lunes, 24 de noviembre de 2008

Por Federico Arreola
Marcelo: Te equivocaste, te engañaron, te enredaron

Don Marcelo Ebrard: Te equivocaste al participar en el programa más frívolo de la televisión mexicana. Tus asesores te engañaron si te dijeron que te convenía cocinar galletitas en un pésimo programa para señoras desocupadas. Y si la idea fue de los directivos de Televisa (considero a Bernardo Gómez y a Emilio Azcárraga capaces de eso y peores cosas), entonces te enredaron en un asunto del que no vas a salir bien librado. Porque Televisa, lo sabes, Marcelo, es una fábrica de mentiras. Sí, tal como lo dijo Andrés Manuel López Obrador, al que puedes o no hacerle caso, con el que puedes o no estar de acuerdo (personalmente me desagrada la estrategia de AMLO de encabezar marchas con tanta frecuencia), pero al que no puedes acusar de haber sido impreciso en esa definición. Porque Televisa es eso, sin lugar a dudas: una gran fábrica de mentiras, más allá de que también se le pueda acusar de embrutecer a los mexicanos con una programación del peor nivel cultural.


Ibas muy bien, Marcelo. Te estabas ganando el respeto de muchos. Eras, y supongo que todavía eres, uno de los dos líderes de real importancia que tiene la izquierda mexicana (el otro es Andrés Manuel, por supuesto). No eches a la basura tu prestigio prestándote a las payasadas que tanto le gusta organizar a Televisa. No te queda el papel de patiño, no eres ni nunca has sido un chistorete de cuarta. No empieces a serlo ahora. La situación del país, tan grave en lo político, en lo social y en lo económico, no está para los jueguitos ridículos de Bernardo y de Emilio y de sus conductores que, de plano, dan pena. Piénsalo, ya no te equivoques, vuelve a ser un funcionario apreciado por su seriedad. No pierdas esta virtud mayor porque, si lo haces, habrás perdido todo.

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