domingo, 30 de noviembre de 2014


Debo reconocer que no soy aficionado al boxeo, no es una disciplina con la que me sienta cómodo viéndola. Sin embargo, comparto esta nota porque las declaraciones de Raymundo Beltrán, el boxeador sinaloenses deben destacarse.
Ayer el pugilista mexicano en un enfrentamiento en Nebraska subió al ring portando en su ropa un número 43 y dos moños negros, en referencia a los 43 jóvenes normalistas desaparecidos por elementos de la policía de Iguala desde hace más de 60 días.
Raymundo Beltrán declaró: "Esta pelea se la estoy dedicando a los 43 estudiantes, a las familias que sufrieron abuso de poder en México, en Ayotzinapa,Guerrero. 43 estudiantes que fueron ejecutados. Lo hago porque es un cambio lo que necesitamos en México, necesitamos alzar la voz y atletas como yo, artistas, somos la voz del pueblo".
Resalto su dicho, "atletas como yo, artistas, somos la voz del pueblo". El deportista de Los Mochis, tiene claridad de algo que todas las personas públicas deben comprender, la notoriedad que, en una u otra disciplina, se pueda alcanzar no debe ser usada para que creerse superior a nadie pues es circunstancial. Debe comprenderse como una responsabilidad, ya que si la notoriedad alcanzada, cuando es de buena fe,se debe al respaldo del pueblo, la figura pública está obligada moralmente a convertirse en altavoz de este.

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