Ciudad Perdida
Fuera el fuero
Fin a la impunidad
Avance constituyente
Miguel Ángel Velázquez
U
no de los grandes campanazos que dará la Asamblea Constituyente será sin duda la desaparición del fuero que hace inmunes a los políticos en ejercicio de alguna tarea de elección popular.
La idea se plasmó en el texto original, el que llegó desde la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Ahí se decía:
Ninguna persona goza de fuero o inmunidad.
Hubo quien se resistió a llevar a la ley la desaparición de ese precepto. Sí, se intentó hacer caso omiso a una exigencia que atraviesa el país de lado a lado.
Como otros artículos que podrían ser virales, es decir, que serían susceptibles de contagiar a todo el país, éste, que plantea hacer de quienes tienen responsabilidades de servidores públicos gente igual a los demás frente a la justicia, fue sometido a críticas y resistencias.
Sugerir siquiera que la ley alcanzara a los gobernadores, por ejemplo, parecía un imposible, y pensar que sí puede suceder causó urticaria entre los partidos que mantienen el poder en los gobiernos estatales, por ejemplo.
Cerrar la puerta de escape a gente como Javier Duarte en Veracruz hace pensar que por fin habrá un poco de justicia para quienes han sufrido el saqueo impune de quienes están en el poder.
Para que esto sea cierto, en la Asamblea se concibió, ya sin sonrojo, el cinismo como argumento político. Allí hubo palabras priístas que condenaban la corrupción, sin voltear la cara a cada una de las acciones de los miembros de ese partido, que se han significado por vivir a la sombra de la impunidad.
Y sí, al final se trata de un logro, y sí, deberá tener consecuencias en todo el país, ya que nadie se querrá quedar atrás porque supondrán, con razón, que la medida significará votos, y en el mercado de la política eso aún tiene algún significado cuando no se pueden comprar los sufragios.
Algo muy parecido sucede con la renta básica. Una medida que tiene gran significado frente a la pobreza creciente que se vive en México, y que lo que en el fondo evita es que existan mexicanos que se mueran de hambre. Pero si se aprueba podría significar que el resto del país repitiera la medida, y eso traería en consecuencia que los gobernadores dispusieran de menos recursos para hacer con ellos lo que se les pegara la gana.
Por lo pronto, hay que decirlo, fue y es el proyecto que se presentó a la Asamblea, el original, lo que dio pie a que se lograra un avance tan importante. Sería mentiroso y fraudulento, aunque se lo permita algún político, decirse el padre de esa, que será ley, y habrá de reformar en serio muchas de las actitudes de los políticos de ahora y de los que vienen.
De pasadita
Ya es hora de que alguna autoridad de la ciudad mire el tremendo problema que están causando las tiendas que venden motocicletas. Esos vehículos salen de las tiendas sin placas ni registro, para ser parte de las armas de la delincuencia que viaja sin mayor problema por las calles de la capital sin que nadie la moleste, o con la ayuda de la policía, que ni se inmuta por el escandaloso aumento de los crímenes de los delincuentes montados en esas máquinas. ¡Ya párenlos!
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