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- Fecha: 26 Dic 2013
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- Fuente: Angélica Melín Campos
Pide Monreal cárcel de hasta 3 años para despachos de cobranza que hostigan al cliente
El coordinador parlamentario, Ricardo Monreal, subrayó que la banca y demás instituciones de crédito, han optado por otorgar préstamos, créditos y tarjetas al por mayor, para después, dedicarse a intimidar al usuario.
La fracción parlamentaria del Movimiento Ciudadano (MC) en la Cámara de Diputados, demandó endurecer sanciones y castigar con penas de 6 meses a 3 años de prisión o multas de 180 a 370 días de salario, a las empresas de cobranza contratadas por bancos, tiendas departamentales y cualquier otra institución crediticia, que se dedican a hostigar a los clientes.
El coordinador parlamentario, Ricardo Monreal, subrayó que la banca y demás instituciones de crédito, han optado por otorgar préstamos, créditos y tarjetas al por mayor, para después, dedicarse a intimidar al usuario, principalmente por la vía telefónica y esa, sentenció, es una práctica delictiva que puede ser penalizada como “acoso”.
Al recordar que presentó una iniciativa de reforma al artículo 284 Bis del Código Penal Federal, para sancionar la intimidación y hostigamiento que cometen los agentes de cobranza contratados por bancos y demás empresas, Monreal Ávila refirió que a finales del 2010, la Comisión Nacional para la Protección de Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), firmó con la Asociación de Profesionales en Cobranza y Servicios Jurídicos (APCOB), un acuerdo para frenar malas prácticas de acoso a los cuentahabientes.
Consideró que los bancos abusan de los beneficios y libertades de las que gozan, pues por un lado “bombardean” a la población con ofertas, promociones y servicios que al ser contratados, no resultan ser lo que la institución prometió y por el contrario, comprometen por completo la economía familiar.
El legislador de izquierda agregó que por ello, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), debería poner mano firme con las empresas de cobranza y promover entre la ciudadanía una cultura del consumo responsable.
Recordó que debido a la falta de solvencia económica de algunos usuarios de servicios financieros, los despachos no dejan de intimidar al cliente, con llamadas agresivas en las que se ofende, intimida y acorrala a la persona. Dichas llamadas telefónicas, agregó, no solo se hacen al hogar de la persona, sino a su empleo y a horas poco apropiadas.
Enfatizó que la Ley Federal de Protección al consumidor, prohíbe a quienes ofrecen productos y servicios, que lleven a cabo acciones que atenten contra la libertad, seguridad e integridad del consumidor, bajo amenazas de que están registrados o serán sometidos a averiguaciones y persecución
El coordinador parlamentario, Ricardo Monreal, subrayó que la banca y demás instituciones de crédito, han optado por otorgar préstamos, créditos y tarjetas al por mayor, para después, dedicarse a intimidar al usuario, principalmente por la vía telefónica y esa, sentenció, es una práctica delictiva que puede ser penalizada como “acoso”.
Al recordar que presentó una iniciativa de reforma al artículo 284 Bis del Código Penal Federal, para sancionar la intimidación y hostigamiento que cometen los agentes de cobranza contratados por bancos y demás empresas, Monreal Ávila refirió que a finales del 2010, la Comisión Nacional para la Protección de Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), firmó con la Asociación de Profesionales en Cobranza y Servicios Jurídicos (APCOB), un acuerdo para frenar malas prácticas de acoso a los cuentahabientes.
Consideró que los bancos abusan de los beneficios y libertades de las que gozan, pues por un lado “bombardean” a la población con ofertas, promociones y servicios que al ser contratados, no resultan ser lo que la institución prometió y por el contrario, comprometen por completo la economía familiar.
El legislador de izquierda agregó que por ello, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), debería poner mano firme con las empresas de cobranza y promover entre la ciudadanía una cultura del consumo responsable.
Recordó que debido a la falta de solvencia económica de algunos usuarios de servicios financieros, los despachos no dejan de intimidar al cliente, con llamadas agresivas en las que se ofende, intimida y acorrala a la persona. Dichas llamadas telefónicas, agregó, no solo se hacen al hogar de la persona, sino a su empleo y a horas poco apropiadas.
Enfatizó que la Ley Federal de Protección al consumidor, prohíbe a quienes ofrecen productos y servicios, que lleven a cabo acciones que atenten contra la libertad, seguridad e integridad del consumidor, bajo amenazas de que están registrados o serán sometidos a averiguaciones y persecución
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