Ernesto Núñez
Cd. de México (26 enero 2017).- "Levantadedos", los llamó la diputada Irma Eréndira Sandoval y, con ello, provocó un pequeño incendio en la Asamblea Constituyente.Se debatía el último párrafo del numeral 1 del artículo 66, correspondiente al dictamen de una comisión que lleva en su nombre más anhelos que realidades: "Buen Gobierno, Combate a la Corrupción y Régimen de Responsabilidades de los Servidores Públicos".
En concreto, estaba a discusión una de las llamadas "megareservas"; es decir, una redacción negociada en la comisión -presidida por el senador perredista Armando Ríos Piter- para que pudiera "transitar" en el pleno sin objeciones.
Pero Irma Eréndira Sandoval no es una constituyente más.
Es, junto con su compañero en la bancada de Morena, Jaime Cárdenas, quien más veces ha subido a tribuna, ya sea para presentar una reserva, argumentar un voto en contra o denunciar alguna de las anomalías parlamentarias registradas durante los trabajos de la Constituyente.
Doctora en Ciencia Política, catedrática del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, crítica del neoliberalismo y activista contra la corrupción, Sandoval llegó como candidata externa de Morena a la Constituyente, y hoy es una de las diputadas más aguerridas.
Hace tres días, la investigadora publicó en el portal Aristegui Noticias una carta de "no renuncia", en la que afirma que sobran las razones para irse, pero advierte que continuará ahí para no darle gusto a los "sátrapas que hoy mantienen secuestrado ese espacio de soberanía popular".
En su carta, Sandoval acusa a Alejandro Encinas de actuar como "un director de circo" que negocia con PRI y PAN, acusa que la opacidad y la discrecionalidad son la regla de la Constituyente y califica a los diputados del PRIANRD como una "mafia de vividores".
Cuando ayer se debatía la reserva que incorpora al artículo 66 los principios de "austeridad, moderación, honradez, eficacia, eficiencia, economía, transparencia, racionalidad y rendición de cuentas" en el ejercicio de los recursos de la Ciudad, Sandoval subió a tribuna para hablar en contra.
Primero, descalificó el "procedimiento desaseado" mediante el cual se pactó tal redacción (una encerrona de horas, a puerta cerrada).
Después, argumentó que sólo debería incluirse la palabra austeridad, pues términos como "eficacia, eficiencia y racionalidad" son argumentos tecnocráticos que pueden dar pie a recortes presupuestales.
El pleno se quejó, con abucheos y aspavientos, por una intervención que rompía la "armonía" del consenso en torno a la "megareserva". Y, frente a una asamblea que, en su mayoría, esperaba con impaciencia el momento de votar el dictamen, Sandoval soltó la frase políticamente incorrecta que ni siquiera en su carta de "no renuncia" se había atrevido a emplear:
"Estoy todavía dentro de mi tiempo y me tienen que respetar el tiempo que tengo asignado para argumentar en contra. Ustedes van a ganar, porque aquí se trata de un Congreso de levantadedos y ustedes van a ganar, pero los que podemos utilizar la voz vamos a utilizarla".
Eso irritó a Ríos Piter, presidente de la Comisión, que pidió la palabra a Encinas y subió, casi a trote, hasta la tribuna.
Desde ahí, acusó a la diputada de Morena de desconocer acuerdos de la Comisión, de descalificar a todos los demás -incluidos diputados de su grupo parlamentario- , y de boicotear los trabajos del Constituyente.
"Usted, en reiteradas ocasiones hacía propuestas y, después, cuando no le satisfacía la democracia de la mesa, incluida la participación de las compañeras de su bancada que estaban en el diálogo, en la construcción, usted se retiraba; usted no quiso votar la última parte del dictamen, usted se fue, usted no estuvo presente", dijo Ríos Piter.
El perredista recordó que todo el trabajo de la Comisión está grabado en video y consta en actas. Advirtió que no permitiría que se calificara como irregular o desaseado el proceso, ni que lo llamara "corrupto". Y añadió: "yo debo reconocer que tenía un grave prejuicio, porque habiendo tratado con usted, pensé que todo Morena era igual".
Visiblemente molesta, Sandoval pidió la palabra para alusiones personales; volvió a tribuna, y acusó a Ríos Piter de ejercer en su contra violencia política de género.
"Usted viene aquí a poner mi nombre en sucio, con violencia política de género, y voy a abrir una investigación en las instancias correspondientes, porque hay grabaciones como usted mismo lo señala", dijo.
Pero, en ese momento, Sandoval ya no contaba con la solidaridad de un pleno al que había tildado de "levantadedos", y su intervención fue recibida con nuevos aspavientos y abucheos de priistas y panistas, y carcajadas de Dolores Padierna y los demás perredistas.
Sandoval recordó a Ríos Piter que, así como está grabado su trabajo en la Comisión de Buen Gobierno, también está grabada su asistencia a la fiesta que ofreció el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, la noche del 25 de septiembre de 2014, cuando se fraguaba la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
"Así, también están grabadas todas y cada una de las agresiones verbales, de las agresiones directamente a mi persona por cuestiones ideológicas", acusó.
La Asamblea no la respaldó.
En cascada, cinco diputadas pidieron la palabra para defender el trabajo de la Comisión de Buen Gobierno, y reprocharle a la académica el exceso de los "levantadedos": Esthela Damián, de Movimiento Ciudadano; las perredistas Tobyanne Ledesma, Lol Kin Castañeda y Nelly Juárez, y la panista Mariana Gómez del Campo.
El propio Encinas tomó la palabra para hacerle un reproche.
"Yo no comparto de ninguna manera que ésta sea una Asamblea de levantadedos y mucho menos que haya negociaciones al margen de nuestros procedimientos", dijo, "seguiremos velando por el pleno cumplimiento de nuestros reglamentos y disposiciones y por el respeto entre nosotros".
Al amargo momento siguió una sugerencia del coordinador de Morena, Bernardo Bátiz, quien conminó a su compañera de bancada, y al perredista Ríos Piter, a ofrecerse mutuamente disculpas y solicitar que se retiren las ofensas personales del Diario de los Debates.
Una técnica de depuración, "para dejar un debate de altura en los anales de la historia", que ya ha sido usada en anteriores momentos de la Constituyente, como cuando la perredista Elena Chávez reprochó a Bátiz y a Javier Jiménez Espriú su afición por la Tauromaquia.
Pero ni una ni otro optaron por esa salida. Se guardaron su agravio y, como en los accidentes de tránsito, cada uno se fue con su golpe.
Pese a todo, la Asamblea cumplió con el objetivo que se habían propuesto Encinas y la mayoría de los diputados: avanzar un poco más en la confección de la Constitución.
El dictamen, con todo y "megareservas", fue debatido y aprobado casi en su totalidad en un lapso de 5 horas. Y se sumaron, a la lista de lo ya terminado, cinco artículos más: 66 (Garantía del debido ejercicio y la probidad en la Función Pública), 67 (De la fiscalización y el control interno en la Ciudad de México), 68 (Del Sistema de Fiscalización Superior), 69 (Del Sistema Anticorrupción de la Ciudad De México) y 70 (De las responsabilidades administrativas).
Del dictamen de Buen Gobierno, siguen pendientes los artículos 71 (De la responsabilidad política), 72 (De la responsabilidad penal) y un nuevo artículo 73 (De la Responsabilidad Patrimonial de la Ciudad de México) que no estaba en el proyecto original.
La discusión sobre la eliminación del fuero -contenida en el artículo 72- llegará hoy al pleno. Aunque ya fue procesada en la Comisión, ahí estarán Irma Eréndira y Jaime Cárdenas, para cuestionarla y votarla en contra.
Con cinco días antes de que venza su plazo para aprobar la Constitución, la Asamblea aún tiene en el tintero esos tres artículos, el dictamen de Alcaldías, el de Pueblos y Barrios Originarios, las reservas enviadas al "itacate", la mayor parte de los transitorios y el Proemio.
El reloj sigue su curso.
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