Todos somos Grecia

L

a cuestión de fondo no es si Grecia se sale de Europa. La cuestión de fondo, si se mira a la historia y a la vida, es si Europa se sale de Grecia; y en consecuencia, del Mediterráneo y el Adriático; y en consecuencia, de Italia y de España; y en consecuencia, del mundo latino, de Portugal y del entero sur de Francia; y en consecuencia, del Medio Oriente y del vasto norte de África.

La cuestión es si el mundo y el mando de las finanzas pueden arrancar a una civilización de sus raíces, del universo de Homero y Odiseo y de 25 siglos de su historia, Roma y Bizancio incluidas. No, no se puede, a menos de correr a ciegas hacia una catástrofe de imprevisibles alcances.

El mundo de las finanzas puede castigar a Grecia y a su pueblo y expulsarlos del euro, para que todos aquellos que intenten resistir aprendan por fin quién manda. ¿Y después, qué? Nos urge una respuesta también para nuestra América, que desde el Norte, el Occidente y el Oriente es hoy presa codiciada para ese mundo sin ley y sin piedad. Nos urge apoyar a Grecia. 

Adolfo Gilly