viernes, 2 de junio de 2017

Un abrazo a Andrés Manuel López Beltrán, a su padre y al resto de la familia

@FedericoArreolajue 01 jun 2017 21:59
 
  
 
La guerra sucia contra un muchacho solo por ser hijo de un dirigente de oposición
La guerra sucia contra un muchacho solo por ser hijo de un dirigente de oposición
Foto propiedad de: Internet

Conozco a Andrés Manuel López Beltrán. Es un joven inteligente, idealista y trabajador. Su vocación es la política. Como todos en su familia, vive con modestia porque sabe que es la única forma de luchar con posibilidades de éxito contra los grupos de poder que tanto daño le han hecho a México. Por lo mismo, se le ataca bastante. No tanto por él mismo, que apenas empieza una carrera, sino por su padre, el líder izquierdista al que odian los que mandan en nuestro país. Prácticamente desde que dejó de ser un niño ha sufrido toda clase de calumnias. En menor medida, dos de sus hermanos —José Ramón y Gonzalo— también han sido víctimas de ataques muy vulgares en los medios de comunicación. El más pequeño de la familia, Jesús Ernesto, no tiene todavía edad para que lo insulten, pero seguramente no tardan en ensañarse con él los enemigos de Andrés Manuel López Obrador, que es el verdadero objetivo de los potentados que no le perdonan el hecho de ser tan popular entre los mexicanos más pobres.
Me duele muchísimo que hoy esté en problemas, otra vez, la familia del dirigente de Morena. He tratado a Andrés Manuel López Beltrán, el muchacho agredido. Meto las manos al fuego por su honestidad. ¿Qué decir ante la canallada que hoy la mafia del poder ha puesto a circular, pagada, en redes sociales? Para empezar, que es solo eso: una canallada. Típica, lamentablemente, de la recta final de los procesos electorales.
Lo de menos es averiguar si el golpe bajo de este jueves perjudica, o no, a la candidata de Morena a gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez. Para Andrés Manuel ese debe ser un problema sin importancia. Lo verdaderamente preocupante para él radica en aquello que la canallada contra su hijo anuncia: que vendrán más y más fuertes ataques sucios, tal vez violentos, para intentar pararlo en su marcha rumbo a la Presidencia de México. Andrés tendrá que soportar los ataques, superarlos y, sobre todo si llega al poder, olvidarlos para gobernar sin resentimientos, odios o deseos de venganza.
Un abrazo a los dos Andrés Manuel, el padre y el hijo, a José Ramón, a Gonzalo, a Jesús Ernesto y a Beatriz, que integran una familia ejemplar cuyo único pecado es pensar que otro México es posible y luchar por construirlo.

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