Campos Elíseos
23 de febrero de 2009
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Calderón, ¿bajo el síndrome del Mesías?
Mensajito para AMLO
¿Que AMLO hace qué...? (Foto: LUCÍA GODÍNEZ / EL UNIVERSAL)
No me gustaría estar en los zapatos de Felipe Calderón. ¿Sabrá en quién confiar?, ¿seguirá escuchando el Presidente o ya se encerró dentro de su círculo cercano y sólo quiere que le confirmen lo que él piensa?
Pregunto esto a raíz de ciertos recientes acontecimientos.
Luis Téllez. De acuerdo. Son ilegales las grabaciones que hemos escuchado del secretario de Comunicaciones y Transportes, pero no por ello menos reveladoras.
Dejemos a un lado el chisme (que está, por lo demás muy sabroso) del correo anónimo en el que adelantan que él habla mal de todo el mundo. Y el retrato que ese correo, basado en grabaciones, haría de él como una persona no doble, sino triple.
Un funcionario panista que dice extrañar al PRI en el contexto de que antes las cosas se manejaban más discrecionalmente; el hecho de que usara el nombre del Presidente para, al parecer, tapar una falla suya ¿o un interés oculto?: negar que haya llegado a la SCT un amparo que ganó Telcel, empresa de Carlos Slim.
Es decir: se le escucha pedir abiertamente a integrantes de la Cofetel cercanos a él que mientan, que se echen la culpa de algo que es su responsabilidad.
Calderón confía en Téllez. Si no, ya le habría pedido su renuncia. Le ha sido útil, también, en el momento más duro de su gobierno: el accidente en que murió JC Mouriño.
Aún así debe ser difícil sostener a alguien que, al menos en la opinión pública, queda exhibido como un personaje doble…
Purificación Carpinteyro. La exsubse de Comunicaciones fue puesta ahí por el Presidente aun en contra de Téllez apenas hace cinco meses, cuando era una persona de la confianza de Calderón.
Ella contó que fue en una reunión con el Presidente y —ojo— frente a Téllez, cuando lo acusó de ser un mentiroso. Que sacó el CD con las grabaciones que le dio Héctor Osuna, y se las dio a Calderón, quien la mandó a entregarlas al secretario de Gobernación.
Puri dice que su —sin duda audaz y poco convencional— exhibición de la mentira de su entonces jefe directo, no le gustó nada al Presidente.
Pero… ¿alguien le informó a Calderón del contenido de los audios y sus implicaciones, antes de que todos los escucháramos?
Si no, fue una grave falta de parte de alguien del gabinete. Y quizá una señal de lo mismo: que el Presidente está dejando de escuchar todas las voces.
De ser cierta cualquiera de estas dos hipótesis, Calderón debe sentirse más solo que nunca.
¿En quién confía al inicio de su tercer año de gobierno? Es un año en el que según el libro de Miguel Alemán Velasco, Si el águila hablara, los presidentes entran en “el síndrome de El Mesías”: exigen que su palabra y su verdad sean aceptadas como únicas.
¿Será cierto lo que me dicen varios funcionarios, que hasta los secretarios de Estado más cercanos a Calderón no le dicen cosas que saben que lo pueden molestar, aunque sean verdad y se requiera tomar decisiones?
Preguntas sin contestar. ¿Fue coincidencia que el discurso de Slim en el Senado —interpretado por el gobierno como una crítica en su contra y con una feroz respuesta de Javier Lozano y un claro reproche del Presidente— se haya dado apenas una semana antes? Como sabemos, Slim quiere entrarle al triple play: telefonía, internet y tv por cable… Y a Televisa eso no le conviene.
¿Quién, en México, tiene la infraestructura para grabar de manera tan puntual a un personaje como un secretario de Estado?
Te lo digo a ti, para que lo escuche AMLO. Jesús Ortega dice que están “extraviados” los que creen que quitándole fuerza, votos pues, al PRD, ayudan a la izquierda. Mmm, que sólo benefician al PRI o al PAN.
Mercedes del Carmen Guillén Vicente está apuntada por el PRI para ser candidata a diputada plurinominal. Paloma, como le dicen sus amigos, ya debe estar harta de ser siempre la “hermana del Sup Marcos” y no la ex procuradora de Tamaulipas. ¿O al revés?
Él lo dijo:
—La situación que vive México en estos momentos es similar a la que vivió Colombia a principios de la década de los 80: Anthony Plácido, jefe de Operaciones de Inteligencia de la DEA, en entrevista con Proceso. Dice que les preocupan las versiones sobre presuntos nexos entre funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública federal y narcotraficantes.
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