acuerdo ha fortalecido la percepción de que todos los partidos y todos los políticos somos lo mismo y que somos absolutamente repudiables, por traicionar al pueblo. Ellos, a pesar de que es archiconocido que fueron las cúpulas del PRI, PAN y PRD los que participaron en ese acuerdo y no la totalidad de los partidos políticos existentes en México. Cierto que el Partido Verde reclamó el haber sido excluido de esos acuerdos, pero no es menos cierto que el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano rehusaron participar en ese acuerdo contra el pueblo de México. También lo reconoce el propio Murat, MORENA se negó a participar en la construcción del citado acuerdo contra el pueblo de México (esta última reflexión es mía, es obvio que Murat considera que los acuerdos son muy provechosos para el pueblo y para el país).
El Frente Amplio Democrático planteado primero por Acción Nacional -hace una semana- y ahora impulsado el día de ayer por el PRD, tiene en esencia el mismo origen. Aparece como un frente para derrotar al PRI, pero en realidad busca cerrar el camino a quien hoy se perfila como el candidato más fuerte de la oposición: Andrés Manuel López Obrador.
Veamos los antecedentes: el PRD ha ido en coalición con Acción Nacional en muchas entidades del país y han logrado derrotar al PRI, más allá de la crítica al pragmatismo electoral que esa alianza ha generado y que el beneficiario de esas alianzas ha sido el PAN sin lugar a dudas.
A pesar de esa experiencia pragmática electoral exitosa (si se considera un éxito la derrota del PRI), el PRD se rehusó a ir en coalición con el PAN en Chihuahua y destacadamente en Coahuila y en el Estado de México. En estas entidades, era prioritario derrotar al PRI y sin embargo, la cúpula del PRD dio la espalda a esta alianza con la derecha. En Chihuahua, no lograron dividir el voto opositor y Javier Corral fue elegido gobernador derrotando al PRI. Pero en Coahuila y en el Estado de México, desarrollaron destacadamente una labor de esquiroles coadyuvando a que el PRI, se haga de esas gubernaturas, aunque sea de manera fraudulenta. Es cierto que en el caso del Estado de México aún no se materializa la imposición de Alfredo del Mazo, pero ésta se perfila con mucha nitidez. 
Lo que quiero demostrar con la argumentación anterior es que la cúpula del PRD juega a dos bandas: en algunos casos apoya al PAN para derrotar al PRI y en otros, juega dividir el voto para que el PRI salga victorioso. Por su parte, Acción Nacional es un matrimonio mal avenido con el PRI. Disputan electoralmente, pero han votado el 90% de los temas juntos en el congreso mexicano y el 100% de las reformas contrarias al pueblo desde el gobierno de facto de Carlos Salinas.
Ambas cúpulas partidarias, la del PAN y la del PRD, comparten la preocupación de que López Obrador no llegue a la presidencia de la República. Si en realidad buscaran derrotar al PRI, no tendrían más que apoyar a López Obrador en un gran frente opositor, que haría pedazos al PRI en las elecciones de 2018; pero como ya lo dije, su objetivo es justo el contrario, evitar el arribo de AMLO a la presidencia de la República. Harán un esfuerzo legítimo por encontrar un candidato que les permita disputar la presidencia, pero de no lograrlo, están claros y dispuestos a dividir el voto opositor para lograr que bajo ninguna circunstancia el líder de MORENA triunfe en las elecciones presidenciales de 2018. En otras palabras, jugarán un papel de esquiroles similar al que el PRD realizó en el Estado de México. 
Por estas razones, considero que el Frente Amplio Democrático es una reedición del Pacto por México pero ahora con una visión político-electoral. El primero, fue un acuerdo cupular para imponer las reformas neoliberales que el gobierno de Estados Unidos exigía materializar en nuestro país. Este segundo acuerdo ahora llamado FAD, busca preservar las reformas cerrando el camino a un candidato de izquierda.
Si tú mismo aspiras a construir una candidatura independiente de izquierda, ¿por qué defender a López Obrador? Me preguntará más de uno. Simple: porque López Obrador es un compañero, es un patriota y es un hombre probo. Y porque si están tomando todas las medidas necesarias para no dejarlo llegar a la presidencia la República, menos permitirían que un perfil como el mío logre tal hazaña. De lograr materializar mi candidatura y de adquirir la fuerza necesaria para disputar la presidencia, me combatirían con tanta saña o más que la que hoy están aplicando en contra de López Obrador. Sería ingenuo, vil y mezquino sumarme a la cacería contra el líder de MORENA pensando que después no sería yo víctima de los mismos procedimientos utilizados hoy contra éste.
Así las cosas, ha quedado clara, desde mi punto de vista, que es correcta la posición de López Obrador de no realizar ningún acuerdo con la cúpula del PRD. Hoy, a esa cúpula partidaria le corresponde también el reclamo que hice en la cámara diputados, en su momento a los legisladores del PRI y del PAN: viven del pueblo y traicionan al pueblo.
Debemos derrotarlos, hoy más que nunca es necesario alzar la mira y concentrar nuestra energía en lograr la renuncia de Enrique Peña Nieto, al que por más que se le menosprecie, es el líder político de esa coalición del Pacto contra México hoy llamado frente amplio democrático. Por ello, reiteramos nuestro llamado a parar todo el 1 de septiembre, exigiendo la renuncia de Peña Nieto.

"El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz".

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