viernes, 23 de junio de 2017

Calderón y Peña: los espías, espiados

@fernandeznoronajue 22 jun 2017 14:42
 
  
 
el desgobierno criminal de Enrique Peña Nieto al ser un gobierno profundamente corrompido, es absolutamente vulnerable frente al espionaje
el desgobierno criminal de Enrique Peña Nieto al ser un gobierno profundamente corrompido, es absolutamente vulnerable frente al espionaje
Foto propiedad de: Internet


El día de ayer, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, salió a denunciar que él también era o había sido espiado. Es una declaración verdadera y a la vez ridícula. Verdadera porque es evidente que todo líder político y activista social sobresaliente es espiado hasta en los más íntimos de los aspectos de su vida. Ridícula y oportunista porque se monta en la denuncia recién dada a conocer por el New York Times sobre el espionaje realizado hacia periodistas, activistas y hasta un menor de edad, por parte del desgobierno criminal que encabeza Enrique Peña Nieto.
En la cultura de lucha desde la izquierda, siempre se ha sabido del espionaje, de la persecución, del acoso y de la necesidad de ser cuidadoso con la información que se maneja. A pesar de que todas esas actividades son ilegales, en la izquierda se ha asumido como algo normal estar sometido a ese tipo de intervenciones ilegales y abusivas del poder.
Sin embargo, esta práctica se ejerce desde todo poder, de manera ilegal y sin ningún control democrático en México y en el mundo. ¿Eso la justifica? ¡De ninguna manera! Siempre se ha usado de pretexto la seguridad nacional para realizar estas prácticas autoritarias, abusivas ilegales y no pocas veces, francamente inmorales.
Ahora bien, a partir de las denuncias realizadas por Edward Snowden, se ha conocido que el espionaje alcanza niveles monstruosos. Estados Unidos espía a todo el mundo y lo hace con la finalidad de promover los intereses económicos de sus grandes empresas trasnacionales.
Y espían no son las comunicaciones telefónicas, sino también todas las comunicaciones a través de Internet .
Nuevamente con el pretexto de la seguridad nacional, se interviene todo tipo de comunicación no sólo de ciudadanos comunes sino de jefes de Estado.
En su momento, gracias a pruebas aportadas por Snowden, se conoció del espionaje a la canciller alemana Angela Merkel o a la legítima presidenta brasileña Dilma Rousseff. 
En un libro escrito por Antoine Lefébure, titulado: "El caso Snowden. Así espía Estados Unidos al mundo", se da a conocer un espionaje que a nosotros nos debe interesar en especial. En su página 220 cita el autor sobre el espionaje desarrollado por la más importante agencia estadounidense la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés): "En junio de 2009, sus agentes interceptaron los correos del Ministerio del Interior (Secretario de Gobernación) de México (en ese entonces, Fernando Gómez Mont), recolectando así informaciones muy interesantes acerca del tráfico de droga y la actividad comercial de las empresas mexicanas.
Ese programa bautizado Whitemale, dio lugar a la redacción de doscientos sesenta informes clasificados que ayudaron a la diplomacia y a las empresas estadounidenses en sus negociaciones con sus homólogos mexicanos".
La información aquí transcrita fue publicada en su momento, en octubre de 2013 en el diario alemán "Der Spiegel" que dio a conocer gracias archivos de Snowden, la guerra cibernética que  desde la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos se realiza, en particular del programa de la Oficina de Operaciones de Acceso Personalizado, TAO por sus siglas en inglés (Tailored Access Operations).
Pero la TAO no se detuvo ahí. Desde su centro de espionaje en San Antonio Texas y en la propia embajada de Estados Unidos en México, llevó a cabo la operación "Flatliquid" en que tuvo acceso al correo electrónico de Felipe Calderón, quien entonces usurpaba la presidencia de la República.
La información que ahí obtuvieron fue muy valiosa pues varios miembros del gabinete "usurpadorcial" usaban esa casilla de correo electrónico para intercambiar informaciones "muy sensibles".
Toda la información obtenida se archivó en un banco de datos llamado "Eveningeasel". 
Por otra parte, en mayo de 2012, la NSA (National Security Agency) decidió vigilar llamadas y correos del entonces candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto. "Sus colaboradores y el mismo fueron puestos bajo escucha y sus intercambios fueron representados en un forma de diagrama. Las conversaciones telefónicas y los 85,489 mensaje de texto recogidos fueron almacenados en un banco de datos llamado 'Dishfire'.
En una nota interna. La NSA se felicitaba por este éxito brillante y anunciaba llena de confianza su voluntad de ir más allá contra este importante blanco". (Los entrecomillado son notas textuales del citado libro de Lefébure sobre Snowden, en sus páginas 220 y 221).
No son los únicos casos que se denuncian en este importante trabajo de investigación. En la página 222, Lefébure relata como gracias a la información proporcionada por Snowden, el diario New York Times, el 2 de noviembre de 2013, dio a conocer que el entonces secretario general de la ONU Ban Ki-Moon, había sido espiado antes de su encuentro con Barack Obama, en abril de 2013 por la NSA.
A propósito del acoso a Venezuela, el periódico New York Times señalaba que desde 2007, junto a Irán, China, Corea del Norte, Irak y Rusia, Venezuela es uno de los seis 'blancos permanentes' (enduring targets) de los pirateos y ataques cibernéticos de la NSA. "evitar que Venezuela llegue a tener un papel líder en la región y obstruir acciones que afecte negativamente los intereses globales de los Estados Unidos", cita en su página 223 de su libro Lefébure.
El autor continúa: "Al ministro de finanzas venezolano lo escuchan cada día, así como a los diez cuadros principales de su ministerio". 
El libro va más lejos y da testimonio de la guerra cibernética usando un virus y "exploits". Éste último es un virus tan sofisticado que pueden espiar e incluso destruir computadoras, con virus casi imposibles de detectar. Pone ejemplos fortísimos con los virus "Stuxnet" y Flame, en que intervinieron bases iraníes de producción de energía nuclear, que aún podrían alegar aspectos de seguridad militar; pero cita también un ataque brutal a la empresa telefónica Belgacom con la única intención de tomar el control total de la empresa y acceder a la información privada de las comunicaciones en Europa que ésta proporcionaba y cuyos daños por el ataque, alcanzaron el costo de 5 millones de euros.
El autor denuncia que derivados de éstos, como el mismo denomina, virus informáticos que son monstruosas invenciones de la NSA, se comercializan sin ningún problema siendo un riesgo enorme para la comunicación de la informática del mundo.
Comparto con ustedes estas reflexiones con la intención de acreditar que ni en México ni en ningún lugar del mundo, la realización de estos trabajos de espionaje se llevan a cabo para dar seguridad a los pueblos, sino para fortalecer a los gobiernos y a los intereses comerciales que están detrás de ellos.
Ahora bien, el desgobierno criminal de Enrique Peña Nieto al ser un gobierno profundamente corrompido, es absolutamente vulnerable frente al espionaje a que es sometido por el gobierno Estados Unidos. Así que además de los vendepatrias que son, la posibilidad de que renegocien en agosto próximo el TLC con Estados Unidos, en condiciones favorables para México, es absolutamente imposible. Por otra parte, justo por su debilidad, acuden y cada vez más a la represión y al espionaje, para poder mantenerse en el ejercicio del poder.
La denuncia hecha a principios de semana por el New York Times, es solamente, como se dice habitualmente, la punta del iceberg de esta conducta criminal del desgobierno encabezado por Peña.
Por otra parte, sería muy ingenuo creer que al ser exhibidos, dejarán de actuar de manera criminal. Ya el propio Peña respondió a las acusaciones que no había pruebas del espionaje realizado por su desgobierno. No negó el espionaje, simplemente insistió en la carencia de pruebas al respecto.
Así las cosas, no tenemos otro camino que obligar a renunciar a esta pandilla de criminales que envilecen las instituciones de la República y paradójicamente, ostentan los más altos cargos políticos de la nación.
Por ello, reiteramos nuestra convocatoria a cruzarnos de brazos el próximo 1 de septiembre, parando todo y exigiendo con ello la renuncia de Enrique Peña Nieto y la camarilla criminal que lo acompaña en su gabinete. El 1 de septiembre, no vayamos a trabajar, no vayamos a la escuela, no vayamos de compras, paremos todo, exigiendo que este desgobierno criminal se vaya. Ya cunde su ejemplo asesino y represor en gobernantes supuestamente surgidos de la oposición, como Graco Ramírez o Silvano Aureoles. Esto no debe continuar, la represión efectuada contra estudiantes normalistas de Tiripetío, el día de ayer, es inaceptable.
Corrámoslos de una buena vez, ya sé que no quieren irse, debemos obligarlos a renunciar con la fuerza del pueblo y se puede hacer sin violencia. Todo camino implica dar muchos pasos y el 1 de septiembre, podemos dar un paso en firme en el logro de la renuncia de este desgobierno criminal y contrario a los intereses del pueblo.

"El pueblo tiene derecho a vivir y ser feliz".

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