miércoles, 22 de marzo de 2017

Andar en esto pa´ser un rajao, ¡jamás!

@rasocasmié 22 mar 2017 09:57
 
  
 
Foto propiedad de: Internet

El avión salió puntual y llegué al aeropuerto de la ciudad de Monterrey a las 8.40 de la mañana del día 18 de marzo. Rogelio y su esposa Delia (Lalita), me esperaban. Cuando llegamos al punto del encuentro ya estaban varios compañeros. Los primeros a quienes abracé con enorme aprecio y cariño fueron a mis camaradas Jesús Ibarra Salazar y a Ernesto Villarreal Landeros. A Rogelio Mendoza, a Delia Martínez, a Chuy Ibarra y a Ernesto, debí mi presencia en este importante encuentro político. Alguien pidió que nos presentáramos para conocer nuestros nombres y saber un poco de nuestro trabajo. ¡Lo hicimos! Los 19 compañeros con quienes iniciamos el evento, me cedieron la palabra.  Empecé agradeciendo su presencia, hospitalidad, compromiso e interés por participar en un debate sobre lo que pasa en nuestro país, sobre cómo vemos a los partidos políticos y sobre lo que podría ser nuestro aporte a la lucha revolucionaria contra el sistema
¿Por qué -empecé preguntando- a pesar de las luchas de Independencia, de Reforma y de la Revolución, no ha mejorado la vida del pueblo en ningún sentido, si sobre él han recaído las mayores cuotas de sangre y de sacrificio? ¿Será que nuestra pólvora la hemos venido quemado en infiernitos,  peleándonos entre nosotros las distintas resistencias en lucha, mientras nuestro enemigo principal nos inocula la cultura priista para hacernos lo que somos, peticionarios de demandas menores, en tanto la clase gobernante decide qué nos da y qué nos quita?
¿Cómo forjar en el pueblo los sentimientos de seguridad y de confianza en sí mismo para derrocar a la burguesía que tiene en sus manos el control del gobierno y de todos los cuerpos represivos para utilizarlos en contra de la mayoría de los movimientos políticos y sociales? ¿Por qué no reaccionamos organizadamente ante el hartazgo, la impunidad, el entreguismo y la criminalización de las políticas del gobierno y organizadamente nos preparamos para librar la lucha contra el sistema?
¿Por qué los partidos políticos, incluida Morena, no muestran mayor interés en fraguar estructuras organizativas eficaces, ligadas a los movimientos sociales, para estar en condiciones de enfrentar las políticas depredadoras de esa burguesía que ha producido a catorce multibillonarios mientras más de cien millones de mexicanos apenas tenemos para comer? ¿Cómo aguantar y vivir una política de traición y entreguismo de los verdaderos amos de México, cuando éstos se han adueñado de la mayoría de nuestras riquezas naturales? ¿No es explicable que los ciudadanos expresen su insatisfacción social y su encabronamiento, manifestándose al margen de las instituciones públicas incluyendo a los partidos políticos por paleros y buenos para nada?
Por eso el trabajo de los revolucionarios ni es fácil ni es por tiempo determinado. Debemos prepararnos para librar una lucha larga, que remonte los sentimientos del pueblo que piensa que las revoluciones traen más males que remedios. La parte esencial de nuestra actividad estriba en ayudarlo a que descubra todo su potencial revolucionario para resolver sus problemas. La formación política, la palabra y la comunicación, sólo son eficaces si se ponen al servicio de la lucha para derrocar al sistema. La casta en la que hemos delegado todo, es la causante real de nuestra verdadera situación, la que ha mellado nuestros sentimientos. El pueblo es el único que puede hacer justicia, la burguesía hegemónica ni quiere ni se propone resolver los problemas de la pobreza, de la violencia criminal, del entreguismo antipatriótico y de la cultura del apendejamiento de la gente. Será el pueblo y nadie más, el que imponga, con su participación, con su organización y con su fuerza, una vida en la que el ser humano alcance su verdadera y auténtica autodeterminación
El nivel expuesto en este debate, explica los posicionamientos críticos sobre lo que pasa en el escenario de la política. A pesar de los señalamientos que se hicieron, se asume que no hay otra opción y van a votar por Morena. Lo que esté por venir, lo seguiremos comentando en reuniones colectivas para acrecentar los resultados del trabajo político. Esta primera discusión fue mérito de los compañeros neoloneses. En mi calidad de integrante del Colectivo de Reflexión en la acción- Rumbo Proletario (CRA-RP), solo puse un granito de arena para seguir un debate siempre urgente y necesario
Ya en el aeropuerto, en espera del vuelo que me traería de regreso a la CDMX, me dediqué a leer el libro de la autoría de mi camarada Rogelio E Mendoza. Me quedé en el cuento número cinco en el cual encontré las raíces que configuran el cuerpo ideológico y político de este viejo luchador (*) El personaje es un campesino indígena, revolucionario y antiporfirita. Se llamó Anselmo y va a ser fusilado por ser opositor. Aquí algunas líneas de los dichos de su verdugo y las respuestas de quien espera ser fusilado. ”Eres un pendejo Anselmo. Mientras tú andas remontado en la sierra, padeciendo hambre y frío, los políticos se la pasan felices con sus buenas viejas…tú si eres hombre, no como esos cabrones…. Tú crees en Madero, pero ese valedor no va a meter las manos por ti,… ese pelao sólo hace lo que le dicen los espíritus”
De reojo, Anselmo miró a Álvarez y le dijo: ya sé que me vas a tronar…mi gente y yo, cuando nos alebrestamos, es para que todos vivamos mejor. ¡Para eso luchamos! Me vas a matar, pero miles y miles vendrán a reemplazarme… Anselmo miró con desprecio a su verdugo y, sin más, pensó: “Andar en esto pa´ ser un rajao, ¡jamás!” ¿Coincidencias?

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