sábado, 8 de noviembre de 2008

Pasión de pluralidad
Viernes, 07 de Noviembre de 2008 00:00
Víctor Flores Olea

En los años 60 Herbert Marcuse definió la cultura y la civilización de la sociedad desarrollada como “unidimensional”, con un “pensamiento único” condicionado por el mercado y la avidez de ganancia. Entonces como ahora tenía razón en su lapidaria caracterización, una de las más hondas y plena de implicaciones para el hombre y la civilización contemporáneas.
Sociedad también dispuesta a la guerra, a la conquista y a la explotación. En realidad, uno de los mayores desafíos de los tiempos que corren ha sido el de regresar a los hombres, y mujeres naturalmente, a su dignidad original, a su capacidad de universalidad. Tarea lograda por algunos pero ni de lejos por la sociedad entera, no en el aislamiento pero sí como excepción. Definición de Marcuse, como es obvio, que tenía como modelo, sobre todo, a Estados Unidos.
Pero he aquí que un día aparecen George W. Bush y Barack Obama, el primero representando la “unidimensionalidad” más recalcitrante y repugnante de los contemporáneos violentos, acumuladores de riqueza y negadores de los valores humanos. Y, el otro, encarnando la posibilidad de una nueva sociedad en ese país, a favor del cual salieron a votar masivamente los jóvenes, y también, aunque no sean tan jóvenes, aquellos que lo son del intelecto y la voluntad. Barack Obama encarna hoy para una mayoría de estadounidenses la esperanza, que seguramente tiene muchas dimensiones, sin olvidar la del bienestar material a que tan acostumbrados han estado, pero que no se limita a ello.Leer mas

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