De cómo chingaos a Chespirito se le chispoteó
Gómez Bolaños es un hombre de talento, sobre todo en la creación de personajes. Pero, también, sin duda, es un producto de Televisa, sin la cual no habría alcanzado la popularidad internacional.
El famoso Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, no muere como un ídolo popular, como pretende Televisa, porque “la cosa” se le chispoteó. Es decir, se le salió; la cagó, pues.
Un hombre talentoso que cuando tuvo la ocasión de mostrar empatía y simpatía por aquellos sobre cuya condición social modeló su personaje más celebrado, “El Chavo del 8”, los ignoró, prefiriendo la antípoda como opción política y ética. Lo cual le acarrearía no pocas críticas entre sus admiradores.
No se debiera juzgar a un artista por sus opiniones políticas, sin embargo, cuando éste interviene políticamente, es susceptible de crítica política. De por sí, ya es criticable la apatía, el desdén o el temor de la mayoría de ellos en mostrar una simple crítica al sistema. La expresión política de Gómez Bolaños revela un carácter conservador, reaccionario; alguien que se manifiesta a favor de la derecha, en contra del aborto, en favor de la violencia como un elemento aleccionador (no sé si en ello exista un eco de su parentesco o aun simpatía con Gustavo Díaz Ordaz, el tío criminal de 1968).
Algunos momentos clave de su expresión política final:
1. 2000. Hace campaña por el candidato del PAN. “…votar de acuerdo con lo que nos dicta nuestra conciencia y nuestro entendimiento… Yo voy a votar por Vicente Fox, obviamente, el cambio que hace falta a México”. Ya se conoce el desastre corruptor en que resultó ese “cambio”.
2. 2005. Cuando la situación política del país empeoraba cada día, a todos decepcionó su entrevista con Maradona, en Argentina. El futbolista pregunta: “Maestro, ¿cómo está México como país?”: “…para mí, tenemos al mejor presidente que hemos tenido en 100 años...”. Se refiere a Vicente Fox; sin palabras.
3. 2006. Apoya la campaña panista: “Mi voto personal será por Felipe Calderón”. Y apoyando como jefe de gobierno al candidato del PAN, dijo: “Mi ciudad está enferma. Enferma de abandono y resentimiento. Sucia e insegura”.
4. 2007. Apoya la campaña que se opone a la despenalización del aborto en el Distrito Federal.
5. En 2009 promovió una vez más al PAN dando redoblado apoyo a Calderón y lo que su avanzada guerra contra el narco significaba ya entonces: “Mi voto es para diputados y senadores del PAN. ¡Piénsalo! ¡Vota en todo por el PAN!”.
6. 2012. Hace público su voto por Vázquez Mota.
7. 2012. Se lanzó en twitter contra los jóvenes del movimiento #YoSoy132.
Sin duda, Gómez Bolaños es un hombre de talento, sobre todo en la creación de personajes. Pero, también, sin duda, es un producto de Televisa, sin la cual no habría alcanzado la popularidad internacional. Televisa prácticamente populariza cualquier cosa que se proponga, por muy mala que sea (las tvnovelas y sus intérpretes, como ejemplo). El poder de la televisión se manifiesta hoy en todos los órdenes. En el caso de Chespirito, éste y otros personajes como él, el monopolio televisivo y el sistema, han hecho un buen trabajo de conjunto, un trabajo funcional, que en muchos sentidos explica la condición actual del país.
La abierta expresión política conservadora, distante de la sociedad, ha privado a Gómez Bolaños de alcanzar, en vida o muerte, la gloria absoluta: además del reconocimiento, el amor de su pueblo. Y es muy probable que con ello le haya bastado, pues siempre será “El chavo del 8” y “El Chapulín Colorado”; nada más.
A final de cuentas, a Gómez Bolaños no le interesaba salvar de la pobreza a un niño huérfano y desvalido. El Chavo vivirá por siempre en un barril.
Y es que si en la vejez alguien como Cantinflas se volvió rancio priista defensor y promotor del sistema, Chespirito se convirtió en panista o mejor dicho, prianista, para usar el concepto que describe a quien ha validado al sistema vigente durante los últimos decenios.
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