Ebrard, niño mimado; Bartlett, defraudador electoral… con esos “defensores” del petróleo
Subo al coche este mañana. Enciendo la radio. Escucho a Carmen Aristegui charlar con un apasionado defensor de Pemex y de la soberanía energética. No lo reconozco. Él, de lengua fácil, habla y habla; no tiene sentido lo que dice, pero no para.
La periodista pregunta y lo interrumpe muy poco, mucho menos de lo que ella quisiera para enfocar la entrevista, porque el señor no deja de hablar. El problema es que Carmen no identifica a su invitado. Si lo hizo al principio, durante muchos minutos no lo hace.
Cuando Aristegui despide al personaje con el que ha platicado, el misterio desaparece: “Gracias Manuel Bartlett por haber estado con nosotros”. Algo así dice la principal conductora de MVS Radio y yo, carajo, me doy cuenta de que no entiendo a la izquierda.
¿Bartlett como líder de opinión izquierdista? Pues sí, don Manuel desde hace unos pocos años está entre los adalides de la izquierda mexicana.
En 1988, como secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid, le robó las elecciones al izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas. Después trabajó en el gabinete de Carlos Salinas de Gortari. Y en su última aventura priista relevante, don Manuel fue un autoritario gobernador de Puebla.
Pero, a pesar de su pasado, ahora es senador de izquierda (antes lo fue del PRI). En 2012 no ganó las elecciones (nadie con su pésimo prestigio puede ganarlas), pero como la izquierda había decidido darle un trato de privilegio, lo inscribió en primerísimo lugar en las listas plurinominales.
Cuando Bartlett al fin se calla en MVS Radio y se va (Aristegui tuvo que decirle más de tres veces que la entrevista había terminado, y a él más de tres veces eso le valió gorro), pienso que si fue de risa la reaparición de Marcelo Ebrard Casaubón (otro que trabajó seis años con Salinas) en plan de ultra populista defensor del petróleo de todos los mexicanos, la llegada de Bartlett como el nuevo prócer del nacionalismo energético es un asunto de dar pena. De plano.
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