EPN sabía desde 2014 de la peligrosidad del CJNG pero no tomó medidas al respecto: académico
Por: Redacción Revolución / 26 mayo, 2015
(26 de mayo, 2015).- “Se nota la falta de ayuda de Estados Unidos en el control de armas, este es otro factor que juega negativamente”, declaró Javier Oliva, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al periódico El País, en referencia a los ataques que ha protagonizado el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y que dan cuenta del arsenal con el que cuentan, incluyendo lanza granadas, con los que han enfrentado a la policía federal, e incluso al Ejército mexicano.
Además de Oliva, el experto en seguridad Alejandro Hope, afirmó que no debe exagerarse la capacidad de fuego con que cuentan los criminales –tras el “enfrentamiento” en las inmediaciones de Tanhuato las autoridades decomisaron 39 armas largas, dos cortas, un rifle Barrett y un lanzagranadas- aunado al hecho de que las autoridades consideran al CJNG como el más “beligerante” de los cárteles del país, por ello lo han convertido en su principal objetivo.
“En dos o tres años eso va a conducir a su fragmentación, tal como sucedió con Zetas y Templarios”, señaló Alejandro Hope, luego de considerar que Jalisco era un incendio que se veía venir, pero no tendrá la intensidad que se ha visto en otros focos rojos como Michoacán, Tamaulipas o Guerrero. “Ni siquiera Nuevo León en 2010”, dijo Hope a la publicación española, en referencia a la guerra entre Zetas y el Cártel del Golfo.
Luis Pablo Beauregard, reportero de El País, sostiene que Peña Nieto sabía desde mediados del año pasado que la seguridad en Jalisco se convertiría en uno más de sus dolores de cabeza, pues la lucha contra Los Caballeros Templarios en Michoacán abriría espacios que tarde o temprano serían ocupados por otros narcotraficantes. Ese vacío lo llenó el CJNG, que en los últimos meses se ha enfrentado a las fuerzas de seguridad del Estado mexicano.
“El Gobierno ya tenía la información hace un año. Lo crítico es que no se hayan tomado medidas al respecto hasta ahora”, argumentó Oliva.
Pero cuando el gobierno de Peña Nieto tomó cartas en el asunto, los narcotraficantes recibieron al Operativo Jalisco con lanzagranadas, bloqueo de carreteras y con el derribo de un helicóptero Cougar, con un lanzacohetes, del Ejército que dejó como saldo a nueve elementos fallecidos.
La violencia del CJNG no paró ahí. Según versiones oficiales, el pasado 22 de mayo, una camioneta en la que se transportaba un grupo de personas armadas inició la agresión contra un convoy de vehículos de la Policía Federal en las inmediaciones de Tanhuato.
La agresión fue el inicio de un “enfrentamiento” en el que fueron acribillados 42 presuntos delincuentes y un elemento de la policía; tres detenidos, dos de ellos han declarado pertenecer el CJNG.
Hasta ahora, 36 cuerpos han sido entregados a sus familias, quienes han negado los vínculos con el crimen organizado y aseguran que se desempeñaban como obreros en diversos ramos; 18 de ellos originarios de Jalisco.
“Veo un incremento en el desafío de las organizaciones criminales”, sostiene Oliva. “Creo que en esa lógica criminal el CJNG se equivocó en atacar a los policías y al derribar el Cougar. Ni Pablo Escobar ni nadie pueden derrotar al Estado”, agregó el catedrático.
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