sábado, 4 de enero de 2020

Un agente de Soleimani intentó contratar a Los Zetas para asesinar a embajador saudí en Washington, según investigaciones de la DEA

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Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds desde 1998 hasta su muerte, el 3 de enero de 2020.
De la redacción.
De acuerdo con medios estadounidenses, un agente operativo de la Fuerza Quds iraní, llamado Manssor Arbabsiar, visitó México en mayo de 2011 con la finalidad de reunirse con un supuesto asociado de Los Zetas, para planear el asesinato del embajador saudí en Estados Unidos, Adel al-Jubeir, detonando C-4 en un restaurante que este último frecuentaba en Washington D. C.
Sin embargo, el supuesto asociado de Los Zetas era en realidad un agente encubierto de la DEA, con quien sostuvo varias reuniones en territorio mexicano para planear otros ataques contra la embajada de Israel en Washington y contra las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Argentina. Además que en los encuentros se trazaron nuevas rutas de tráfico de opio entre México y el Medio Oriente, según informes de la DEA.
El 14 de julio de 2011, el agente de la DEA informó que Arbabsiar reclutó a cuatro hombres para llevar a cabo el asesinato, a quienes les pagarían un total de 1.5 millones de dólares. Un anticipo de casi 50 mil dólares fue transferido a una cuenta bancaria del FBI, lo que supuso un acto de validación de la conspiración.
En octubre de 2011, Arbabsiar y otro agente de la Fuerza Quds con sede en Irán, Gholam Shakuri, fueron arrestados por agentes federales estadounidenses, según informó el New York Times en ese momento. Los dos hombres fueron acusados ​​de conspiración para asesinar a un funcionario extranjero, usar armas de destrucción masiva y conspiración para cometer un acto de terrorismo, entre otros.
La DEA y el FBI consideraron un éxito el haber frustrado los atentados, pero otros notaron la suerte de Estados Unidos de que la persona reclutada por el agente de la Fuerza Quds, de Qasem Soleimani, fuera un informante federal.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, mencionó este episodio como uno de los crímenes atribuibles a Qasem Soleimani. «Organizó el intento de asesinato del embajador saudí en los Estados Unidos en Washington, DC en 2011, supervisando un intento de ataque terrorista en suelo estadounidense».

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