Monreal y Batres, a las contras
Mientras Martí deja con la mano extendida al Jefe de Gobierno, Ricardo alaba al gobernante.
Adrián Rueda 01/07/2015 01:24
Si la preocupación inicial de Morena era ganar los votos suficientes para conservar su registro como partido político, en la actualidad el problema es cómo le hace para administrar el inesperado triunfo en la ciudad, que amenaza desbordar las pasiones.
Los morenos no estaban preparados para ganar y es por eso que hoy, luego de convertirse en la primera fuerza política de la capital, sus integrantes se están dando hasta con la cubeta porque se sienten merecedores de la gloria.
Fieles a su origen tribal, las figuras del partido de Andrés Manuel López Obrador quieren la mejor tajada del pastel que, por supuesto, se concentra en el Distrito Federal.
En esta guerra, quien está queriendo acaparar todo, cayendo incluso en un exceso de protagonismo, que ya no le está haciendo mucha gracia a El Peje, es Martí Batres Guadarrama, dirigente de papel del partido.
El exceuista sale todos los días a declarar, a título personal, qué se deberá hacer y qué no en la relación con Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del DF, lo cual tiene nerviosos a algunos delegados electos de Morena, pues son quienes padecerán la relación.
Mientras Batres deja con la mano extendida al titular del GDF, que ha hecho un llamado a todos los partidos a sentarse en la mesa para revisar agendas y construir un proyecto común, Ricardo Monreal alaba al gobernante por cumplir su promesa de impulsar la transición.
Tales son las diferencias que, incluso, Monreal, jefe delegacional electo en Cuauhtémoc, urgió de manera personal a Mancera a iniciar el trabajo de los equipos que prepararán la entrega–recepción en la delegación; Batres sigue diciendo que de ninguna manera.
El hecho de que este diferendo, entre estas dos figuras, se dé públicamente es porque ambos aspiran a la candidatura a Jefe de Gobierno del DF para 2018 y no quieren que su rival se les adelante.
El zacatecano Monreal tiene la promesa de López Obrador de ser el candidato; la única condición que le puso el tabasqueño fue que ganara la Delegación Cuauhtémoc, y ya está.
Por su parte, Martí busca controlar, a través de César Cravioto, a los morenos en la ALDF, a pesar de que El Peje ya dijo que, luego de derrotar al exdelegado Higinio Chávez en el Distrito 40 de Tlalpan, su gallo para la coordinación es David Cervantes.
Batres busca aprovechar que Andrés Manuel anda distraído en las elecciones de Chiapas para organizar un albazo y colocar a sus alfiles con miras a 2018.
Esta pelea ha hecho que, al interior de Morena, el ambiente esté más que enrarecido, lo cual, de momento, ha beneficiado incluso al PRD, pues hay quienes tienen la intención de sumarse al grupo del de Macuspana y, por ahora, se detienen, pues no saben cómo quedarán los morenos.
CENTAVITOS... Por cierto, la prisa de Monreal por iniciar la transición en la Cuauhtémoc es para evitar que el exdelegado Alejandro El PotrilloFernández Ramírez, pueda destruir documentos importantes, pues el zacatecano tiene claro que su antecesor es candidato a ir a la cárcel. Además, la cabeza de El Potrillo sería parte central de su estrategia para que, en caso de no poder hacer un buen gobierno, tenga al chivo expiatorio ideal para justificarse… y como el exdelegado es indefendible, ni modo.
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